Capítulo Treina y Nueve.

36 8 0
                                    

14 de diciembre del 2017.

No se si será doloroso, pensar en eso es algo que hago día y noche, se podría decir que es mi pasatiempo favorito hoy en día.

Las semanas pasan, noche y días en cama, el colegio se terminó para mi, no se si debería estar feliz porque es lo que siempre quise pero la verdad me da igual. Papá dice que no este tan contenta y lo único que hago es reír, él trata de sobrellevarlo. Mis hermanas solo sonríen cuando es necesario, tratan de pasar la mayor cantidad de tiempo posible conmigo a decir verdad a veces es algo abrumador pero como las quiero mucho las dejo hacer lo que quieran, la mayoría de las veces me quedo dormida así que esos momentos termina rápido para mí.

Mis amigos se encargan de contarme sus vidas aunque yo no pregunte, en especial Cameron. Aaron viene cada día con ellos, todos lo saben, le dije a Aaron que les podía decir, era lo mejor. Los días son aburridos pero soportables.

—¿Qué haces?—La voz de Zoe me sobresalta, dirijo mi mirada hacia ella.

—Nada, acabo de despertar—le digo acomodándome mejor en mi cama.

—Que crees—dice.

—¿Qué?—pregunto con curiosidad.

—Hanna traerá helados y junto a ella vienen tus amigos y tu querido novio—al decir la palabra novio hace un extraño ruido que me hace reír y rodar los ojos.

—Tarada—le digo riendo.

Zoe ríe y se acomoda al lado mío.

—¿Cómo estas?—pregunta mientras acaricia sutilmente mi mano.

Guardo unos segundos silencio y luego sonrío un poco. Me escojo de hombros y recuesto mi cabeza en su hombro y suspiro. Quiero ser sincera.

—Estoy cansada—le digo y suspiro —Duele respirar un poco, caminar me cansa y solo quiero dormir.

Zoe no dice nada pero siento como su mano nunca ha parado de acariciar la mía. Ella está conmigo.

—¿Qué puedo hacer por ti? —pregunta con un hilo de voz.

Una sonrisa pequeña aparece en mi rostro y cierro los ojos.

—En este momento nada pero cuando me vaya…

—Harper—me interrumpe.

—Solo escucha—le digo—Te conozco, eres mi hermana mayor, la persona que me ha cuidado desde que llegue a su vida y prácticamente la obligaron a quererme—digo y las dos reímos— y quiero lo mejor para ti Zoe, quiero que tengas una vida plenamente feliz, quiero que reías a más no poder y que seas feliz, eso es lo que quiero para ti Zoe, eres unas de las personas que más quiero en este mundo, estoy sumamente orgullosa de ti y eres mi ejemplo a seguir, eres la persona que más admiro Zoe, eres tan fuerte que es envidiable—tomo su mano y la aprieto con suavidad, miro a Zoe a los ojos y están cristalizados.

《Así que prométeme que cuando yo ya no esté, seguirás siendo tu Zoe, seguirás riéndote de todo, seguirás cuidando de tus hermanas porque Hanna te necesita y lo hará siempre y yo también te necesitaré siempre. No quiero que pienses que te quedaras sola Zoe porque no lo harás, siempre estaré contigo al igual que papá y Hanna. ¿lo prometes?—preguntó y puedo sentir como el nudo en mi garganta es insoportable.

—Lo prometo— dice y jala mi costado para abrazarme—Te quiero Har, eres una de las mejores cosas que me paso y si hay otra vida espero que me des nuevamente el honor de ser tu hermana porque es lo mejor que se hacer—dice mientras me estrecha más hacia ella.

—Te quiero mamá oso—digo y reímos.

Me dejo caer más en mi cama y abrazada a Zoe vuelvo a quedarme dormida. La tercera vez hoy.

Hasta que uno caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora