Capítulo 22.

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Capítulo de relleno.

Esa primera noche de pasión abrió paso a muchas otras noches igual de calurosas en las que Malakai liberó solo un poco de esos deseos que había comprimido desde que conoció al dulce muchacho llamado Honey. Si bien no hicieron más que tocarse mutuamente y restregarse, había algo diferente en ellos ahora que habían avanzado a tener una relación física.

Malakai siempre quería tocar a Honey. Y la verdad es que Honey siempre estaba bien con ser tocado.

Los días pasaron rápido.

Honey seguía sin encontrar un momento adecuado para comunicarle a Malakai que estaba dispuesto a intentar un poco del estilo de vida que le gustaba. Quería decírselo. Cada vez que lo intentaba, o se ponía muy nervioso o se le enredaban las palabras y terminaba balbuceando. Malakai estaba más que acostumbrado a sus balbuceos, así que siempre le daba un beso para calmarlo y no decía nada. Honey estaba frustrado. No hallaba la manera de expresarle a Malakai lo que quería.

Dejando eso de lado, la pastelería iba muy bien. En la última semana le habían hecho más pedidos de los que podía recordar, todo gracias a que Malakai había puesto anuncios del local en todas sus empresas. Cómo las empresas Willcott eran bien conocidas y tenían un extenso personal, muchas personas habían tomado la sugerencia de ir a visitar la pastelería, quedando encantados inmediatamente por los dulces que vendían.

Honey estaba feliz. Su relación con Malakai iba muy bien. Eran más unidos con cada día.

Justo ahora el hombre estaba ayudándole a hornear una bandeja de brownies. Sus intenciones eran buenas, pero sus habilidades en la cocina dejaban mucho que desear. A pesar de eso Honey agradecía la ayuda, pues no era el tipo de persona que acostumbraba a recibir ayuda cuando se trataba de la pastelería además de Irina. Con Malakai era distinto porque tenía que irle dictando detalladamente todo lo que debería hacer. Malakai no sabía nada de pastelería y eso se hizo más que evidente cuándo casi volcó un cuenco lleno de sal en la masa para cupcakes. La repostería no era una de las cosas que sabía hacer.

Honey soltó una risita muy mal disimulada al ver que Malakai, una vez más, se había llenado la cara de harina al vertirla sobre el tamizador demasiado rápido. Su cara estaba blanca y Honey sentía que iba a morirse de la risa.

Malakai bufó, limpiandose los ojos antes de mirar a Honey con una mirada maliciosa. El castaño ni siquiera tuvo oportunidad de reaccionar antes de sentir cómo cubrían su cara con la harina.

—¡Malakai!— chilló Honey, riendo a pesar de que estaba lleno de harina.

Malakai empezó a reírse.

—Usted es malo.

El mayor sonrió débilmente, llevando una mano a la mejilla de Honey antes de darle un beso. Honey se sonrojó, pero se dejó llevar por el beso y terminó ensuciando su rostro aún más.

Tuvieron que separarse cuando la harina entró a sus bocas.

La pareja se limpió calmadamente antes de continuar con la elaboración de los brownies y dulces. Terminaron casi al mediodía, por lo que Malakai salió durante un breve momento oara traerles el almuerzo. Cuando volvió ambos se sentaron frente a la mesa de la cocina y comieron en silencio, sus miradas cruzándose de vez en cuando de la manera más amorosa posible. Tenían un brillo peculiar cada vez que se veían.

Honey estaba tan feliz que apenas notó el paso del tiempo. No fue hasta después de un rato que notó la puerta de la cafetería abrirse. No eran clientes porqué habían cerrado el local tiempo atrás, así que debía ser Irina. Sí, eso pensó Honey.

Sin embargo no esperó encontrar a su tía Clarissa de pie en la puerta, sus brazos cruzados y su rostro contraído en una mueca de disgusto. Honey supo solo con verla brevemente que su dulce tarde iba a tornarse amarga.

Clarissa era la hermana de su padre, una de muchas. Honey no la conoció durante su infancia, solo llegó a estar en su presencia cuando entró en la adolescencia y sus padres decidieron que ya no debían cuidar de él. Clarissa intentó meterse en su vida por todos los medios. De no haber sido por la tía Eleanor, Clarissa habría llenado su cabeza de esas ideas retrógradas que regían su vida. Siempre fue mala con Honey por el simple hecho de que él era distinto, de carácter dócil cuando debía ser rudo. Ella lo odiaba. Mas eso no impedía que fingiera quererlo.

Honey sabía que iba a decir algo terrible porque era consciente de como se veía en ese momento, tan cerca de Malakai que nadie podía negar cual era su relación.

—Honey. ¿Puedes explicarme quién es éste individuo?— habló Clarissa, mirando despectivamente a Malakai.

Tenía miedo pero no quería ocultar su relación con Malakai.

—E-Es mi novio, tía. Se llama Malakai.

A la mujer no podría importarle menos su nombre. Al oír la palabra "novio" todo su rostro se arrugó.

—Honey, creí que te habías deshecho de éstos impulsos antinaturales. No puedo creer que Eleanor te permita actuar de éste modo.

—Tía...

—¿Tu, saliendo con un hombre? Ah, que desagradable.

Honey estaba avergonzado ahora. No quería incomodar a Malakai, y su tía parecía no tener otro motivo para estar allí.

—Tía, por favor vete…— a Honey le costaba mucho ser grosero con su familia.

Malakai salió a su ayuda, hablando y atrayendo la atención de la mujer.

—Un gusta conocerla, señora. Soy Malakai Wilcott, el novio de Honey.

—Sí, sí… — la mujer se detuvo de repente. —¿Malakai Wilcott?

—Sí.

Honey jamás había visto a su tía tan feliz como estaba en aquel momento. Parecía que le iban a salir estrellitas en los ojos en ese momento. Eso le confundió porque apenas unos segundos atrás su tía estaba lista para humillarlo.

Confundido, Honey miró al hombre a su lado con las cejas arrugadas. Se veía tan adorable que Malakai fue incapaz de contenerse y le apretó la nariz con cariño.

—¡Honey! ¡Debiste decirme que salías con Malakai Wilcott! ¡Es un excelente partido para ti!

¿Qué?

Su tía empezó a acercarse a Malakai, abrazándolo y hablando tan rápido que Honey apenas entendió todo.

Él seguía confundido.

¿Malakai era famoso? ¿Por que su tía actuaba así?

Honey no entendió del todo.

Chubby Boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora