Prólogo✿

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―¿Nunca lo has pensado? ―. Preguntó su mejor amigo ―. Es decir... Ella se muere por ti. 

―No es la clase de chica que me gusta ―. Respondió él, observando fijamente a la chica de la que hablaban ―. Además, a Namjoon le gusta. 

El chico de cabello castaño claro bufó con desagrado; siempre que intentaba hablar con su amigo con respecto al mismo tema, le daba la misma respuesta. Era cansado que su amigo solo estuviera enfocado en sus estudios o en sus entrenamientos. Yoongi tenía que hacer otras cosas, en un par de meses finalizarían la escuela y se irían a la universidad. ¿Acaso él no se daría cuenta que estaba desperdiciando la mejor etapa de su vida? Seokjin suspiró y negó al ver como Yoongi se enfocaba en terminar sus ejercicios de matemáticas. 

―Oye, ya deja eso y préstame atención ―. Pidió el castaño ―. Terminaremos la escuela ¿No te gustaría tener al menos una novia? 

Yoongi se o pensó; claro que le gustaría tener una novia, claro que le encantaría ir a citas y tomarse de la mano con una chica, pero no podía hacerlo. La chica que le gustaba estaba fuera de sus límites y solo lo veía como su amigo, sin embargo, ese no era el mayor problema de todos. Yoongi estaba enamorado de la novia de su mejor amigo. Naia Jung era la chica más increíble que Min Yoongi pudo conocer alguna vez. 

Se conocieron cerca de dos años atrás, cuando él iba a sus entrenamientos nocturnos y por simple cuestión del destino, Yoongi decidió quedarse divagando por el gimnasio mientras esperaba a que el resto de sus compañeros de equipo llegaran. Ahí fue donde la vio por primera vez, con su corto cabello rubio atado a una pequeña coleta que estaba casi desarmada. Con pantalones cortes que se ceñían a sus bonitas y bien marcadas piernas. Yoongi creyó haber visto un ángel ese día. 

―No es algo en lo que esté interesado, Seokjin ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? ―. Yoongi soltó un suspiro cansado. 

― Pues tendrás que hacer algo para que te interese ―. Mencionó el más alto. 

―¿Por qué? ―. Preguntó el pelinegro con desgano. 

―Porque Eun Dan-oh piensa que tendrá una cita contigo esta tarde ―. Respondió ―. Y antes de que digas algo, esto fue idea de Hoseok. 

Yoongi quiso golpear el rostro de su amigo, así como también deseaba que Hoseok estuviese en frente para darle una patada en la entrepierna ¿Por qué siempre conseguían ponerlo en situaciones incómodas? Pero sobre todo ¿Namjoon estaría de acuerdo con esto? Yoongi no deseaba ser un mal amigo, suficiente tenía con componerle canciones a la novia de Seokjin, no quería cargar con el peso de haberse interpuesto entre Eun Dan-oh y Kim Namjoon. 

―¿Por qué hicieron algo tan estúpido? ―. Preguntó el pelinegro con enojo ―. Eun Dan-oh se creará ideas equivocadas, yo no quiero salir con ella. 

―¡Está bien, está bien! ―. Seokjin rezongó con frustración ―. ¿Entonces qué quieres? 

―Que me dejen vivir en paz ―. Rodó los ojos ―. ¿Alguna vez me has visto interesado en alguien? 

Seokjin negó. Había sido el mejor amigo de Yoongi desde que eran niños, pero nunca lo había visto interesado en nadie. Seokjin incluso se imaginó que a Yoongi no le gustaban las chicas, pero descartó la idea cuando él mismo decidió hacerle la pregunta. Ese día se ganó un golpe, pero había conseguido salir de dudas. Él no quería invadir la privacidad de Yoongi, solo quería que su mejor amigo cambiara la rutina. Ya era un buen estudiante y un buen deportista ¿Por qué no intentaba salir con alguien? 

―Solo intenta tener esa cita con Eun Dan-oh ―. Pidió Seokjin ―. Ella en verdad desea salir contigo. 

Yoongi levantó la mirada y se encontró con el rostro de aquella chica que Seokjin tanto le mencionaba. Ella lo observaba con dulzura y anhelo, en verdad deseaba salir con Min Yoongi; éste apartó la mirada de ella y se enfocó en su mejor amigo, el cual lo animaba a darse una oportunidad con la chica de cabellera castaña. Yoongi frunció su rostro y dejó caer su frente contra el escritorio. 

―Bien ―. Respondió ―. Saldré en una cita con ella. 



***

El viernes por la tarde, Yoongi se encontraba sentado uno de los bancos del parque cerca de la escuela.  Miraba la hora en su reloj de mano cada cinco minutos, estaba empezando a aburrirse de tanto esperar. Seokjin no le contó esta parte de la cita, donde él tenía que esperar hasta que Eun Dan-oh llegara a su encuentro. Yoongi estaba decidido a irse si la chica no se aparecía dentro de los siguientes dos minutos. 

¿Por qué tenía que esperar por una chica que no quería? Pasados los dos minutos, el pelinegro se levantó, arregló su cabello y se dispuso a marcharse. No iba a regresarse a casa, tal vez llegaría un rato a la casa de Hoseok, con suerte podría ver a Naia desde la habitación de su amigo, porque si, Naia Jung era la hermana menor de Jung Hoseok. Sin embargo, antes de que Yoongi pudiese marcharse, Eun Dan-oh se apareció en frente de él. Traía unas pequeñas flores en las manos y una sonrisa radiante pintada en el rostro. 

―Lo siento ¿Esperaste mucho? ―. Preguntó. 

―¿Y tú qué crees? ―. Respondió él. 

Había sido completamente arrogante al dar su respuesta, pero Dan-oh en lugar de enojarse, solo sonrió. Yoongi sintió pena por ella, porque no merecía recibir esa clase de tratos. Ella merecía a alguien que de verdad anhelara pasar el rato en una cita, no a un chico que había sido obligado a asistir. 

―Perdóname, te prometo que no volverá a pasar ―. Sonrió de nuevo ―. Traje estas para ti.  

Eun Dan-oh extendió las pequeñas flores perfectamente cortadas de su jardín, esperó paciente a que Yoongi las tomara, pero nunca sucedió. Aun cuando ella quería mantener la sonrisa en sus labios, no pudo evitar que sus labios formaran una curva inversa. Su pecho dolió en cuanto Yoongi rechazó sus flores. Quiso aguantarse las ganas de llorar, hizo su mayor intento por sonreír, pero solo conseguía que unas muy visibles muecas se mostraran. 

―Escucha, Eun Dan-oh, yo-

―¡Lo entiendo! ―. Interrumpió las palabras del chico ―. No te gustan las flores. Procuraré no traerlas de nuevo ¿Está bien? 

Yoongi se sintió miserable cuando vio que un par de lágrimas bajaban por las mejillas de la castaña. Suspiró derrotado y se maldijo por lo que estaba a punto de hacer. Dio un paso frente a la chica y tomó las flores que ella había traído. Sacó una de ellas y la acomodó detrás de su cabello, apoyándola sobre su oreja. Sabía que ese gesto la confundiría, pero no podía verla llorando. Limpió sus lágrimas y seguidamente la tomó de las manos. 

―Estamos en una cita ¿No? ―. Levantó sus comisuras ―. Deberíamos darnos prisa y disfrutar de esto. 

*** 

Gracias por darle una oportunidad 

Te prometo ser yo » Min Yoongi; BTS ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora