01 : Hell in earth.

235 14 0
                                    

Las lágrimas corrían por mi rostro como si de cascadas se tratasen mientras oía los gritos de mis padres desde el primer piso y colocaba mis manos sobre los oídos de mi hermanito para que no escuchara lo que pasaba abajo, era realmente estresante vivir día a día la misma situación en éste infierno que las personas ajenas a nosotros llamaban "hogar", ni siquiera estaba segura de que era lo que había ocurrido ésta vez, solo recuerdo haber estado con mi hermano preparándonos para dormir y de la nada mamá y papá comenzaron a pelear, otra vez. Tomé a Hyo en brazos y lo coloqué sobre mi cama, después le puse mis audífonos y le dí mi celular para que viera alguna caricatura hasta que se quedara dormido, luego de algunos minutos los gritos finalmente pararon y se escuchó un portazo, después todo quedó en silencio.

Dejé a mi hermano acostado en mi cama, me bajé de ésta misma, lo cubrí con mis cobijas, caminé hacia la puerta y la abrí, salí de la habitación, después me asomé por las escaleras y vi a mi madre sentada en el medio de la alfombra de la sala mientras lloraba desconsoladamente y trataba de ahogar con sus manos los sollozos que salían de sus labios para que Hyo y yo no la escucháramos llorar. Cerré la puerta detrás de mí, bajé las escaleras a toda velocidad, corrí hasta mi mamá y la abracé con todas mis fuerzas mientras trataba de secar sus lágrimas, su llanto se incrementó un poco más al sentir mis brazos rodearla, sin embargo, ella no se separó, me abrazó de vuelta y se permitió llorar conmigo por unos minutos, en los cuales solo me limité a acariciar su cabello en un intento de calmarla y disminuir su llanto al menos un poco. Mamá logró calmarse al cabo de unos cuantos minutos, después fuimos a la cocina y la hice sentarse en uno de los banquillos del mesón mientras le preparaba un té de manzanilla para que se calmara por completo, ninguna de las dos decía nada, solo permanecimos en silencio hasta que terminé de preparar el té y me senté frente a ella, mirándola con cierta preocupación.

-No es justo que tengas que ver a tu madre en éste estado tan deplorable y sumamente patético... Se supone que soy yo quien debe consolarte... -Dijo mamá soltando una pequeña risa apagada, sin ganas y sin ningún tipo de gracia en ella. -

-Tampoco es justo que tengas que vivir de ésta forma, y ser así de infeliz por culpa de papá. -Murmuré algo abrumada mientras dejaba la taza de té frente a ella y tomaba su mano, mamá no dijo nada, solo se quedó callada pensando en mis palabras. -

-Lo sé. -Respondió al cabo de unos minutos, después sorbió por la nariz y le dió un sorbo al té. -Lo sé... Realmente lo sé... -Susurró apretando los labios más para ella misma que para que yo la escuchara. -

-Si lo sabes... Entonces, ¿Por qué no haces algo al respecto?. -Le pregunté tomando de mi taza. -

-No es tan simple como parece, Mishi. -Habló con la vista fija en el contenido de su taza, y entendí que era mejor guardar silencio para no seguir atormentando más a mamá. -

Conversamos un poco más hasta que terminamos de tomar el té, luego subimos para irnos a dormir, le ofrecí dormir conmigo y Hyo, cosa que ella no pudo rechazar en cuanto mi hermanito se asomó por la puerta y la llamó sonriendo. Mamá entró a mi habitación y se acostó junto a mi hermano dejando un espacio para mí, cerré la puerta detrás de mí, puse a cargar mi celular después de que Hyo me lo regresara, apagué la luz y corrí a la cama como una niña pequeña, después me acosté junto a mamá y Hyo, mamá besó la frente de ambos y nos abrazó antes de susurrar un pequeño y suave "Buenas noches, mis ángeles" que me hizo sonreír ligeramente, justo antes de quedarme dormida.

[...]

Papá no volvió a casa anoche, pero en realidad eso era lo que menos me importaba, lo único que me importaba era que mamá ésta mañana en particular se veía realmente tranquila y tan serena, me atrevo a decir que hasta algo feliz, cosa que no pasó desapercibida por mi pequeño hermano -que a pesar de tener tan solo tres años, se da cuenta de muchas de las cosas que pasan a su alrededor.- y por mí. Me gustaba verla así, ¿Era mucho pedir que mamá estuviera así de tranquila y serena todos los días...?

Gangsta | Jay ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora