Epílogo✿

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Dos meses después 

―¡Felicidades a los graduados! ―. Naia llevaba varios ramos de flores para su novio, hermano y amigos ―. Woah, no puedo creer que me hayan dejado sola en este lugar. 

La rubia hizo un puchero que fue casi irresistible para Seokjin, quien tomó las mejillas de Naia y atrajo su rostro hasta sus labios para poder besarla. Tanto Namjoon como Hoseok empezaron a burlarse de él. Finalmente habían conseguido salir de la escuela y ahora los esperaba un nuevo capítulo, donde quizás algunos de ellos se separarían y otros permanecerían juntos. En el caso de Yoongi, quien había tomado la decisión de ingresar a la universidad nacional de Seúl para estudiar una licenciatura en matemáticas. 

Namjoon y Seokjin se irían por su sueño de convertirse en idol, mientras que Hoseok se tomaría un tiempo antes de entrar a la universidad. Empezaría a dar clases de baile en una academia cerca de la escuela. Empezaría sus ahorros para comprarse su auto deportivo con el que tanto ha soñado. 

―Felicidades, Min Yoongi ―. Eun Dan-oh se acercó a él y le sonrió con amabilidad ―. Espero que tu vida vaya bien a partir de ahora. 

―Espero que tú también tengas una buena vida en tu nueva etapa, Eun Dan-oh ―. El pelinegro le devolvió el gesto. 

La chica asintió, desviando su mirada hacia Namjoon, quien reía a la par de Hoseok y Seokjin. Soltó un suspiro y apartó la mirada del chico moreno; Yoongi notó aquello, por lo que la animó a que se acercara. 

―No sé qué decirle ―. Murmuró quedita ―. Lo rechacé muchas veces que...

―¿Qué tal si le invitas algo? ―. Sugirió el chico ―. Te aseguro que él aceptará de inmediato. 

―¿Tú crees? ―. Yoongi asintió. 

Eun Dan-oh tomó una respiración profunda y después de animarse a sí misma, se acercó a Namjoon para invitarlo a salir a tomar algo. El moreno se vio sorprendido, pues no imaginaba que aquella chica finalmente le pediría que salieran juntos, quizás no como una pareja, pero por algo se empezaba ¿No? Yoongi los observó con orgullo al ver como se despedían de todos y se alejaban tomados de las manos. Eun Dan-oh no encontraría a un chico que la quisiera como Namjoon la quería. 

―Bueno, parece que hemos perdido a Namjoon ―. Mencionó Hoseok ―. ¿Quieren ir por algo de comer? 

―Yo no puedo ―. Respondió Yoongi ―. Quedé de ir a la graduación de Sakura. 

―Oh, bueno, entonces solo seremos nosotros tres ―. Comentó Seokjin ―. Saluda a Sakura de nuestra parte. 

Yoongi asintió y a pasos apresurados se fie alejando de sus amigos. Había finalizado una etapa de su vida, más nunca pudo decirle a Naia que él estaba enamorado de ella. Yoongi pensó que Naia no merecía cargar con el peso de sus sentimientos no correspondidos, por lo que había tomado la decisión de callárselos. Quizás en el futuro, cuando ya no doliera en lo absoluto, él le diría sobre sus sentimientos. Tal vez sería divertido recordar que amó profundamente a la novia de su mejor amigo. 

Cuando Yoongi llegó a la escuela de Sakura, muchas chicas se lo quedaron mirando, pues no era normal que los chicos de otras escuelas visitaran la de ellas. El chico recordó que no había comprado flores para Sakura, pero ya era demasiado tarde como para devolverse a comprar unas, tampoco podía darle las que Naia le había dado. Sakura podía ofenderse por eso, pero entre más pensaba en qué darle, la pelirosa empezaba a acercarse a él. 

Con una sonrisa en los labios, Sakura rodeó los hombros de Yoongi. 

―¡Estás aquí! ―. Exclamó con una evidente emoción ―. ¡Felicidades por tu graduación, Min Yoongi! 

―Felicidades a ti también, Sakura ―. Mencionó Yoongi en un tono cabizbajo. 

―¿Sucede algo, Min Yoongi? ―. Preguntó ella un poco preocupada. 

Yoongi se separó de ella y la observó con cierto sonrojo en sus mejillas; para Sakura fue tierno, pero no dejaba de preocuparse porque algo malo le estuviese pasando al chico. 

―Es que no traje nada como regalo ―. Suspiró ―. Lo siento. 

Definitivamente Yoongi era demasiado tierno. Sakura negó divertida y en un abrir y cerrar de ojos le había robado el primer beso a Yoongi. Fue algo realmente efímero, pero muy significativo. Sakura mantenía sus mejillas sonrojadas al igual que Yoongi y para estas alturas, ninguno apartaba la mirada del otro. 

―Yo tampoco tengo un regalo para ti, Min Yoongi ―. La chica levantó sus comisuras ―. ¿Quieres ir conmigo a comprar uno? 

Yoongi asintió aun sin poder asimilar que la chica lo había besado. Sakura le pidió a Yoongi que la esperara un momento, pues tenía que ir por unas cosas que había dejado en su salón de clases y mientras ella regresaba, Yoongi pensaba en que había dado su primer beso y aun cuando sintió un cosquilleo en su estómago, estaba seguro de que no había llegado a experimentarlo por completo. Seokjin muchas veces le había mencionado sobre las fantasiosas mariposas en el estómago y ahora había crecido en él aquella curiosidad. 

Cuando Sakura regresó, Yoongi la observó por completo. Su cabello rosado estaba atado a una coleta alta y sus labios se mantenían curveados hacia arriba. Ella era tan bonita, tan bonita como la flor de loto que florece en la primavera. Y ese era el significado del nombre de Sakura: flor de loto. 

―Vamos, Min Yoongi ―. Tomó la mano del chico. 

Pero Yoongi no avanzó ningún paso, lo cual hizo que Sakura se girara a verlo con el ceño fruncido. 

―¿Ocurre algo?

Yoongi negó. 

―Sakura, la próxima vez te prometo ser yo quien te bese primero ¿De acuerdo? 

La mencionada no pudo evitar sonrojarse hasta las orejas, pues la reciente confesión de Yoongi la había tomado por sorpresa. Para Yoongi fue la imagen más linda del  mundo. 

―De acuerdo. 







***

Es todo, gracias por llegar hasta aquí 

Te prometo ser yo » Min Yoongi; BTS ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora