Hoshi
Era fácil adivinar que estaban espiándonos, fuimos verdaderamente descuidados, tantos encuentros a escondidas victoriosos nos habían hecho confiados al grado de que ni nos percatamos de la presencia de todo un salón, no podía con la vergüenza y nunca fui buena dando explicaciones así que hice lo mejor que sabía hacer, desaparecer. Oculte mi presencia lo más rápido posible, ni había recogido mis cosas, solo tome mi celular y me fui corriendo, estaba avergonzada, yo había sido entrenada para guardar la compostura en mis misiones, fingir sonrisas y codearme en los círculos sociales de elite donde movían las piezas del veneno de drogas que se encontraba en el espectáculo. Pero esto... era demasiado para mí, no podía con lo bochornoso que era ver tantos ojos en un momento de coqueteo, era como, como cuando tu padre lee las conversaciones obscenas que tienes con tu novio, así me sentí.
No podía creer que en mi rango de super estrella/héroe en cubierto experta en combate cuerpo a cuerpo llegar a sentir tanta vergüenza, podía oír a Ann carcajearse de mi cuando le contara de esto, solo corría lo más lejos posible, llegue sin percatarme que estaba dirigiéndome a la sala de maestros, abrí la puerta y por fortuna no había nadie, me senté en mi cilla y por fin desactive mi quirk suspirando de cansancio, puse mis manos al borde de mi escritorio y jale de este para arrastrar mi silla de rueditas dentro sin embargo una caja de cartón del tamaño de mi regazo, relativamente liviana me lo impidió.
- Debe ser la caja de Shota... - la tome y suspire una vez más – Mejor me voy a mi cuarto a descansar.
Me levante y con paso cansado camine a mi dormitorio, tan pronto llegue deje la caja sobre la cama y decidí prepararme un baño, el accidente en el auditorio me había dejado los nervios de punta, me relajaba en la tina con agua caliente y esencias de jazmín, no había prisa, aun faltaban dos horas para que Shoto terminara su jornada laboral, no tenía ninguna duda de que dentro de la caja encontraría alguna "tarea" como lo llamo Shoto para ella... pero no había necesidad de apresurarse. Sali del relajante baño y me cambie con una bata de satín color celeste, faltaba una hora para su llegada, era momento de abrir esa caja.
- Vamos a veerrr – Extendía las letras como una niña inocente, se me complico abrir un poco la caja por la cantidad de cinta que tenía, – Sip... es un degenerado – Fue lo único que dije al ver el contenido, tomé en una de mis manos un vibrador de color negro con estampado de corazones en dorado y un cráneo
Seguí explorando la caja, no era muy grande, saqué el vibrador a un costado, encontré un collar de tela gruesa con una argolla, un antifaz acolchonado, varios aceites de masajes y lubricantes de diferentes sabores, Shota había comprado varias cosas para la noche de hoy, no pude evitar el sonrojarme un poco, obviamente no soy virgen pero el echo de que haya encargado todo esto para mi me hace pensar que tiene muchas mas cosas preparadas y que esto es apenas el inicio.
- Bueno... él dijo que empezara sin el... -
Era fácil decirlo que hacerlo, no es que yo fuese una santa que no se masturba, sin embargo, siempre era algo simple que realizaba debes en cuando por un antojo y de forma rápida, por lo regular me ayudaba con el porno, esta seria la primera vez que utilizaría un vibrador.
- Esta cosa es más pequeña que un miembro normal, que vibre no significa que haga maravillas... -
Volví a poner todo dentro de la caja dejándola debajo de mi escritorio personal únicamente me quede con el vibrador negro sobre el colchón, prendí la luz de mi lampara de escritorio dirigiéndola a la pared para que diera una media iluminación al cuarto y así apagar el foco central, por fin me acosté en mi cama y lo entendí, por fortuna en el piso en el que me encontraba solo éramos Shota, Cementos y yo, nunca me había alegrado tanto que la habitación de Cementos aparte de estar al otro extremo de la mía, el para decorar su cuarto había puesto algo de cemento con forma de olas de mar en las paredes, así estoy segura que no me escucharía. A pesar de estar en el nivel uno ese aparatito hacia mucho ruido casi tanto como el de una máquina de afeitar.
El vibrador aun funcionando lo empecé a frotar en mi pezón por encima de mi camisón de satín, debía admitirlo era un rico masaje, no tardaron en levantarse y yo empezaba a sentirme un poco húmeda de mi entrepierna, empecé a bajarlo por mi abdomen hasta llegar mi pelvis y finalmente acariciar por encima de mis pantis, sentía unos pequeños espasmos, era algo diferente a lo que estaba acostumbrada, yo mantenía mis ojos cerrados concentrándome meramente en las sensación de hormigueo que se estaba formando en mi ser, escuchando mis propios suspiros, nunca había hido tan lento, será la emoción de ser mi primera vez con un juguete que me estaba tomando mi tiempo, verdaderamente disfrutando cada pequeño espasmo que recorría mi espalda.
Ya no era suficiente el solo pasarlo por encima, quería más, baje mis pantis a mis tobillos para flexionar un poco mis rodillas y separar las piernas, no me había percatado del mar que tenía entre mis glúteos. Estaba a punto de meter el vibrador dentro de mi cavidad, pero una mano firme sostiene mi muñeca asustándome y de inmediato abrí mis ojos.
- Sh Shota, ¿Cómo entraste? La puerta – Apague el vibrador e intente incorporarme en la cama lo cual él no me permitió hacer empujando con brusquedad mis hombros.
- La ventana, adore mirarte muñequita – Me dio a entender que ya tenía rato observándome masturbarme
- Eres un pervertido – Dije con una sonrisa en mis labios
Él se posiciono sobre mí de forma muy rápida, casi arrancándome el camisón, tomo de mi mano el vibrador y empezó a devorar uno de mis pechos jugando con el botón, encendió el juguete y no tardo en introducirlo en mí. No podía parar de gemir, el controlaba tanto la velocidad del vibrador como la penetración de este.
Mientras yo ya estaba desnuda el se encontraba con un pantalón de mezclilla holgado y una camisa de manga larga negra ligera... me estaba torturando, metía y sacaba el vibrador de forma lenta y en el nivel uno, él podía ver mis ojos de desesperación.
- Pídemelo – Su voz ronca en mi oído dejo claro que el quería tener el control esta noche.
- Mmm... Maass... p por faaavor – Casi no podía hablar en mi estado actual solo deseaba correrme.
- Así me gustas muñequita –
Subió al tope la intensidad y no dudo en empezar a penetrarme con mayor velocidad con el vibrador, no pude contenerme, deseaba correrme y vaya que ese orgasmo fue delicioso. Termine rápido mis piernas temblaron y había puesto mi cabeza hacia atrás levantando el mentón, signo evidente de que me había corrido eso y mi estruendoso gemido.
Shota no me había dado tiempo para recuperarme, tan pronto había terminado el con la facilidad de sus manos me volteo como una muñeca, como siempre decía que era, levanto mi trasero dejando mi cabeza pegada al colchón y mi culo al aire.
- Espera... no se si pueda, seguir... - Decía con mi voz claramente cansada, pero para ese punto el cual desconozco cuando se había quitado la ropa, no había oportunidad de detenerlo, y para ser honestas... no estoy muy segura de querer detenerlo.
froto su pene en mi vagina para lubricarlo, haciéndome gemir, y seguía frotándolo, solo podía sentir como su miembro palpitaba contra mi vulva, Shota, desgraciado, sabía perfectamente que me tenia vuelta loca, con el ardor dentro de mi exigiéndome que me penetrara ya mismo.
- Sabes cuales son las palabras mágicas... - No podía verlo, pero estaba segura que tenía esa maldita sonrisa socarrona de victoria en su rostro.
- Por favor... entra ya, quiero... que me penetres... fuerte –
Tan pronto termine y no espero ni un segundo más, empezó a envestirme furiosamente, casi sentía que me partía en dos, tan jodidamente delicioso que mis gemidos parecían casi gritos o eso creo debido a que puso una de sus manos tapando mi boca sin parar de moverse dentro, mis gemidos no cesaban pero esta vez estaban ahogados un poco, pero definitivamente llegue al orgasmo justo en el momento que sentí un líquido ardiente rellenándome como pavo, mis paredes se contrajeron tan fuerte que hasta pude escuchar un gruñido de parte de Shota, justo antes de caer inconsciente por el cansancio en mi cama, esta vez no podía seguir, me quede dormida inmediatamente.
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La hermana de mi mejor amigo
FanfictionLos estudiantes de la clase 1-A se encontraban nerviosos, últimamente notaban demasiados cambios en su profesor que eran inexplicables, eso mas la noticia de una nueva profesora referida por Present Mic que ingresara a la UA era aún más extraño ¿Des...