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(...8 de Agosto de 1985...)

- Max...

Max se quedó en silencio.

- Maxine Mayfield.

Max suspiro- Lo siento, no quise-quiero decir- pues esque yo-y luego....- Max sonrió nerviosamente, pero divertida.

Will soltó un suspiro- Ni una palabra sobre esto- Dijo apuntando a Max con un dedo.

Max asintió varias veces.

- Tengo la boca cerrada con cierre.

Will negó con la cabeza divertido.

- Pero enserió, ¿Mike Wheeler?, ¿de todas las personas, tenía que ser él?

- MAX!!!

- Lo siento, lo siento, ya me callo.

Will suspiro tapándose las cara con las manos- ¿Cómo fue que terminamos hablando de esto de todos modos?

Max se encogió de hombros- Salió sólito.

Will dejo que una sonrisa divertida se deslizara en su rostro.

- Por lo menos se que no puedes vivir sin tu Lucas- Dijo mirando directamente a Max, que en cuestión de segundos su rostro estaba igual de rojo que su cabello, Will se rió.

- WILL!!!

///(HACE APROXIMADAMENTE UN AÑO)///

La primera persona a la que William Byers le dijo que era gay fue, curiosamente, Max Mayfield.

Will sabía que no tenía motivos para preocuparse, porque estaba absolutamente seguro de que ella lo aceptaría. Tenía pruebas, en realidad. Entre el segundo y el tercer período del otro día, cuando los dos iban caminando al gimnasio, dos chicos mayores pasaron caminando tomados de la mano. Tommy, el que solía ser amigo de Steve, gritó insultos a la pareja mientras pasaba caminando, Max no tardo en gtitarle a Tommy más fuerte que se callara la boca, o algo así, Will estaba demasiado conmocionado para decir algo, pero los chicos mayores le agradecieron a Max, y cada vez que Max se cruza con ellos en el pasillo, siempre la saludan con la mano o asintiendo con la cabeza.

La fiesta fue en The Palace Arcade, jugando sus juegos tarde una noche, y después, uno por uno, todos se fueron en sus bicicletas, excepto Will y Max. Joyce todavía tenía su control intangible sobre Will, asustada cada vez que llegaba a casa demasiado tarde o caminaba solo por el bosque, ella siempre insistía en llevarlo a casa, e incluso llegó a llamar a los padres de Max para ofrecerles un paseo para conocerla mejor.

Era demasiado dulce.

- Hace frío, ¿no?- Max dijo en el silencio, temblando contra la pared de ladrillo.

La sala de juegos estuvo cerrada durante mucho tiempo y Joyce llegó tarde, pero las luces de neón de los letreros se iluminaron lo suficiente para que Max y Will se vieran los contornos. Durante años, Will se preguntó por qué mantenían las luces encendidas después de horas e incluso cuando estaba cerrado, pero siempre había sido demasiado tímido para preguntarle a la gerencia. De todos modos, todos querían a Will, porque era el habitual más educado que tenían. O tal vez fue porque era un contraste aliviador con Dustin, quien siempre maldecía en los juegos y los acusaba de juegos fraudulentos. Entonces Will se dio cuenta de que probablemente debería responderle a Max.

- Qué? Oh, sí- Will dijo, sacudiéndose a sí mismo fuera de los pensamientos y recuerdos- Pero no le digas a mi mamá que dije eso, ella me advirtió que usara una chaqueta o sudadera y me juró que me arrepentiría de no usarla.

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