Uno

2.3K 140 71
                                    

Hay una pregunta que le he hecho a mi madre desde que tengo uso de memoria pero que jamás he obtenido una respuesta concreta y mucho menos verdadera

¿Quién es mi padre?

Cuando solo era una niña mi madre me había dicho que él había sido un hombre increíble pero que nos había tenido que dejar por problemas en el trabajo, para una niña de seis o siete años esa respuesta era dolorosa, tanto que había hecho que no volviera a preguntar por él hasta unos años después

A los diez años mi padre pasó de querernos y haberse ido por trabajo, a ser un hombre malo del cual no debía preguntar para no meternos en problemas, imaginaran que lo que menos quería a esa edad era meterme en problemas, en realidad lo único que quería era sobresalir con mis notas y conseguir que mi madre se sintiera orgullosa de mi, por lo cual no volví a preguntar por él hasta varios años después

Pero cuando cumplí quince años las cosas cambiaron, sabía que mi madre estaba mintiéndome, ella me había mentido desde el primer momento y debía admitir que a esa edad era muy volátil y rebelde, por lo cual un día decidí volver a preguntarle por él, con la diferencia de que no me iría de allí sin una respuesta, y así fue...

Por fin después de muchos años tuve mi respuesta, pero para ella también me contó algo mucho más profundo que hizo que la entendiera mejor

Mi madre, Ume Sato, siempre fue una mujer realmente hermosa, pero su vida nunca fue fácil, sus padres no eran buenos, el desgraciado que debía llamar padre había abusado de ella desde muy temprana edad y su madre solo lo cubría y defendía, por lo cual con solo quince años se escapó de la casa, viviendo en la calle por un tiempo, haciendo lo que nadie debería tener que hacer, venderse para sobrevivir, lo hizo por casi dos años hasta que un hombre le ofreció un trabajo "Digno"

Ojala alguien le hubiera dicho que no debía confiar en desconocidos, porque ese hombre la llevó a un burdel para trabajar de camarera mientras le enseñaban a bailar para convertirla en una de sus bailarinas

Por años usó su cuerpo para llamar la atención de los hombres consiguiendo que compraran más bebidas o le dieran dinero por bailar, y allí fue donde conoció a mi padre, según ella era un simple cliente, ella no solía acostarse con ellos, eso había dejado de hacerlo desde que la habían tomado en ese burdel donde bailaba y servía bebidas, pero al parecer algo de él la cautivó y terminó rompiendo su propia regla, un error que la seguiría durante el resto de la vida, porque gracias a eso, me tuvo a mi

Sabía que mi madre me amaba, no dudaba de ello, como tampoco dudaba que yo lo hacía con ella, pero debía admitir que tener una hija a esa edad y con el estilo de vida que llevaba no había sido lo mejor que le hubiera pasado en la vida, al contrario, tenerme a mi le había complicado la vida, mantenerse ella misma ya se le hacía difícil, y tener a otra boca que alimentar no era algo bueno, su trabajo dependía de su cuerpo, lo que hizo que perdiera mucho dinero durante el embarazo y si no hubiera sido porque muchas de sus compañeras amenazaron con renunciar si la echaban, se hubiera quedado en la calle

Luego de que me contara eso mi perspectiva cambió, claro que quería conocer a mi padre, pero ya no era lo más importante para mí, preguntarle nuevamente sobre él solo conseguiría la misma respuesta, conocía muy bien a mi madre, y si me había contado todo ello, había sido para que no volviera a tocar ese tema, y así lo hice

No volví a preguntarle sobre ello, pero no significaba que dejó de importarme, desde que tenía memoria siempre me había preguntado cómo hubiera sido tener un padre a mi lado que cuidara de mí, que protegiera mientras caminábamos por las calles, me arropara o me consolara al tener mi primer desamor

¿Por qué todos mis compañeros debían tener una familia feliz y yo solo a mi madre a la que apenas veía? ¿Por qué no podía también tener una familia feliz? ¿Por qué mi padre me había dejado? ¿Acaso no le había importado?

| Don't blame me | Sanzu Haruchiyo | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora