Minutos después de intentar disminuir el rubor y calor de sus mejillas acercándose al bebedero para que el agua refrescara su rostro, se convenció de que lo mejor que podía hacer era regresar para su casa y descansar, representando para la princesa de los Ryusaki un esfuerzo al que no estaba acostumbrada, y es que no había podido entrenar, ni siquiera calentar luego de haberse encontrado nuevamente con el dueño de esas feromonas tan exquisitas, y es que al ser las primeras en poder percibir provocó que su cerebro lo recordara constantemente y eso la tenía totalmente desconcertada.-Sakuno...Sakuno!
Tan perdida nuevamente en sus pensamientos que no escuchó las veces que fue llamada hasta que zarandearon sus hombros para atraer su atención.
-Sakuno!
Se gira suavemente para abrir los ojos grandemente y correr a abrazar a la dueña de su llamado.
-abuela! Qué haces aquí?!
-cómo que qué hago aquí? Sakuno soy la entrenadora de los equipos femeninos y masculinos de tenis del Seigaku.-ladeó sus caderas para apoyar su eje en su pierna derecha y llevar una mano hacia su cintura para mirar acusatoriamente a la joven.
-es cierto abuela, lo siento, es que el día de hoy ha estado lleno de emociones que parece que he olvidado muchas cosas.-y no podía negarlo, había sido un día de muchos sentimientos que nunca había presenciado.
-por qué te veo tan desanimada, pasó algo?
-eh?... no abuela, ya sabes, el inicio de un nuevo año escolar siempre es así.-trató de mentir para desviar la conversación y no soltarse de lengua, tenía pensado hablar primero con la doctora Hanamura para que le explicara que pasaba con ella y de ahí hablar con sus padres, ellos habían estado emocionados cuando se enteraron de que había nacido una omega en la familia, aunque Sakuno pudo ver la ligera tristeza que mostraron al enterarse de que era omega recesiva y que no había presentado sus ciclos de celo hasta ahora, más aún de que no podía sentir las feromonas de la familia.
Ryusaki Sumire no insistió más, ella conocía a su nieta y cuando se encerraba en sus pensamientos había que dejarla sola, cuando estuviera preparada compartiría con ella eso que estaba molestándola. La miró cálidamente para negar con su cabeza.
-ok, Saku...a todo esto, ya jugaste en las canchas? Vengo de ahí y obviamente no te vi?
-estaban llenas las canchas y fui a calentar jugando squash, pero me sentí muy cansada, por eso ya quiero regresar para la casa, estaba de camino a hablar con mis hermanos para ver si querían regresar conmigo, pero creo que van a estar algo ocupados con el club, después de todos son regulares del equipo.
-Hablando de tus hermanos, cuando les pregunté por ti, los tres se miraron y se quedaron callados, no se que está pasando pero sabes que puedes hablar conmigo cuando quieras.
-lo se abuela, lo se.-la miró tiernamente para nuevamente abrazarla y despedirse. No pudo ver la tristeza en el rostro de su abuela, se había dado cuenta del ligero olor a cerezos en su nieta y también de las feromonas de alfa, feromonas diferentes a la de los hermanos Ryusaki, por lo que eran de otra persona fuera de la familia, por un momento pensó reconocerlas pero decidió no seguir pensando en ello.
Sakuno se encaminó hacia las canchas del club de tenis masculino para encontrarse con sus hermanos, pero en el camina escuchó varias chicas balbucear sobre algo que llamó su atención.
-ya lo viste? Es precioso.-sus ojos viajaron hacia el grupo de chicas que caminaban en su sentido contarios, chicas que se veían emocionadas por alguna razón.
-es hermoso, escuché que es un alfa, momentos como estos daría lo que fuera por ser una omega y poder oler sus feromonas, deben de ser increíbles.
-lo vieron jugando tenis? Su cabello verde se movía al compás de la pelota, quedé hechizada!
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Tu Aroma🌸{RYOSAKU}🌸{OMEGAVERSE}
FanficEchizen Ryoma era el hombre más guapo y sexy que alguna vez había visto, su hermoso cabello verde oscuro y sus ojos ámbares era una de las muchas cosas q hallaba atractivo en él. Pero Ryusaki Sakuno nunca pudo prevenir lo que sus feromonas causaría...