PRIMERA VEZ.
Estaba nervioso, más que eso, no sabía que hacer, sus movimientos eran lentos, torpes e imprecisos.
Al terminar y tras el éxtasis, quiso volver a hacerlo casi inmediatamente, pero primero tenía que limpiar la sangre en la cama.
Era su primera vez como asesinoFer Lagunes
Cuentos para monstruos