Sólo debía decir la verdad. Sé qué si digo la verdad, de una manera tranquila, ella lo entenderá. Sí, ella lo hará, ¿cierto? Ay mierda, ese viaje a Irak suena tan tentador en estos momentos. Solté el aire que ni siquiera sabía que estaba reteniendo en mis pulmones para comenzar con la larga explicación que debía dar. Bien, aquí vamos. No puede ser tan malo."Ma-..."
"¡Ni te atrevas, Louis! ¿Qué mierda fue lo que escuché en ese mensaje? ¿Te vas a casar? ¡¿Con Harry?! ¡Dime que esto es una broma!"
Respiraba, al menos dos veces más rápido de lo qué un ser humanos normal lo haría al vez que mantenía sus manos apretados en fuertes puños a sus costados y me miraba enojada, muy, muy enojada. Casi me orino en los pantalones, casi.
"No es lo qué parece... Bueno, sí. Sí, me voy a casar con Harry y..." La vi palidecer de nuevo. ¡Oh por favor! "... Y ¡Antes de que te mueras!, no quiero que te hagas una mala idea a todo esto, por favor."
"¿Y entonces que idea debo tener?"
Vacilé. "Bueno... Yo..."
"Louis, habla." Reprochó, frustrada a lo que rodé los ojos. Mis palmas empezaron a sudar y por mis dedos llegaba la ligera sensación de hormigueo.
"¡A eso voy, Dios, qué impaciente! Harry... y yo..., tú sabes, nos vamos a casar pero no va a ser real. No va a ser legítimo y... ni siquiera somos novios. De hecho, Harry ni siquiera es gay, para empezar... Listo, lo dije. ¡No entres en pánico!"
Si hubiera algún objeto lo suficientemente largo para comenzar a picar uno de sus ojos para buscar alguna señal de que estubiera viva, lo hubiera hecho, pero cómo temía más por mí que por ella, entonces decidí soltar un pequeño murmullo ahogado, llamándola.
"¿Mamá? ¿Estás bien? ¿llamo al forense?"
Después de que parecieran haber pasado horas, finalmente salió de su estado estático, parpadeando algunas veces mientras masajeaba constantemente su cien. "Y-yo estoy bien... creo."
"Ay, ¡Gracias al cielo! Temía que tuviera que cambiar de casa por miedo a que tu fantasma me apareciera en la noche." Detuvo el suave movimiento en su cabeza para luego mirarme con los ojos entornados, al parecer volviendo a la realidad. Oh, oh. "Bien, que gusto haber pasado tiempo de madre e hijo contigo pero, ¡oh!, ¡mira la hora! Ya te tienes que ir."
Con mucho-nada-de cuidado la tomé por los hombros, llevándola a dónde un principio debí haberla llevado. Al instante tensó su cuerpo para evitar que la empujase más allá.
"¡Louis, sueltame! ¡Tienes que explicarme en qué están metidos ustedes dos!"
"Lo siento, sólo atiendo dudas en horario de oficina." Sentí ángeles cantando en mi oído cuándo por fin, y con algo de dificultad, logré abrir la puerta con ella aún en mi agarre. Luego de un par de empujones y aruños por parte de ella para evitar lo inevitable, su cuerpo esbaba completamente afuera. "Te quiero, mami." Fue lo último que dije antes de cerrar de un portazo la puerta.
Uh, eso había sido grosero. Me dije a mí mismo, pero después de escuchar un chillido diciendo «¡Louis Tomlinson!», me encogi de hombros antes de alejarme del molesto sonido. Tenia muchas ganas de llamar a una persona y contarle las buenas noticias.
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"¡Oh, Dios. Oh, Dios! ¡Se ven tan adorables! ¡Pero mirense, voy a morir!" Chillé emocionado. La vista de Harry tomando en brazos a mi hija mientras ésta le jalaba del cabello era lo más adorable que jamás había visto.
Harry lucía ligeramente molesto ante el ataque, pero que se joda, estabamos a pocos minutos de entrar a esa fría sala dónde se definiría todo y esa vista era lo único que me mantenía calmo.