Capítulo 6

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El filo fue clavado a un costado de su cabeza. Rocky se carcajeó como desquiciado al ver lo que su ataque había provocado en el más bajo, que cerrara los ojos como un cobarde.

- ¿Este es tu nueva entretención Eunwoo? No es más que un cobarde. No está listo para estar a tu lado.

- Déjalo en paz – murmuró amenazante el más alto, acercándose a los dos.

Rocky se reincorporó al tiempo que ponía el cuchillo entre sus labios y se recogía el cabello en una coleta alta. Le dio una patada en el estómago a Jinwoo, que se dobló de dolor y comenzó a caminar al encuentro de Eunwoo.

- ¿No te alegras de verme? Han pasado muchos años "ma-es-tro" – lo último lo dijo en tono de burla.

- ¿Mj te llamó cierto? – Eunwoo fue acelerando el paso al tiempo que sacaba su katana.

- Es obvio, ¿no? – se impulsó para saltar sobre el vampiro. Y tomando un segundo cuchillo desde su cinto se enfrascó con él en una nueva pelea.

Jinwoo se medio incorporó del suelo para verlos pelear, pero se movían tan rápido que a ratos se perdían de su vista. Chasqueó la lengua, molesto por no poder seguirles el ritmo y también enojado consigo mismo por cómo había reaccionado cuando lo atacó el recién aparecido. No estaba listo como creía.

De repente, el cuerpo de Rocky fue azotado contra una pared cercana cayendo mal herido al suelo y Eunwoo apareció al lado de Jinwoo.

- ¿Estás bien? – le preguntó preocupado, a lo que el chiquillo asintió con la cabeza, cabizbajo por la humillación.

Rocky golpeó un puño el suelo al tiempo que gritaba para llamar la atención de los dos.

- ¡Ey! Esto no se acaba aquí – se dispuso a levantarse tomando con fuerzas sus cuchillos para lanzarse en ataque sobre ambos vampiros nuevamente, pero Myungjun apareció frente a él y de una sola patada lo lanzó lejos. El pelilargo cayó elegantemente como un gato unos metros más allá.

- Ya basta, Rocky – le ordenó el jefe mirándolo fijo - Ya comprobaste lo que quería.

El moreno se paró derecho y guardó sus cuchillos en el cinturón al tiempo que cruzándose de brazos le lanzó una mirada burlona a Jinwoo. El chiquillo desvió la mirada, molesto con la sinvergüenzura del recién llegado.

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Entró a casa pateando todo lo que estaba a su paso, mientras gritaba maldiciones y gruñía con rabia. Una silla voló y un jarrón fue estampado contra la pared haciéndose añicos.

Eunwoo entró detrás de él muy tranquilo y calmado, se quedó de pie en medio de la sala a  observar toda la descarga de frustración y furia del menor.

- ¿Satisfecho? – preguntó cuando ya Jinwoo se detuvo en su catarsis.

- No – contestó de forma seca el menor cruzándose de brazos y haciendo un puchero. Puchero que fue aprisionado por los labios de su maestro, convirtiéndolo después en un beso demandante.

- Eres adorable Jinwoo – le susurró a contraboca.

El menor al oír esto se apartó de él empujándolo por el pecho y se encaminó hacia las habitaciones.

- ¿A dónde vas? – le tomó de la muñeca para detenerlo.

- No quiero ser adorable. Se supone que soy un vampiro ahora y los vampiros no son adorables – reclamó el chiquillo, mirándolo con los ojos rojos en sangre.

Sangre - JINCHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora