No Soy un Asesino (en progreso)

Capítulo 18: Lo Correcto

"Ni siquiera pude proteger a Rin", se decía el peliplata hundiéndose en aguas profundas y oscuras "Sólo rompo mis promesas contigo, Obito, Rin, sensei" - éstos tres permanecían frente al Hatake, pero se esfumaron luego de un momento. "Creo que a ti también te fallé, Raijin" --dijo al tener al castaño en frente, el menor lo miró serio, se dio media vuelta y se fue a un lado diferente. "Creo que yo también voy con ustedes, Obito." - y comenzó a caminar hacia ningún lado hasta que pareció ver un fuego encendido y a alguien sentado al lado, alguien el cual el peliplata conocía.

-¿Eres tú, Kakashi? -preguntó el sujeto sentado frente al fuego.

-Así que aquí es donde has estado - murmuró Kakashi tomando asiento a un lado de su padre; El Colmillo Blanco.

-¿Me contarás tu historia? -preguntó el otro, mirando las llamas del fuego

-Sí, pero es muy larga, así que tomará un buen rato.

-Sí, no hay problema.

-Bueno, verás, padre...

***

-¿Que le pasó algo a Kakashi, dices? -Takeshi no entendió al castaño.

-Lo siento aquí... -señaló su pecho -Tengo un muy mal presentimiento.

-¡Oigan, algo muy pesado cayó del cielo, ¿qué fue?! -Naoko llegó al lugar en unos segundos.

-Debo ir a ver -dijo levantándose del suelo y salió corriendo.

-¡Oye, espera! -lo llamó Takeshi.

-¡Tengo que ver que esté bien!

Al castaño le importó poco si lo veían o no espías o enemigos, pero usó el jutsu de invocación para llegar más rápido a la aldea de la Hoja.

-¿Ahora qué hiciste, Kakashi? -murmuró preocupado por el mayor.

Si iba a una velocidad rápida no tardaría en llegar al lugar en un par de horas y eso era lo que él haría.

-¿Un hijo? ¿Así que soy abuelo? ¡Vaya! -murmuró el mayor de los dos Hatake.

-Así es. Su nombre es Raijin... Me habría gustado que estuvieras ahí para darme consejos, todo este tiempo he sido un mal padre para él.

-Quizá yo no fui el mejor ejemplo para ti y por eso tú no supiste lidear con él. Pero no creo que hayas sido un mal padre. -Kakashi observó a su padre. -Ese chico estaba perdido en un camino lleno de oscuridad y tú lograste sacarlo y mostrarle el camino claro.

-Talvez eso hice, pero... ¿entonces por qué siento que me odia en ocasiones?

-Kakashi, el muchacho está creciendo, necesita su espacio y sobre todo, necesita tomar sus decisiones por sí mismo.

-¿Dices que deje que haga lo que quiera?

-No. Que haga lo correcto, pero que sepa que puede contar contigo en momentos buenos como en malos.

-Ese chico es un cabeza dura, no sé si eso hubiera servido.

-Él estuvo solo mucho tiempo, no quiere a nadie que se preocupe por él, esa es su costumbre. Pero deberías comprenderlo. Hacía lo que él consideraba correcto.

--¡PUF! -suspiró el peliplata-Y pensar que no lo volveré a ver... al menos por un buen tiempo. Debí al menos decirle que no olvidara comer vegetales.

-Seguro él recordará eso.

El silencio volvió al lugar, sólo se oía el crujir de la madera al ser quemada.