Capítulo 6: Tiraré el pasado al fuego

0 0 0
                                    


Adrián no había llegado a salir a la terraza con Lila en realidad. Ella le había salido al paso en la fiesta y se lo había llevado a rastras con la excusa de que quería hablar con él en privado porque tenía algo muy importante que contarle. Se habían asomado a la terraza, pero al ver que llovía habían optado por retirarse a un pequeño pasillo lateral.

Después Lila había empezado a contarle una historia enrevesada acerca del vestido de Marinette y de que Chloé había dicho que no merecía ganar el concurso, y claro, siendo ella la hija de la prestigiosa crítica de moda Audrey Bourgeois, sin duda tenía algo de razón...

Adrián no había querido seguir escuchando. Aún no entendía por qué su padre había invitado a Lila a la fiesta, puesto que ella no estaba relacionada con el mundo de la moda (de hecho, las Tsurugi no habían sido invitadas precisamente por esa razón), pero el hecho de que ella hubiese mencionado a Marinette le había recordado que le había prometido un baile. Se estaba haciendo tarde, Adrián empezaba a estar cansado y lo último que quería era terminar la velada enredado en una de las retorcidas intrigas de Lila.

Se despidió de ella y se puso a buscar a Marinette por el salón, pero no la encontró.

-Me ha parecido verla salir a la terraza -le dijo Nathalie, preocupada-. Pero está lloviendo a cántaros, se le va a mojar el vestido y aún hay que hacer algunas fotos...

-Iré a buscarla -se ofreció Adrián.

De repente, tenía un mal presentimiento.

Se detuvo en seco al ver las telas. Estaban por todas partes, y parecían moverse solas, como tristes fantasmas bajo la lluvia. Y entonces oyó gritar a Marinette.

Corrió hacia el lugar donde había oído su voz. Se paró en seco, horrorizado, cuando distinguió al akuma y vio que la tenía atrapada entre los jirones que brotaban de su vestido como los tentáculos de un pulpo. Estuvo a punto de llamarla, pero se contuvo a tiempo.

Y entonces vio que el akuma estaba destrozando con saña el vestido de Marinette, y sintió que la ira lo devoraba por dentro. Sabía lo mucho que su amiga había trabajado en aquella prenda, todo el esfuerzo y la ilusión que había puesto en ella, las noches sin dormir, los nervios, las dudas...

-...Así todo el mundo verá que eres un fraude... -estaba diciendo la villana-, incluyendo tu adorado Adrián Agreste.

El chico inspiró hondo. Empezaba a resultarle molesto que las chicas se pelearan por él, o que incluso resultaran akumatizadas por su causa. Pero que atacaran a Marinette... por su culpa... eso jamás podría perdonárselo.

Se ocultó tras una sombrilla, procurando no tocar ninguna de las telas, y se abrió la camisa.

-Plagg, tenemos trabajo -murmuró-. ¡Garras fuera!

Se transformó en Cat Noir y se asomó de nuevo, con precaución. Marinette y el akuma seguían hablando, pero él se había perdido parte de la conversación. Lo vio encaramarse a la barandilla, aún con Marinette a cuestas, y oyó la última frase que pronunció antes de echar a volar por los tejados de París:

--...y después dirás ante las cámaras, para todo París, que eres un fraude, y que no merecías ganar este concurso.

-Oh, no, Marinette -murmuró el superhéroe, horrorizado.

¿Cómo podía alguien ser tan cruel, y precisamente con Marinette, la persona que menos se lo merecía? Se preguntó fugazmente si la chica akumatizada no sería Chloé; pero la había visto en el salón, poco antes de salir, así que debía de ser otra persona. ¿Quién podría odiar tanto a Marinette, y por qué razón?

vals después de media noche ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora