09 : I hate you. part. 1

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*meses después*

No me gusta sonar como una persona perezosa -porque no lo soy, de hecho, soy bastante activa y hago ejercicio cada vez que puedo.- , pero realmente amo demasiado dormir, aún así, nunca ha sido un problema para mí levantarme de la cama para prepararme e irme al colegio, y es precisamente por eso que tengo un mal presentimiento acerca de éste día, y todo desde el preciso instante en que desperté. Desde el momento en que me costó abrir los ojos y sentí el cuerpo pesado, supe que algo que no estaba bien, o que algo malo pasaría, sin embargo y a pesar de todo ésto, decidí ignorar aquel mal presentimiento que tenía encima y simplemente comencé a arreglarme para ir al colegio, o se me haría tarde. Hoy cumplía cinco meses de noviazgo con Jay, por lo que estaba de buen humor, y muy emocionada por llegar al colegio y verlo.

Por otro lado... Las cosas en casa han estado bastante tensas desde hace algunos unos días: papá regresó a casa y estaba molesto por algo, y por eso mismo buscaba cualquier mínimo motivo para pelear con mamá y gritarle, mamá estaba bastante estresada y agobiada por eso, y tendía a romper en llanto durante la noche cuando creía que nadie la oía, pero Hyo y yo nos dimos cuenta la tercera vez que ocurrió. Por todo lo que está pasando en nuestra casa y el estrés que ésto genera, mamá le pidió a Jin-young y a Chaeryeong que se llevaran a Hyo a la suya por unos días en lo que ella resolvía toda la situación en casa, mamá, Jin y Chaer querían que yo también me fuera con éstos últimos, pero me negué rotundamente, dejar sola a mamá no era una opción para mí, y menos en ésta situación por la que estamos pasando. Ya han pasado tres días desde que Hyo está en casa de Jin-young, y la verdad es que se me hace demasiado raro y triste no tenerlo cerca, o verlo detrás de mamá o de mí todo el día, me siento vacía desde que mi hermanito ya no está en casa conmigo.

Una vez estuve lista, comencé a bajar las escaleras para ir a la cocina, saludar a mi mamá y desayunar, pero no había ni siquiera terminado de bajar cuando me encontré con una escena que no me esperaba.

-¡Cierra la maldita boca!. -El grito de mi padre me hizo quedarme quieta en mi lugar, callarme por completo y asomarme de forma discreta por las escaleras para ver que estaba ocurriendo. Lo que pude ver fue a papá sentado en uno de los bancos del mesón de la cocina, y a mamá parada frente a él con los brazos cruzados y el semblante serio, notoriamente molesta. -¡No tienes derecho a reclamarme nada!. -

Ni siquiera eran las ocho de la mañana y ya estaban peleando...

-¡Claro que tengo derecho a hacerlo! ¡Soy tu esposa desde hace veintiséis años por si se te olvida! ¡Pero ya veo que el hecho de estar casados es algo que te importa realmente muy poco! -Le gritó mamá de vuelta, después la ví colocar un sobre amarillo encima del mesón de la cocina mientras miraba a papá con decepción y cansancio. -Llevo seis años intentando darle un hogar a mis hijos, porque ellos merecen crecer en un hogar, por eso es que aún estamos juntos... Así que hazme un favor y oculta bien tus bajezas la próxima vez, también lava mejor tus camisas antes de llegar a mi casa, apestan a perfume barato y están todas llenas de marcas de labial rojo... Ya tengo suficiente con saber que me engañaste una vez y te perdoné como una completa imbécil, como para que vengas a restregarme en la cara que lo sigues haciendo cada vez que se te antoja. -

Después de oír aquellas palabras salir de los labios de mamá, me deslicé contra la pared hasta quedar sentada en uno de los escalones, cubriéndome la boca con las manos para evitar que el sollozo lastimero y lleno de dolor que estaba en más profundo de mi garganta se escapara, pero no sirvió de nada, pues aún así logró escucharse. Mi mundo se derrumbó por completo en cuanto oí aquello, no podía creerlo, sabía de sobra que mi padre es una mierda de persona y lo creía capaz de todo, excepto de eso, no de engañar a mamá...

En cuanto mi sollozo se escuchó, ambos adultos miraron en mi dirección y se pusieron tan pálidos como una hoja de papel al verme.

-Mishi, cariño... ¿C-cuánto tiempo llevas ahí parada?. -Preguntó mamá notoriamente alarmada. -

Gangsta | Jay ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora