Capítulo 1/3 Fiesta.

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– ¿A dónde iras? – Pregunto enmarcando una ceja. El alfa sólo le ignoro y siguió tomando sus cosas, entre ellas su abrigo y billetera.

– Necesito divertirme un poco –Contesto – Últimamente he tenido muchos casos, así que sólo iré a tomar una copa y volveré a casa.

Ji Yang solo negó y suspiro – Está bien Yibo, sólo ¿Cuidate sí? No quiero que te pase nada hermano – Sé acerco quedando a centímetros de él, hasta que rodeo sus brazos.

– Lo prometo – Correspondió y al minuto se separó dejando un diminuto beso de su frente y llendose de la casa de su hermano.

Ese día había visitado a la familia de su hermano menor. Él era un omega, y su Alfa era para su casualidad, su mejor amigo. Así que no se sintió tan incómodo ir solo un rato y pasarla con ellos, aparte de que, el pequeño cachorro que estos tenían era una ternura para el alfa. No quizo irse, pero sabía que estaba estorbando a esa hora y sólo decidió pasar lo que resta del día en un bar de la ciudad.

Manejo por casi media hora hasta que llegó a su bar favorito donde muchas veces se reunía con compañeros de trabajo, ahí trabajaba Hai Kuan un alfa el cual también cumplía el papel de su amigo, y camarero.

– ¿Qué va a querer? – Pregunto el bartender.

– Un Wiskey estaría perfecto –

Liu sonrió y asintió dándose la vuelta y empezando a servir lo que el alfa contrario le pidió. Yibo por otro lado, se mantenía en su mundo pensando si estaba bien estar en ese lugar o si debía mantenerse en aquel perfil tan bajo siendo policía. Fue que dejó aquellos pensamientos cuando alguien tocó su pierna descaradamente y se sentó en el asiento que estaba justo a su lado – ¿Todo bien, chico?

Pregunto aquel omega con aspecto estudiantil, pues aún llevaba su uniforme y un olor a alcohol haciendo que el original se fuera.

Yibo sólo frunció su ceño – ¿Te importa? – Respondió bajito y el omega sólo río y negó.

– No, pero te vi tan sólito por aquí que pensé que querías divertirte ¿Eres policía? – Ahora sus traviesas manos se dirigieron a su uniforme tenteando sobre su pecho.

Yibo dirigió su mano hacia la del bajito y la quito poco a poco – ¿Tú eres estudiante? ¿Qué haces en un lugar así?

Jaqué mate.

Pero al omega no pareció importarle aquello y sólo recargo de nuevo su mano sobre su pecho – Tienes abdominales – Habló tambaleándose un poco. A Yibo su paciencia se le estaba acabando, él podía ser muy paciente con las personas, pero aquel omega le estaba quitando lo poco que le quedaba.

– Sí, ¿Podrías quitar t-

– Aquí está – Interrumpió Hai Kuan poniendo el vaso de wiskey frente a su vista.

Yibo ignoro los movimientos del omega y la mirada de su amigo para tomar el vaso y empinarlo sobre su garganta tomándolo de solo un sorbo.

Tomó la mano del omega y se levantó de ahí dejando dinero sobre el mostrador – Gracias Kuan, luego nos vemos.

Él alfa solo asintió confundido y siguió atendiendo al demás personal. Por otra parte, el bajito refunfuño pues el alfa le jalaba hasta la salida. En un movimiento fuerte quito su brazo de las manos del alfa y sobo este pues se había lastimado de tan brusco movimiento.

– Eres un bruto – Habló en tono infantil.

– ¿Cuántos años tienes? – Pregunto el policía sin obtener ninguna respuesta más que el acercamiento del omega el cual rodeo con sus brazos su cuello –¿Por qué mejor no me besas?.

Yibo tomó su cintura y como pudo trato de sacarselo. Lo jalo de nuevo hacía su auto y está vez lo ajusto sobre el asiento delantero. Cuando entró en el asiento del piloto se dio cuenta que el chico se había quedado dormido así que eso le llevó a investigar y sacar de sus bolsos cualquier tipo de información que tuviera.

Lo primero que encontró fue una identificación y después de eso no había nada. El chico era mayor de edad y al parecer estudiaba su último año de preparatoria.

Un gemido de lo más profundo de la garganta del omega salió. Yibo miró al bajito y se encontró a este retorciendose y tocandose sobre su ropa – A-alfa ~

Su mente se puso en blanco en aquel momento pues cualquier movimiento podria estar mal hecho. Miró hacia enfrente y vio a alfas acercándose hacia su auto y eso le puso alerta a su lobo haciendo que empezará a conducir directamente hacia su departamento.

Sacó el cuerpo caliente del chico tomándolo sobre sus brazos mientras subía por el elevador. Llegó a su piso y abrió la puerta de su departamento encontrándose con un lugar frío y limpio como le había dejado en la mañana. Suspiro y rápidamente llevó el cuerpo del chico hacia su cuarto exactamente su cama. Las feromonas de omega le estaban atacando y eso era lo menos, pues Yibo no contaba con supresores ni mucho menos había tenido experiencias con omega anteriormente.

El omega buscaba su calor pues se restregaba contra el alfa dejando todo su olor a celo. Quería más, quería que el alfa le tocará y le llevara lejos. No ayudaba mucho el hecho de que estuviera borracho, en celo y un alfa terriblemente caliente frente a él.

Su lado racional no estaba consiente de que sus padres tal vez le ragañarian y le dieran la platica de su vida por no llegar a casa. El solo quería follar con él alfa y satisfacer sus deseos. Antes de que Yibo se fuera de nuevo tomó su brazo y abulto sus labios en un bonito puchero soltando su olor con su feromonas aún más recargadas – Por favor,
a-ayúdame – Tartamudeo y ronroneo sobre el brazo del mayor.

– Ni siquiera se tú nombre...Y no se si eres menor de edad... Estudiante, podría meterme en problemas. No nos conocemos –Entre cerro sus ojos tratando de guardar la calma mientras sus pies empezaban a erigirse sobre el suelo. Un bulto en su pantalón empezó a crecer, el cuarto ya estaba lleno, muy lleno de feromonas. Del olor de aquel omega.

– E-eso no importa – Alentó – Soy demasiado b-bueno para ti, ayúdame...

La mente de Yibo volvió a quedar en blanco y su lobo volvió a tomar su cuerpo cuando sintió que ya era demasiado. Quito la mano del omega de su brazo y la llevó hacia atrás acostandole sobre la cama y empezando a besarle.

Wang jamás había actuado de esa manera, y su mente no se encontraba en las mejores situaciones. Solo era un policía, con un corazón frío y una mente clara. Hasta que llegó él.

No se dio cuenta cuando sus sentidos se nublaron y cedió a su alfa por toda la noche.

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