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La mañana siguiente fue extremadamente incómoda para Harry, no podía ver a Louis levantarse tan contento y animado como cada mañana cuando ayer lo había sentido restregarse contra él. Obviamente, Louis no tenía idea de lo que pasó ayer porque actuó dormido.Se levantaron y se dieron los Buenos días, empezando a salir de la comodidad de la cama del castaño.
"¿Quieres que haga el desayuno antes de que nos vayamos?" preguntó Louis animado, pasando la mano por su desastre de cabello. Harry le dio una sonrisa sincera.
"Por favor" susurró, para después caminar hasta el armario de Louis y buscar algo de su propia ropa que había dejado olvidada. Louis asintió.
"Esta hasta el fondo" comentó antes de salir, refiriendose a la ropa del rizado.
Harry buscó donde le había dicho y escarbo y escarbo hasta dar con unos jeans de mezclilla azul, una camisa lisa negra y un swetter color crema y sin más se dirigió al cuarto de baño.
Encendió la regadera y espero unos momentos hasta que el agua estubiera a una temperatura adecuada. Se deshizo del boxer negro que traía y se metió bajo la lluvia artificial, dejó que todo su cuerpo se mojara y disfrutó de la sensación tan cálida que el agua le daba.
Tomó el bote de shampoo de Louis con olor a frutas y se echó un poco en la mano, llevándosela a su cabello para empezar a masajear. Dejó que el olor se impregnara bien en su cabello y después enjuago con suficiente agua e hizo el mismo proceso de enjabonar y enjuagar con su cuerpo.
Salió rápidamente cuando escuchó a Louis llamarlo para que se apurara. Tomó la toalla que había ahí y se la enredó en su cadera, sacudió su cabello y salió de ahí.
Vio su ropa descansar en la cama de Louis y se acercó a ellas, se puso la misma ropa interior porque eso era lo único que no había en su casa. Metió primero una pierna por el pantalón y pasó a la otra, aún estando mojado.
"¡Harry, Muévete que se nos hace tarde!" gritó y Harry rodó los ojos en respuesta.
"¡Ya voy!" gritó de igual manera, terminadose de vestir.
Corrió hacia la mesa de noche donde estaba el espejo y tomó us poco del desodorante de Louis. Observó que más podía utilizar y tomó un poco de su colonia.
Pasó una manos en sus húmedos rizos y les dio un poco de forma. Cuando se aseguró de estar más o menos decente, fue hasta la cocina y vio a Louis sirviendo jugo a uno de los 2 vasos que ahí había.
Louis levantó la mirada y señaló con la cabeza la comida enfrente de él; habían huevos revueltos, unos trozo de tocino recién hechos y una tostada.
"Ven, come" dijo Louis, sacando una silla para que se pudieran sentar.
Harry se aproximó con pasos lentos, aún tenía sueño y se sentó y empezó a beber del jugo que había a un lado de su plato.
Degusto el buen sazón de Louis cuando metió un poco de comida a su boca, observando como Louis pasaba el jugo de naranja por su garganta, lo tragó apurado, terminadolo en menos de 30 segundos.
"Voy ir a darme un baño rápido mientras tú comes, ya vuelvo" avisó antes de empezar a correr de nuevo hacia su cuarto. Una risita ronca salió de los labios del rizado y se dispuso a terminar el rico desayuno que Louis le había hecho. Por un momento se preguntó preocupado si Louis ya había comido ya que sólo lo había visto tomarse un vaso de jugo.
5 minutos después terminó de comer y escuchó un ruido seco, proveniente del cuarto de Louis, se preocupó cuando segundos después escuchó una maldición.
"¡AH! ¡Maldito! ¡Mierda!"
Se levantó rápidamente y fisgonio hacia el cuarto.
"¿Louis? ¿Estás bien?" preguntó preocupado.
"¡Sí! Sólo me golpee cuando me caí saliendo del baño" dijo a través de la puerta cerrada. "¿Ya terminaste de comer?" su voz sonaba un poco amortiguada por la gruesa pared.
"Sí."
Louis salió de la habitación ya listo y perfumado, sonriendo hacia su amigo. "Bien, porque yo ya estoy. ¡Vámonos!"
jaló de la mano de Harry, parece que ya se le estaba haciendo costumbre y salió apurado del pequeño pero cómodo apartamento de Louis.
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"¿Es aquí?" preguntó viendo asustado desde afuera el edificio de color blanco en frente de él. Volvió a sentir pánico y se dio media vuelta. "No puedo, Louis. Tengo miedo" suplicó que lo dejara ir cuando una mano interna tomó de la suya.
Lo vio con compasión. "Todo va a estar bien. Sólo respondes a todo lp que te digan y tratas de mantenerte calmado, eso es todo."
"Per..." se interrumpió, viendo a los ojos de Louis que lo miraban suplicante. "¿Estás seguro que todo va salir bien" su voz era pequeña e insegura. Enserio temía que alguien supiera la verdad. No quería meter a Louis en problemas, no quería meterse él en problemas.
Louis asintió repetidas veces con la cabeza.
"Sí, pero si te quieres ir, lo entenderé" susurró, soltando su mano con la de Harry y empezó a caminar hacia la entrada del edificio.
Harry se sintió mal, y aunque tuviera unas ganas increíbles de desmayarse, lo siguió y tomó de su mano, entrelanzado sus dedos.
Louis lo vio feliz y casi se lanza a abrazarlo de nuevo cuando sintió que ahora Harry era el que dirigía su andar hasta la puerta.
Cuando sintió la gran mano de Harry encajarse con la suya, lo vio raro y se extrañó.
"¿Harry, Qué haces?"
"¿Qué no es obvio?, voy a una entrevista" explicó, sonriendo de lado y dando un ligero apretón en la mano de Louis.
Balbuceo. "No... Me refiero a eso... Nuestra manos" susurró avergonzado. No le molestaba, pero pensaba que a Harry posiblemente sí. De inmediato Harry se separó.
"Perdón si te molestó, pero sólo quería hacer esto más creíble. Ya sabes, como los novios que somos"
Y no tuvo que decir más, ahora entendía. Era parte de la actuación.
Louis volvió a tomar sus manos y continuaron caminando, sólo faltaban unos metros y se encontrarían adentro de la instalación.
"No me molesta" aseguró firme. "Pero pensé que esto te ponía incómodo"
Se encogió de hombros. "Todo sea por ayudarte. Además, no me incomoda, sólo estoy nervioso. Tengo miedo que alguien nos descubra y nos metamos en problemas por esto".
Louis negó suavemente con la cabeza y empezó a dibujar con su pulgar pequeños círculos imaginarios en la mano de Harry, dándole consuelo y apoyo.
"Nadie nos va a descubrir. Todo va a salir bien, no te preocupes."
Harry pareció calmarse con las palabras de Louis, o, talvez fue el suave toque de su mano masajeando la suya, quién sabe.
Respiro hondo y se calmó, preparándose para lo que venía en su vida. Le dio una juguetona sonrisa a Louis y apretó con fuerza su mano.
"Qué empiece el show, Amor" dijo con voz divertida, robandole una carcajada a Louis.
"Qué empiece el show" afirmó, llegando a la puerta de edificio y adentrándose en él, con el aire acondicionado colandose por sus piel.