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Seven Kayne:

Me desperté y ella no estaba, frunci el ceño y me levanté, me vestí y salí a buscarla. Estamos de luna de miel en Francia, París. En sí, quisimos estar un mes entero de luna de miel, fue bastante difícil decidirlo por nuestros hijos pero tratamos de estar en contacto siempre.

Fui a la cocina y no estaba, busque por toda la casa y definitivamente no estaba, sentí preocupación ya que normalmente ella no se va sin avisarme.

Agarre mi celular y la llamé, su celular empezó a sonar en la casa que alquile, frunci el ceño nuevamente y fui hasta nuestra habitación, su celular estaba en la mesita de luz.

-.¡¿Amor?!

Salí al patio y sentí un gran alivio al verla en el techo, ella miraba el cielo.

Como pude me subí ahí con ella, sonreí y vi que no se percató que llegué.

Me senté al lado y ella ni se movió, agarre su mano y la sentí fría, muy fría. No hacía tanto frío en Francia, lo cual me hizo preocupar.

Sus ojos estaban cerrados, la moví varias veces pero no se movía para nada. Me fijé si tenía pulso y ahí es cuando sentí que mi mundo se caía. Ella había muerto.

-.No... ¡Vos no me podés dejar!

Empecé a llorar y la puse encima mío, vi que habían pastillas a su lado.

-.Dijiste que nos íbamos a ir juntos, ¡lo prometiste!

La abracé y sentí un fuerte cachetazo en mi cara.

Abrí los ojos y estaba ella mirándome preocupada, sin más la abracé y me largue a llorar.

Ailen:Amor, tranquilo, fue una pesadilla nomás...

-.Fue horrible verte así, n-no...

Ailen:Así como amor? Estoy acá con vos, tranquilo.

Cuando pude calmarme, le conté lo que soñe y ella me abrazó, dejó varios besos en mi cara y sacó mis lágrimas.

Ailen:Me alargaste la vida, gracias siete *ríe*

-.No es chistoso, verte muerta fue lo peor que soñe en la vida.

Me acosté boca abajo y ella volvió a reír, se acostó encima mío y me daba besos en la cabeza.

Ailen:Qué te parece si vamos a pasear por California y te despejas un rato? Nos quedan estos últimos días y no hicimos nada todavía amor.

Se sentó en mi espalda y me hacía mimos, cerré los ojos y asentí.

Lo único real de ese sueño es que en todo un mes conocimos varias ciudades de varios países pero justo a Francia nunca fuimos y tampoco vamos a ir. Al menos yo no, silbaron a Messi y eso es imperdonable para mí.

Salió de encima mío y se fue a fijarse al armario, sonreí al verla con mi remera puesta.

-.Podemos hacer algo antes? No sé qué hora es.

Ailen:Claro, que querés hacer?

Se sentó al lado mío y le acaricie el cachete.

-.Vos sabes que quiero hacer.

Ella sonrió dejando sus ojos chinitos, sonreí y nos dimos un beso.

El beso se iba intensificando, baje mis besos a su cuello y pase mi mano por su intimidad, ella soltó un jadeo haciéndome sonreír.

Mordí su cuello y succione logrando dejar algunas marcas algo rojizas.

Dejó su mano en mi cabeza y me hacía mimos, abrió sus piernas dejándome más lugar y metí mi mano dentro de su tanga para tocarla, empecé a estimular su clítoris y volví a sus labios, metió su lengua a mi boca logrando excitarme.

365 Días (Seven Kayne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora