VIII. You are my fucking problem

737 78 7
                                    

—Entonces, ¿dónde está? —inquirió el jefe de la organización.

—Dynamight está custodiándolo, lo pusieron en la zona subterránea, será imposible sacarlo de ahí —respondió el héroe desconocido, temblando ante la presencia de los peligrosos hombres que lo miraban desde los sofás de cuero frente a él.

—Seguramente ya soltó todo… —masculló alguien entre las sombras.

—Los detalles de esa misión no pude obtenerlos, son clasificados, pero quizás ya les dijo todo. Dynamight no ha dejado de vigilarlo y estar cerca de él.

—Conociendo a Deku, seguro ya se acostó con él —suspiro Toga—. Malditos héroes.

—¿Y qué haremos? —habló Dabi.

—Escuche del héroe Shoto que no quieren entregarlo —interrumpió el informante.

Tomura permaneció en silencio, pensando, sin quitar su fría mirada de su informante.

El ambiente de ese bar jamás estaba en calma, siempre estaba envuelto con un aura intensa y opresiva, algo que advertía peligro a cualquiera que pusiera un pie dentro, ese héroe desconocido que traicionó a los héroes y decidió ayudar a la liga lo sabía bien.

Tres golpes en la puerta del bar y todas las miradas se enfocaron en un punto.

—¿Tomura? —una pregunta que llegó amortiguada a la habitación, rompiendo el silencio, era la voz de Deku, aguda y temblorosa.

—Venga Shigaraki, aquí está tu zorra, ahora solo borra mi maldita fotografía y te lo daré sin que mi agencia se entere —una segunda voz, de un héroe de moral dudosa, Vendaval.

—Parece que son tan idiotas como creíamos —se burló Shigaraki—. ¡Entra!

Una explosión derribó la puerta, la habitación se cubrió de humo y en segundos el sitio estaba lleno de héroes.

Habían logrado tenderle una trampa a la liga de villanos, usando su debilidad por Izuku como su arma más grande. Tenían que ser rápidos, por eso Dynamight y su grupo fueron llamados con tanta urgencia, la operación comenzó de inmediato, con ayuda de los héroes más grandes de Japón.

Shigaraki no se dejaría vencer tan fácil por eso todo se volvió un desastre, la liga trató de huir y se enfrascó en una lucha contra los héroes, derribando edificios y causando grandes desastres.

Los héroes tardaron semanas en lograr verdaderos avances contra los villanos. Los acorralaron en su guarida y una gran batalla comenzó, una batalla que se extendió por todas las prefecturas de Japón.

Quienes causaron más daño, fueron los dos antagonistas principales, el héroe Dynamight y el villano Shigaraki, quienes tras cada encuentro lanzaban ataques mortales contra su enemigo, pues escondido del conocimiento público esos dos tenían un problema personal, uno con nombre, apellido y mejillas pecosas.

Dynamight perdió la cuenta de las veces que Shigaraki lo provocó llamando a Izuku por tantos insultos como tenía en su vocabulario, gritándole con una risa psicótica todas esas veces en que Izuku suplicó que se detuviera y él solo lo torturó un poco más.

La liga se deleitó al ver la furia en el rostro del agresivo héroe número uno. Y Dynamight daría todo de sí para asesinar a esos bastardos.

Las numerosas luchas continuaron hasta que la liga de villanos quedó desintegrada. Dabi fue vencido por el héroe Shoto en una lucha que incendió una ciudad entera. Toga fue capturada, los nomus quedaron esparcidos, inservibles por las calles de las ciudades. Spinner, Twice y el resto fueron encarcelados. Shigaraki escapó del ataque de los héroes, pero nunca podría salvarse de compartir el mismo destino que sus compañeros.

The slut and the hero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora