6.

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Seven:

Después de dejarla sola, fui a la sala. Ahí se encontraban todos mis amigos.

Khea:Y bien? Cuando te la vas a cojer?

-.No quiero solo eso pero no sé, tengo que ganarme su confianza, enamorarla y mimarla como quiero pero esa chica es bastante difícil.

Ecko:Lo difícil es más divertido, pensalo.

-.Ya no veo la hora de tenerla arriba mío mientras gime mi nombre.

Cazzu:Acá me tenes..

Lit:Te dejamos con esto, nosotros vamos a hacer unos trámites.

La morocha se me acercó. Con su pierna separó suavemente las rodillas. Tiene un olor a locura como siempre, una combinación de poder y sexo.

Se sentó sobre mi, metió su lengua en mi boca sin previo aviso.

Cazzu:Pegame ¡con fuerza!

Pidió, mordiéndome el labio y masajeando su vagina contra la tela de mis pantalones.

Lamió y mordió mi oreja. Me saque la corbata, que se había aflojado antes, y me levanté, deslizando a Julieta en el piso. La di vuelta y la amarré en los ojos. Sonrió, lamiendose su labio inferior. Ella sostenía su mano en la mesita.

Abrió bien las piernas y se acostó sobre la mesita, con el culo bien asentado. Ella estaba sin ropa interior. Me acerqué a ella y le di un fuerte golpe. Ella gritó en voz alta y abrió su boca de par en par. La vista de las fotos esparcidas sobre la mesita hizo que mi pene se ponga dura como una piedra.

Cazzu:Mm, sí

Estaba gruñendo y frotando su húmeda vagina sin dejar de lado las fotos de Ailen. La agarre del cuello y después agarré todos los papeles que cubría su cuerpo, las dejé en el mostrador, levantando las manos por encima de su cabeza. Arreglé las fotos para que me miraran.

Tener a Ailen gimiendo arriba mío, no pedía más que eso.

Estaba listo para llegar en cualquier momento. Rápidamente me saque los pantalones. Metí dos dedos dentro de Julieta, y ella estaba gimiendo, retorciéndose debajo de mí. Era estrecha, húmeda y extremadamente caliente.

Empecé a mover la mano derecha dejando su clítoris y ella se agarró con más fuerza de la mesita sobre el que estaba acostada. La agarré por el cuello con la mano izquierda y la golpeé con la mano derecha, sintiendo un alivió inexplicable.

Una vez más mire la foto y la golpeé aún más fuerte. Mi ex algo gritó, y la golpeé como si eso la hiciera convertirse en Ailen. Su nalga derecha estaba casi morada. Me incliné y empecé a lamerla, estaba caliente y palpitaba.

Extendí sus nalgas y empecé a retorcer la lengua al rededor de su dulce agujero, y tuve a mi Ailen al frente de mis ojos.

Cazzu:Sí *gimió en voz baja*

-Tengo que tener a Ailen, tengo que tenerla a ella toda-

Una vez más apareció ese pensamiento en mi cabeza.

Levantandome y golpeando a Julieta en mí mismo. Se dobló la espalda en una curva y luego cayó sobre la madera empapada de transpiración. Me la cogía duro, mirando constantemente a Ailen. Pronto. En un momento esos ojos marrones me mirarán cuando se arrodille ante mí.

Seven:¡PUTA!

Me mordí los labios, sintiendo que el cuerpo de Julieta se ponía rígido.

Me empujé a mi mismo con fuerza y dureza hacía ella, sin prestar atención a la ola de orgasmos que la inundaba. No me importaba. Los ojos de Ailen me hacían sentir que no tenía suficiente, pero no podía soportarlo más.

Tenía que sentir más, más fuerte. Saque mi pene de Julieta y la puse en su estrecho culo con un corto movimiento. Un grito salvaje de placer y dolor salió de su garganta y sentí que se apretaba a mí alrededor. Mi pene explotó y todo lo que pude ver fue a mi dama, mi Ailen.

365 Días (Seven Kayne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora