El héroe menos probable

Prólogo

Musutafu, 11 de marzo, 8:45 a.m.

Un nuevo día comienza en la ciudad, una mañana soleada y apacible.

La gente transita tranquilamente por las calles de la ciudad, dirigiéndose a realizar sus actividades habituales, serenamente caminando a sus destinos, tal y como lo hacen siempre.

Comienza así un nuevo amanecer en la tierra del sol naciente, tan apacible y común; bueno, tan común como podría ser, considerando que muchos de los transeúntes, pueden llegar a ser físicamente peculiares. Eso se debe a que nos encontramos en un mundo dónde el 80% de la población, ha desarrollado particulares únicas que los distinguen de los demás. Así qué, lo que en el pasado podría considerarse extraordinario, se convirtió en lo habitual, ya nadie se sorprende al ver en las calles a personas con rasgos animales, gigantes, robustas, entre otras; siendo tan común, que ya todos están acostumbrados a la enorme diversidad que existe.

Los quirks, han hecho que la vida humana se haya vuelto más sencilla, ya que permiten realizar mejor cualquier actividad que podamos imaginar, siendo una de ellas los trabajos en los que nos desempeñamos.

Lamentablemente, no todas las personas hacen un buen uso de sus habilidades naturales, empleando muchas veces sus quirks de manera egoísta y para su propio beneficio, llegando en muchas ocasiones a romper la ley y convirtiéndose por ende en criminales.

Sin embargo, así como hay personas que anteponen sus propios deseos por encima de los demás, también existen personas que utilizan su poder para ayudar a los otros y servir a la sociedad: Así fue como surgieron los héroes.

Esta nueva etapa de la sociedad, ha originado una lucha constante entre aquellos que usan su poder para su beneficio y quienes buscan ayudar a los demás, siendo el pan de cada día ver enfrentamientos entre héroes y villanos... justo como esta mañana.

Una explosión se puede percibir a lo lejos. El sonido y el destello de la misma, sacan de su monotonía a los peatones que circulaban con tanta tranquilidad.

El origen del caos es en las afueras de un banco en el centro de la ciudad. Un grupo de villanos se encuentran envueltos en una batalla con algunos héroes que patrullaban por la zona.

Los criminales habían ingresado al Banco Central de Musutafu para realizar un atraco. Tenían todo el plan cuidadosamente elaborado, desde la desactivacion de números de emergencia y alarmas, neutralizacion del personal de seguridad en el interior, la abertura de la bóveda de seguridad, hasta el transporte del dinero... todo estaba perfectamente planeado, digno de una película de acción.

Sin embargo, igual que siempre, un solo detalle puede echar todo a perder.

Y es que los ladrones no habían previsto que una persona tiraría todo su esfuerzo por el caño.

Entre todos los usuarios que se encontraban en el banco, había una joven, una chica sencilla con uniforme de estudiante y delicados lentes; una joven ordinaria a simple vista... o eso era lo que se podía pensar.

La estudiante quizá no tenia alguna característica física destacable, sin embargo, había algo que la hacia peligrosa: su quirk.

El poder de la chica le permitía enviar una señal de auxilio con tan solo cerrar sus ojos, emitiendo una señal que viajaba a través de frecuencias de radio y comunicaba la ubicación del sitio donde sucedía la emergencia.

Desde que los asaltantes ingresaron al banco, la chica comenzó a enviar la alerta, esperando que fuera captada por la policía o alguna agencia de héroes para que detuvieran a los ladrones.