C a p í t u l o Q u i n c e

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"Louis..." Masculló, en forma de regaño mientras daba los toques finales a la pieza de madera en frente de nosotros. Me mantuve en silencio total viendo lo bien que había resultado su trabajo. ", sabes que no siempre voy a estar aquí, ayudándote. "

Bufé irritado. Aquí vamos de nuevo.

"Sí, mamá, lo sé."

"Debes aprender este tipo de cosas por ti mismo."

"Sí, ya sé-" Y antes de que pudiera terminar la oración, interrumpió ella de manera abrupta y apresurada.

"Porque vas a ser papá pronto y necesitas mucha responsabi-"

"¡Joder, lo entiendo!" Interrumpí de igual manera, arrepintiéndome de inmediato al notar su cara de desagrado y enojo. "Lo siento, ma." Susurré avergonzado, encogiéndome en mi lugar.

"¡Louis! ¡Sabes que odio que uses ese lenguaje y que seas tan grosero conmigo!"

"Lo sé, lo sé. Ya dije qué lo siento."

Una nueva mueca se volvió a plasmar en su cara, más dejo el tema en el olvido. Agradecí por eso en el fondo. "Bien... Mejor dime si trajiste las cosas que podías necesitar."

"Eh... ¿Sí?"

Rodó los ojos, divertida y sus orbes azules casi idénticos a los mios, dieron un rápido vistazo por la pieza, revisando con saña cada rincón. Su mirada se quedó en un punto específico y casi al instante soltó un breve suspiro, negando varias veces con la cabeza. Seguí el camino que había hecho con la mirada, mirando por un par de segundos antes de voltearme de nuevo, ligeramente avergonzado.

"Voy a finjir que las cosas no están tiradas y arrinconadas en una esquina sucia como si fueran una de tus camisas, sólo porque de alguna manera no me extraña."

"Bien, yo también lo haré." Observé por el umbral de la ventana; el sol empezaba a ocultarse, dejando borrones de color anaranjado por lo ancho de cielo. El ambiente lucía calmo, con la suave brisa dar a los árboles, el sol escondiéndose para dar paso a la calma noche y su silencio, y yo sólo tenia algo en mente. "Mamá, dentro de poco va a caer la noche. No quiero que te pasé nada malo ahí afuera, ya sabes, cómo una pulmonía, sabes que te adoro."

Ella alzó la cejas mientras abría ligeramente la boca. Parecía casi indignada. "¿Me estás echando, Louis Tomlinson? ¿A tu madre? ¿La mujer que te llevó nueve meses en su vientre, la que cuidó, te vistió y alimento por tantos años? ¿Así es cómo me lo pagas, echánd-...?"

A veces exagera un poco. Claro que no quería que se fuera, su compañía siempre es agradable y sin contar qué su visita de hoy me había quitado un peso de encima, talvez la invite más seguido. Sí. Talvez. Pero una persona necesita su espacio para respirar, para analizar, para encontrase con su "yo interior" en un espacio neutro y calmo y ella..., me agobia. O bueno, talvez yo soy el que exagerado.

Le Interrumpí rápidamente.

"No, mamá, claro que no."

Su semblante pareció cambiar al instante a uno mucho más vivo y alegre, sus ojos brillando en raro toque de esperanza. Quién le dijo que la actuación no iba con ella, estaba jodidamente drogado.

Inmediatamente, prácticamente chilló, haciendo que un ligero zumbido apareciera en mi oído.

"¿Entonces puedo quedarme? ¿A dormir, quizá?"

Estaba seguro cómo el infiero que eso no iba a pasar. No, no, no. Si la dejaba quedarse hoy seguramente tomará pase libre, dando por consecuencia a que se quiera quedar el día siguiente, y el siguiente, y el siguiente, y el...

"¿Qué? No, mamá."

"¡Pero, Louis! Yo sólo extraño aquellos tiempos en los que solía quedarme a dormir en tu cuarto porque tenías miedo, dime, ¿No extrañas esos tiempos tú también? Yo sólo quiero cuidarte."

Bufé exasperado. Si no paraba con su sentimentalismo, probablemente vomitaría. Aquí y ahora. "Sí, sí, que bien por ti mamá..." Sin aviso, me dirigí hacia ella, tomándola lo más suave y sutil que podía mientras la empujaba hacia la entrada. Claro, no faltaron unos buenos jaloneos de su parte para evitar que la moviera. Con poco de dificultad llegamos poco antes de encontrarnos con la puerta. ", pero puedes cuidarme desde bien, bien lejos. ¿Irak está bien para ti?"

"¡Louis! ¡Esto es inaceptable, eres un insensible!"

"Puedes llamar a Pare de Sufrir si quieres, o hasta mandar tu penoso caso a La Rosa de Guadalupe. Estoy seguro que se entusiasmaran con esta historia, pero no hará que cambie de opinión."

"Mira, Louis, puedes dejar tu sarcasmo don-"

Sus palabras fueron cortadas de improvisto cuando, ambos, logramos escuchar mi voz previamente gravada. Un estremecimiento se abarcó por todo mi cuerpo al escuchar lo que contenía ese mensaje. Podría jurar qué sentí como una gota de sudor frío aparecía en mi cuero cabelludo para bajar por mi frente. Un revoltijo de se sintió en mi estómago. No sé si de nervios o alegría a lo que había escuchado.

"¡Hola. Soy Louis Tomlinson y si no contesto es porque tengo cosas mejores que hacer qué contestarte, así qué ya sabes que hacer!"

"Emm... ¿Señor Tomlinson? Soy uno de los encargados de su caso. Traté de comunicarme a su celular durante todo el día, pero no ha contestado, y bueno, sólo llamaba para hacerle saber que su caso va de maravilla; de hecho, la cita final con el juez será a final de semana. Cabe recordarle que no pueden faltar. Ambos, usted y su prometido. ¡Feliz día a usted y a Harry!" Y sin más cortó.

Con lentitud giré el rostro para observar mejor a Jay, a quién seguía apresándole el brazo suavemente. Su cara miraba petrificada al objeto infernal que se hacía llamar teléfono, ¿Cómo mierda no reaccione al sonido? Tragué duro, sin realmente saber qué decir-sin querer decir nada, de hecho-y la mire esperando su reacción. ¿Y si le daba algo? Su cara parecía haber palidecido tres tonos, y de pronto volteó; me miró confusa al principio para después soltarse de un jalón de mi agarre, ésta vez, mirándome con ira destellando de sus ojos.

Y de nuevo ese sentimiento en mi estómago. Sí, eran nervios.

Y sí, estoy jodido. Mierda.

Impuntual se nace ah.

De verdad perdón por actualizar tan tarde pero en estas últimas semanas he tenido muchos problemas y mi frustración no puede llegar más lejos. Pero sé que a nadie le importa eso, así que voy a tratar de que mis problemas no afecten a mi ánimo y a ésta historia ((que es un asco y no sé por qué leen ahr))

Y les tengo una buena noticia. A las que conocen la historia oscura del salón; ya no estoy trabajando so ¡voy a tener más tiempo de escribir! Sí, chicas, renuncié. Sí, chicas, soy un fracaso. Y sí, vuelvo a ser pobre. R.I.P a mi salario jajajaja

Hasta más pronto de lo que creen

¿Papá Soltero? †Larry Stylinson AU†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora