(LGBT+) Denise es un universitario que lleva demasiado tiempo encerrado en su casa y se ha transformado en friki completo.
Steve es un estadounidense que se mudó a México para sobrevivir a la crisis derivada de la pandemia.
Ambos tienen un mal ini...
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Al día siguiente llevaron a Anthony a hacerse la prueba y salió negativo. Tuvieron que ir los tres porque sólo Denise conocía el lugar y Tony no hablaba español, así que Steve la hacía de traductor, al menos tanto como podía. Por suerte la Jurisdicción Sanitaria estaba apenas a ocho cuadras caminando, no era un trayecto corto dado que las cuadras eran bastante largas, pero sí estaba lo suficientemente cerca como para que pudieran recorrer todo el camino sin problemas en lugar de subir a un autobús atestado de gente. Además, como acababa de llover, había buen clima, por lo que el trayecto fue soportable.
Cuando regresaron Denise se detuvo en un puesto en la calle y compró tres bebidas para celebrar. Eran vasos de a litro y Steve se dio cuenta enseguida que llevaban alcohol.
—¿Qué es? —preguntó, inclinándose para oler el contenido.
—Micheladas —respondió Denise, levantando su vaso en señal de "salud".
Anthony ni siquiera preguntó, ya estaba bebiéndose el contenido tranquilamente mientras caminaba unos pasos atrás. Desde que salió de la Jurisdicción estaba de mal humor porque lo habían lastimado al hacerle la prueba, así que se había quedado callado para demostrar su descontento.
Tony estaba distraído con su bebida, cuando de repente frunció el ceño al notar que Steve se cambiaba el vaso a la mano izquierda para que Denise lo pudiera tomar del brazo, el chico usaba a su hermano como una especie de poste de dirección pues su imposibilidad para caminar recto a veces lo lanzaba hacia un lado y hacía que se cayera de la banqueta, pero sosteniéndose de Steve se empujaba de regreso y había evitado que pasara muchas veces.
Aquel comportamiento no le pareció extraño de Denise, le había preguntado a su abuela por el chico y ella le había dicho que era un muchachito con mucha energía y que siempre estaba ayudando a sus papás. También le dijo que era un poco consentido y que cuando era niño no hablaba mucho y lloraba todo el tiempo. Sin embargo, Steve no era exactamente el tipo de hombre al que le gustaba el contacto físico tan cotidiano, las chicas con las que salía eran muy independientes, así que tampoco solían tener esa clase de comportamientos. Tony frunció el ceño, sintiéndose ligeramente incómodo ante la situación.
A Tony le gustaba Steve, era su hermano favorito, pero nunca había encontrado justo que tuviera tantas cosas buenas. Era el favorito de sus padres, de los profesores y todas las chicas buenas lo preferían a él, sus novias eran las más guapas, algunas de ellas jamás se dignaron a mirarlo a él. Ahora llegaba a México y parecía que había conseguido un chico perfectamente bueno para que lo ayudara a integrarse al lugar. No era justo.
Tony siguió dando sorbitos a su bebida mientras observaba, Denise era lindo y parecía completamente opuesto en personalidad al tipo de Steve, pero era justo su estilo en apariencia. Su hermano se volvía loco frente a unas buenas piernas y un par de ojos bonitos, sin embargo, lo que le incomodaba aún más era la forma en la que se comportaba alrededor de Denise.
