Saera Part Of King's Landing

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99 D.C King's Landing

Saera observo el mechón platinado de cabello que observaba su plática con Lady Alya Tyrell, arrugó las cejas levemente y se reclinó sobre su silla para tener más visibilidad de su pequeña.

—Visenya, Recuerdas lo que te dijo la Septa Maegelle?—La pequeña de ojos verdes salió detrás de su muy obvio escondite y bajo la cabeza.—Que te dijo?

—Que es de mala educación escuchar pláticas ajenas.

—Por que lo hiciste?—Alzo una ceja.

—Me dio curiosidad saber de lo que hablaban.

—Algún día tendrás edad para meterte en estas platica Visenya, ahora dime qué escuchaste?

—Todo.—Saera trago saliva y miró de reojo a Alya, dándole a entender que saliera de aquel cuarto.—Por que mi papá no me quiere?— Saera froto su rostro, y tomó aire con cierto miedo, tomó el rostro de su hija y trató de mirar esos verdes ojos, que eran iguales a los de los dragones.

—Vis, no es que no te quiera, solo que aún no te conoce.

—Y crees que algún día me quiera conocer?—Saera estaba sumida en sus pensamientos recordando aquel día y tratando de darle la respuesta que quería a su pequeña hija, ella solo asintió, formando una sonrisa en la comisura de sus labios.

—Solo prométeme algo Vis.—La pequeña de cabello platinado asintió.—Jamás dirás el nombre de papá, no a menos que sea necesario bien?

—Pero por que?—Visenya interrumpió a su madre, quien cambió su rostro a uno tenso.

—Promételo Visenya.—Dijo con un tono de voz forzado.

—Lo prometo.
—Buena niña, donde está tu hermano?—finalizó aquella discusión acariciando el pelo de su hija.

—Estaba acomodando algunas cosas en su nueva habitación.

—Y te esta gustando?

—No lo se, es bonito, pero no es DragonStone.— Saera soltó una risotada.

—Ya te acostumbrarás, vamos a buscar a tu hermano, hay algo que les quiero dar a ambos.— Saera se levanto de su silla y comenzó a seguir a la pequeña, para buscar al Joven Maegor.

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Después de unos cuantos minutos de estar buscando al Joven Maegor, lo encontraron contemplando los bellos jardines de Lady Tyrell, Saera entró a la habitación sin hacer sonido alguno, por el contrario la pequeña Visenya sorprendió a su hermano robándole una galleta que tenía en mano, Maegor se giró para atrapar a su hermana y quitarle la galleta, con una sonrisa en el rostro, sin embargo al ver a Saera su semblante cambió a uno serio.

—Madre.—Hizo una leve reverencia y su pequeña hermana se posicionó junto a Maegor.—No deberías estar partiendo ya?

—Quería despedirme y darles un obsequio.

—Que considerada.—Susurró por lo bajo Maegor.

—Que dijiste?—Pregunto Saera, entrecerrando los ojos.

—Nada Madre.

—Bien, pediré a los sirvientes que traigan la
caja —Saera salió de la habitación para llamar a uno de los sirvientes

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Dos sirvientes entraron por la puerta cargando una gran caja de madera, Saera se hizo a un lado y cuando la dejaron sobre la cama de Maegor, retiro el seguro, abriéndola con suma cautela.

—Acérquense.—Dijo Saera indicando que se acercarán a la cama, ambos niños empezaron a caminar, se asomaron a la caja y vieron detalladamente lo que había en la caja.—Saben lo que son?—Parecía que a Visenya le estaba a punto de dar un infarto.

—Son huevos de dragón?

—Si.—Dijo Saera con una sonrisa orgullosa en el rostro.—Mi padre me los heredó y dijo que si alguna vez llegaba a tener hijo se los diera.—Maegor tenía un semblante frío, sin emoción alguna.

—Por que huevos de dragón Madre? Los huevos de dragón solo son para los descendientes de Targaryen, no para sus bastardos.—Saera sorprendió a Maegor abofeteándolo.

—No, déjalo..—Grito Visenya dandole un leve empujón a su madre, a pesar de sólo tener la mitad de su tamaño. Abrazo por la cintura a su hermano mientras que el brazo de Maegor rodeaba el hombro de su hermana.

—Creo que es hora de que te vayas Madre.

—Yo, yo lo siento, Maegor, ustedes no son bastardos, son mis hijos.

—Hijos que dejabas desde pequeños con la tía Maegelle, y no me quejo, por que la tía Maegelle fue más madre para mi y para Vis que tú, entonces haz lo que sabes hacer mejor, lárgate de nuestras vidas.—Saera bajo la cabeza y se dio la vuelta dejando la caja de madera con los huevos de dragón sobre la cama de Maegor.

—No volverá verdad?—Pregunto la pequeña a su hermano, quien únicamente negó con la cabeza, Visenya se separó de su hermano para sentarse en la cama de Maegor y ver los huevos de dragón, Maegor vio a la pequeña y tomó un huevo negro, poniéndoselo sobre las piernas a Visenya.

—Supongo que este es tuyo.—Visenya apunto al huevo rojo sangre y miró a su hermano.

—Entonces ese es el tuyo, algún nombre en mente?—Maegor abrió los ojos y se quedó viendo a la nada.

—Es como si me preguntaras cómo le voy a poner a mi hijo.

—Técnicamente será tu hijo.

—Vaya mentalidad que tienes, que te parece Aegon?

—Aegon es nombre de persona Gor.

—Entonces como lo nombró?

—Mezcla nombres o apellidos, se algo creativo Gor.

—Si tú ya tienes un nombre para el tuyo, intentaré pensar en uno, ya tienes uno?

—Por que preguntas cosas tan obvias Gor, claro que ya tengo un nombre, Valaerys.

—Por que ese nombre?

—Val, por Balerion, el terror negro, ae por el bisabuelo Aenys y rys por el abuelo Jaehaerys, ya te lo dije yo, ahora tu piensa.

—Que te parece Aelaryon.

—Me gusta, suena imponente.—Ambos niños miraron los huevos por un rato

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