El primer dia de clases

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Izuku abrió lentamente los ojos, parpadeando con dificultad, tratando de acostumbrarse a la luz que entraba junto a una suave brisa a través de la ventana. Podía escuchar como se hacía cada vez más cercano el sonido del equipo médico con el que eran monitoreados sus signos vitales. Se dió cuenta de que estaba en un hospital, su cuerpo aún le dolía, sentía un ligero dolor de cabeza y un poco de mareo. Trataba de recordar lo que había pasado, cuando una voz lo sacó de sus pensamientos:

Amane: ¡Buenos días, bello durmiente! Comenzaba a creer que no ibas a despertar, ¿dormiste bien?- pregunto con un tono de sarcasmo en su voz, sonando más molesta que bromista.

Izuku: La verdad es que no, creo que dormí torcido y eso me dió dolor de espalda. Parece que la fiesta en UA se puso más salvaje de lo que habría esperado- dijo el peliverde mientras se incorporaba con lentitud para quedar sentado, ignorando por completo la molestia de su jefa- Pudo haber sido peor, pero creo que nos moderamos.

Amane: ¿Peor? ¿Tienes idea de lo grave de la situación, idiota? Recovery Girl a duras penas pudo curarte, pero debido al daño que habías recibido, terminaste en coma. ¿Todo por qué? ¿Por salvar a una chiquilla descuidada que no fue capaz de protegerse a si misma? Casi mueres aplastado y todo sin cumplir con las misiones para las que te hemos entrenado- dijo la Jefa de la Comisión con un tono de enojo en sus palabras, furiosa por el actuar del peliverde.

Izuku: No. Habría muerto por hacer lo correcto, por ayudar a quién lo necesita. Si en verdad deseo ser un héroe, debo de ver siempre por el bienestar de la sociedad y sus integrantes antes que por el mío. Sabes bien que les agradezco la oportunidad que me han dado, no estaría aquí de ser por ustedes, pero espero que entienda qué si quiero cumplir con mi sueño, debo de estar listo para dejarlo todo, incluso mi vida, para salvar a otros. Así que espero que pueda disculparme si doy prioridad a la seguridad de las personas antes que a mis misiones- Izuku respondió tranquilamente, esperando que su superiora aceptará su punto de vista.

Amane: ¡Que remedio! Supongo que seguirás haciendo lo que creas que es correcto. Sólo te pido que seas más cuidadoso, tu integridad es realmente importante para la Comisión- le dijo con resignación al peliverde.

Izuku: ¡Lo haré! Seré más cuidadoso. Pero supongo que no vino solamente a regañarme por terminar en el hospital ¿o si?- pregunto el peliverde con curiosidad.

Amane: Parece que te volviste más perspicaz. En efecto, no vine solamente a darte un sermón, vine porqué ya dieron tu alta, ya estás fuera de peligro. Cámbiate, hay un sitio al que debemos ir- dijo lanzandole a Izuku un par de botas negras, un pantalón gris, una camisa azul marino y una chamarra café, para luego salir de la habitación.

El trayecto en auto fue silencioso, parecía que ninguno de los dos tenía nada que comentar. ni por trabajo ni charla casual se desarrolló conversación alguna. La Jefa de la Comisión, estaba absorta en la revisión de documentación importante, haciendo ligeras pausas para beber un poco de té. Izuku por su parte, se coloco los auriculares de su teléfono y escuchaba música mientras veía por la ventana. Se preguntaba cuál sería la respuesta que UA le daría por el examen de admisión. Sabía perfectamente que había aprobado el examen escrito, pero el práctico le preocupaba un poco. Había obtenido 80 puntos en total, suficiente como para ser aceptado en el curso de héroes Sin embargo, no sabía si habría alguna clase de repercusión por enfrentar al 0 puntos, aún cuando les habían informado que debían de huir cuando lo vieran. Si sufrió alguna penalización por sus actos que le costará su ingreso a la UA, lo aceptaría con orgullo, ya que gracias a lo que hizo Uraraka estaba sana y salva.

Se sorprendió un poco cuando llegaron al sitio que había mencionado la Jefa, se trataba de un edificio habitacional. Antes de que tuviera oportunidad de preguntar, fue guiado a través de los pisos hasta llegar al apartamento 302, el cual fue abierto por su jefa, quién lo invito a pasar.

El héroe menos probable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora