Capitulo 20

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Cuando digo odiar no es un odio de una adolescente, lo odio con todo mi ser nadie nunca me pusieron el dedo encima pero el fue capaz. Y todo porque el quería que hiciera una cosa y yo dije que no, ese día fue el peor de mi vida era el que estuve peor, no paraba de llorar quien le pega a una niña con una correa por estar haciendo cosas que ella necesita. Llore mas que con la muerte de mi madre, toda mi vida creyendo que este hombre era distinto y resulta que es un maltratador. No me atreví a decirle nada a David, sabia que si decía algo aquí se formaría algo muy gordo.

David escucho mas o menos la conversación con el pero en el momento justo fue cuando me pego, le estuve escondiendo los moratones a David como pude el es capaz de enfrentarse a el y su madre no tiene porque pasar por estos malos rollos, solo por culpa de la hija de otra que se les vino a su casa de acoplada.

Ahora entiendo porque todos los hijos de ella lo odian, no se si le haría algún día algo a ellos pero lo que es seguro que cuando David cumpla los 18 me estoy quitando de en medio con el.

Se que David no es como los demás, por lo menos ahora es encantador yo se lo agradezco, que haya echo el esfuerzo de venir a clases conmigo, porque yo se lo pedí por miedo a encontrarme sola de nuevo. Me demostró con ese acto mas de lo que yo me imagine, se puede decir que el es la persona que ahora mismo me quiere y me valora. Espero que esto con el no acabe nunca, siempre e sido una chica insegura y desde que esta el me siento distinta mas no se ni como explicarlo. No quiero ni pensar como se sentiría si yo le contara lo de ese hombre que ya me da hasta asco decirle padre. Me sorprendo hasta yo teniendo mas relación con su madre que con mi padre, con el hablo lo mas preciso desde aquel día. La misma tarde que el me pego llame a mi tía no le conté nada pero ella me dijo que no estaba de acuerdo con la decisión que hice de irme allí, me dijo una cosa que prometió a mi madre que no diría pero como ella veía que podría pasar, rompería esa promesa.

Cada palabra cada cosa que me decía, no lo llevaba mejor le pedí que se callara y que no contara mas no se si aguantaría escuchar cosas tan desagradables que el le hizo a mi madre. Y lo que no entiendo como ella puedo aguantar tanto al lado de ese mal nacido, que no se merece ni que lo miren a la cara.

Cuando llegamos a clase todo lo que había por allí eran pijos menos un grupito que se le veía así mas descarrilado como nosotros. En clase hay que sentarse un chico con una chica y yo no dudo en elegir a mi chico. Que por cierto ese uniforme le queda de muerte, aparte de que se ponga lo que se ponga le queda bien el chico es que tiene un polvazo que no me veas.

El primer profesor que tuvimos era de Filosofia, estas si que van a ser clases aburridas aunque por lo contrario mas de una vez no vendremos, yo no quiero presumir ni nada pero no necesito estudiar mucho soy por así decirlo un poco lista. El día iba pasando y yo no podía dejar de pensar en mi chico y en ese pollon dios mio, no se porque estoy tan uff sera que verlo así me enciende una cosa en el cuerpo aunque no quiera. Lo mejor sera que me deje de rollos y me concentre en otra cosa eso ya lo haremos luego como siempre, es el primer chico con el que hago cosas pero la verdad que sabe follar muy bien mejor de lo que pensaba y le hemos cogido un vicio que no es ni normal antes comprábamos preservativo pero si digo la verdad nos dejábamos un pastón y desde entonces lo hacemos a pelo que es como mejor lo podemos hacer se siente mas. Por suerte para los dos no he tenido un susto en ningún momento ni espero tenerlo, como el dice controla y por lo que mas quiera que sea verdad yo ahora con 15 para 16 no me veo siendo madre, aparte me arruinara la vida no tendríamos con que alimentarlo y que no soy muy chica para embarazos.

El día pasa mas o menos ligero ahora es la vuelta a casa, David me cuenta cuales son sus planes para hoy.

-Pues saldré un rato con estos, luego iré a vender algo y dormiré hasta mañana.

-Y me dejaras sola, ea pues ya no te quiero -digo bromeando y poniendo pucheros.

-Tranquila amiga que nosotras tenemos planes para hoy -dice la voz de Malena desde detrás nuestra.

-Yo me apunto con ustedes, paso de estar todo el día con el pesado de David, aparte que mejor que estar rodeado de dos chicas guapa -sonríe Alex al ver la cara que le ha puesto David.

David es un poco demasiado celoso hasta con us propio hermano aunque sabe que tiene novia lo pone enfermo que empiece a decir cosas de mi, yo me divierto demasiado es que me pone unas caritas que es para comérselo.

-¿Y cual es el plan? -pregunto ya que me alegro de no quedarme sola en casa, no quiero ni me gusta esta con el asolas en casa.

-La fiesta de este fin de semana a que no sabes que ponerte.

-Ups la verdad es que... se me había pasado yo pensé en irme al piso de mis hermanos.

-¿Cuando pensabas decírmelo? -pregunta David en un tono enfadado.

-Ya hablaremos en casa, pero tranquilo si hay fiesta no voy a ningún lado.

El día esta pasando bastante rápido, los profesores se ven normales por ahora, ya cambiaran con el tiempo no sabe lo que se les avecina con estos dos y las nuevas amistades que están haciendo.

La ultima clase del día es la que menos me gusta gimnasia, odio corre y menos todavía cuando la mayoría de tus compañeros son chicos.

Cuando nos cambiamos de ropa para ir gimnasio y conocer al profesor, era de esperar que las chicas lleváramos mallas pegadas para el invierno y carnosas cortas para el verano. Estoy muy acostumbrada a llevar pantalones así cortos, en mi antiguo pueblo estaba en el equipo de voley, se puede decir que era bastante buena y que me apasiona mas de lo que parece, pero en mi vida nueva nadie sabe que jugaba ni quiero que se enteren.

Pero esto es cachondeo, el sueño de toda una alumna, tener un profesor de gimnasia que sea guapo y este bueno.












DavidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora