Capítulo Dos: Las Pruebas

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- ¿Qué acabas de decir? - dijo Raijin, dejando caer los palillos por sorpresa

- Lo que escuchaste. Tienes que enfrentarme.

- Pero, ¿y por qué?

- Hablé con la Hokage sobre esto. Queremos ver en qué nivel estás, qué tan fuerte te has vuelto. Quizás podrías convertirte en Jounin o incluso un ANBU.

- Pero no entiendo el hecho de tener que enfrentarme a ti. Pueden ponerme cualquier otra prueba.

- Pero esto sería lo mejor.

¡¿En qué demonios estaban pensando tanto Kakashi como la Hokage?!

- ¿Cuándo tendría que ser el enfrentamiento? - preguntó el castaño

- Mañana por la mañana.

- ¿Y ya sabes cómo será?

- Sí, creo saber cómo será este enfrentamiento.

- Uhm... Está bien. Espero que no sea una locura de las tuyas.

- Nah, tú tranquilo, no es como que te fuera a lanzar por un precipicio, ¿o si?

- Conociéndote sé que eres capaz. - el castaño conocía sus mañas.

- Termina para que duermas, mañana tendrás que tener tu energía al 100%.

- Sí. - comió rápido, lavo el tazón y comenzó a caminar hacia su habitación. - Buenas noches.

- Descansa, y recuerda, si lees, sé discreto, no quiero oírte.

El castaño estaba nuevamente rojo. Sí, claramente tenía que mudarse pronto o terminaría muerto por suicidio.

Por la mañana después de desayuna, los Hatake salieron hacia el lugar donde sería la batalla. Lugar del cual Raijin no tenía ni la menor idea.

- Llegamos. - anunció Kakashi cuando habían llegado en medio de un bosque

- Ah, okay.

"¿Porqué venimos a un bosque?", se preguntó Raijin.

- Muy bien, mira, lo único que tienes que hacer es quitarme estos. - explicó, mostrando un par de cascabeles que sostenía con una mano

- ¿Nada más eso?

- Sí. Fácil, ¿no? Podrás usar cualquier tipo de arma sin importar qué tan letal sea. Tendrás hasta que suene la alarma de este reloj. - dijo, dejando el reloj sobre un tronco

- Bien, me encuentro motivado.

- Creo que tendré que usar esto. - levantó la banda ninja y así dejando a la vista su Sharingan.

- Veamos quien de los dos tiene el mejor Sharingan. - apostó, mostrando el suyo

- Una última cosa... Tienes prohibido usar tu Sharingan.

- ¿Qué? ¿Cómo que no puedo usar mi Sharingan? -preguntó confuso

- Si lo usas sería más fácil conseguir el objetivo, y lo que quiero es ver tus propias habilidades, quiero ver de lo que eres capaz de hacer sin ayuda de esos ojos.

- Bueno, lo haremos a tu manera. - se resignó desactivando el Sharingan

- Cuando dé la señal puedes empezar. Sin piedad. (Referencia a Kobra Kai XD)

- ¿Crees que la tendría?

El peliplata se colocó los cascabeles en el pantalón y aguardó unos segundos en silencio. - ¡Comienza!

No Soy un Asesino (en progreso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora