The slut and the hero

I. The slut

Después de meses de investigación a cargo de un inmenso equipo de héroes, por fin tenía una pista sobre la liga de villanos. Muy temprano en la mañana Kirishima le envió un nombre que figuraba en mensajes de texto y llamadas, una persona de la que podían obtener información. En cuanto tuvo tiempo libre de su patrulla se dirigió al complejo de apartamentos, en el tercer piso, el apartamento al final del pasillo, tocó la puerta con severidad, esperando a su testigo para hacerle algunas preguntas.

—¡Llegó la pizza, apresúrate! —gritó una voz masculina dentro del apartamento.

—¡Ya oí! —gritó una segunda voz. Una que se escuchaba más cerca de la puerta, esa persona fue quien terminó por abrir.

Un chico, o al menos parecía un chico, delgado pero con una poco usual silueta de reloj de arena, lo sabía perfectamente porque el descarado estaba desnudo a excepción de unas bragas rojas puestas con prisa, un líquido blanquecino escurría por sus piernas, no quería saber más de ese asunto, el chico parecía haberse estado divirtiendo, sus rizos verdes estaban alborotados, sus mejillas pecosas se habían encendido con un sonrojo, mientras sus ojos verdes se abrían con una expresión de sorpresa.

—¡¿D-dynamight?! —gritó el chico con una mezcla de emoción y asombro.

—No jodas Deku, no bromees con eso —regañó el acompañante del chico peliverde, quien se había acercado a la puerta.

La mirada severa de Dynamight se despegó del peliverde desnudo para dirigirse al castaño dentro del apartamento, solo para darse cuenta que tan solo traía puestos unos boxers. El héroe estaba perdiendo su paciencia con ese par de idiotas y ni siquiera les había dirigido la palabra. Aunque tampoco tuvo la oportunidad, en cuanto el castaño lo vió, salió corriendo hacia el baño donde desde la puerta del apartamento podía verse una ventana abierta, entonces el sujeto saltó para huir, dejando a su acompañante y al héroe sumidos en la confusión.

—Idiota —llamó el héroe a través de su intercomunicador—, uno escapó por la ventana del baño, está medio desnudo, no sé cual es su quirk, pero si no lo atrapas te quedarás horas extra.

Un quejido a manera de reproche fue la única respuesta, entonces el héroe centró toda su atención en el chico que permaneció inmóvil en la puerta, dió un paso para estar más cerca.

—¿Izuku Midoriya, Deku? —preguntó con frialdad.

—Sí señor, soy yo —respondió con tartamudeos, al parecer sin importarle que estaba desnudo frente al héroe número uno de japón.

—Vístete, necesito hacerte unas preguntas —dijo el héroe sin apartar la mirada de esos ojos verdes.

El cenizo se deleitó con la mirada de terror que apareció en el rostro pecoso cuando se dió cuenta que estaba desnudo. Lo vio desaparecer por la puerta, dejándola abierta gritando que podía entrar, mientras desaparecía en una de las pequeñas habitaciones.
Entró cerrando la puerta tras él, dando un vistazo al complejo, era pequeño, pero estaba ordenado, a excepción de algunas partes que tenían pruebas de lo que esos chicos habían estado haciendo, la cocina era un desastre y la sala de estar…bueno, nadie querría sentarse ahí con esas manchas viscosas por todos lados. Permaneció de pie, esperando.

Aquel pecoso salió de lo que supuso era su habitación, vistiendo solo una camisa negra de talla extra que lo cubría como un enorme vestido, ayudaba que fuera pequeño.

—Perdón por todo eso, no esperaba visitas —bromeó sonriendo—, ¿quieres beber algo, comer?, siéntate donde quieras.

—No es necesario, solo quiero que contestes un par de cosas. Para empezar, hay cierto hombre que se queda contigo algunas noches, ¿cuál es su nombre?