Capítulo Cinco: Primera Cita

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- ¡Eres un idiota! - dijo Taichi, intentando ponerse de pie

- ¿Sí? ¿Por qué? - Raijin se volteó a su dirección y se acercó a él

- Por todo lo que hiciste.

- Repítelo.

- ¡Qué eres un idiota! - lo tomó del cuello del traje e hizo mirarlo a la cara - ¡Tenías que haber peleado, no quedarte mirando sin hacer nada! ¡Si te metieron al escuadrón es para que hagas algo! ¡Todo esto es por tu maldita culpa!

- ¿Mi culpa? No te muerdas la lengua. - e hizo que lo soltara

- ¡Sí, tu culpa! ¡Si hubieras intervenido antes, ninguno de nosotros estaría en estas condiciones! - se le echó encima, tirando al castaño al suelo e intentando golpearlo, cosa que no lograba

- Sepárense - dijo alguien a sus espaldas que parecía ser el peliplata, había llegado a tiempo para ver que el castaño le partiera la cara al líder

- Creí que podría soportarte, pero es imposible. - desmintió Raijin y cambiaron de puestos, ahora él era quien tenía el control de la situación

- Oigan, ya sepárense. - volvió a repetir Kakashi pero ambos muchachos lo volvieron a ignorar

- ¡No digas que es mi culpa porque no lo es! ¡Fuiste tú quién nos metió en problemas y sólo por querer hacerte el héroe y quedar bien con la Hokage! ¡No mereces siquiera ser llamado líder!

- ¿Eso crees? - terminó mirando a Azumi - ¿Tú qué crees? - ésta no dijo nada y bajó la mirada - No creo que ella piense igual que tú, Hatake. - y hasta ahí llegó la paciencia del castaño

- ¡La dejaste peleando sola contra uno de ellos y te importó poco! Dime quién hace eso como líder. ¡Aparte ella se metió a protegerte después del error que cometiste!

- Si no te agrada nada de esto, entonces vete del grupo.

El castaño bufó en coraje y le acertó un golpe con bastante fuerza en la casa, rompiéndole la máscara. - Si yo hubiera estado en el lugar de ella te habría dejado morir. - continuó Raijin - Créeme, me habría encantado verte desangrar y pedir por ayuda. Y por más que rogaras que te ayudara, no habría hecho nada en absoluto.

- Si tanto quieres verme muerto, mátame ahora. Vamos, veme desangrar. - las ganas de hacerlo no le faltaban al castaño - ¡Hazlo!

Raijin tomó un kunai y lo apuntó directamente en el cuello de aquel chico, rosando su piel. - Repítelo una vez más y juro que lo haré. - el otro chico se rió, cosa que molestó al castaño. Estaba a punto de hacerlo pero algo o alguien lo quitó de encima del chico. - ¡Kali, suéltame! - le ordenó ya que con su pico lo había tomado del cuello de atrás del traje, levantándolo y retirándolo de Taichi.

- Ya fue suficiente. - dijo Kakashi, quitándole el kunai de la mano al menor. - Kali te bajará cuando te tranquilíces.

Los enfermeros llevaron al líder directo al hospital así que Kali bajó al castaño.

- ¡Kali, ¿qué demonios te pasa? Se supone que estás de mi lado, no del de él! - le gritó apuntándola indignado

- Lo siento, Raijin, sólo intento protegerte... - su voz sonó con un tono tan triste, que cualquiera hubiera notado, como Raijin quien se dió cuenta. Le había gritado y eso era algo que no solía hacerle a ella, no a ella, después de todo era quien siempre lo protegía.

- Perdón, no quería gritarte. - murmuró, arrepentido. En unos segundos pudo sentir que un pico acariciaba una de sus manos en señal de cariño. - Gracias por lo de hace raro, nos salvaste. - no podía enojarse con ella aunque lo intentara

No Soy un Asesino (en progreso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora