Cιᥒᥱ ყ Fᥱrιᥲ dᥱ ᥲtrᥲᥴᥴιoᥒᥱs.

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—Y bueno, van a querer palomitas, dulces, hot dogs o qué. Decídanse y fórmense en la fila de una vez que solo falta media hora para que comience.

—Hyunjin, tranquilo, no seas dramático, media hora es más que tiempo suficiente, mejor dime qué es lo que vas a querer —le decía Innie.

—Jeongin tiene razón, además siempre ponen como diez minutos de anuncios antes de que comience de verdad la función.

—Exacto. Ándale, pide lo que quieras, yo invito —guiño el ojo.

Hyunjin rodo lo ojos, pero al final accedió.

Los tres chicos tuvieron que esperar antes de que su comida les fuera entregada, por ello, se dirigieron a una de las mesas que había en el lugar mientras tanto.

—Vaya, de verdad estoy muy emocionado —dijo Jeongin.

—¿Seguros que estaremos a tiempo?

—Sí, Hyunjin. Quédate tranquilo, no creo que tarden mucho en-

—¿Jeongin? —una voz se escuchó a espaldas del chico nombrado.

Felix y Hyunjin se encontraban de costado por lo que pudieron ver a un joven parado a casi un metro y medio detrás de su amigo, el cual solo permaneció atónito en su asiento al reconocer aquella voz.

Jeongin se levantó de su lugar y volteo para ver a esa persona.

—Sabía que eras tú —mencionó sonriente el chico desconocido.

—Hola, jeje —se había puesto algo nervioso.

—Hola a ustedes también —saludo a los otros dos sacudiendo ligeramente su mano. —Hace mucho no te veía, dime, ¿has estado bien?

—S- sí, yo... me encuentro bien.

—Me da gusto saberlo, sobre todo porque-

La orden de comida de los chicos estuvo lista e irrumpiendo en la conversación los llamaron para que la recogieran.

—Disculpa que me vaya repentinamente —vió la oportunidad para huir y la aprovecho—, pero debo de ir a buscar nuestro pedido.

—Oh, entiendo. En ese caso, hasta luego —dijo el pelinegro manteniendo su linda sonrisa.

—Sí, hasta luego —realizo una pequeña sonrisa algo forzada.

Aquél joven se marchó y tras ello Jeongin indico a sus amigos que iría por la comida, yéndose rápidamente por ella.

—Mmm... que acaba de- pasar...? —indago Felix.

—Pues... verás... —Hyunjin dirigió sus ojos en un ángulo de 180° grados con su boca semiabierta, buscando una respuesta adecuada a la pregunta del rubio— ¿Cómo explicarte?... Él es... un conocido de Innie, de la escuela.

—Oh... pero, ¿acaso no se lleva bien con él? Lo digo porque se le notaba incomodo.

—No es... eso. Desearía poder decirte más al respecto, pero a Innie no le gusta que hablemos sobre eso. Lo siento —bajo su mirada.

—No te preocupes, entiendo —sonrío—. Aparecías mucho a Jeongin, ¿Cierto? —coloco sus brazos cruzándolos sobre la mesa y se acercó tratando de buscar la mirada del chico delante suyo.

Al alzar su mirada, Hyunjin se encontró con dos bellos ojos de caramelo rodeados por unas bellas pecas. Sintió como su corazón se aceleraba mientras que percibía una sensación algo extraña en el estómago provocada por los nervios repentinos que llegaron tras aquel pequeño encuentro.

—¿Eh?, Pues... pues... —su nerviosismo aumentaba al saber que el pecoso mantenía su vista fija en él, y aún más porque el tema de conversación era sobre sus sentimientos, los cuales no solía compartir muy a menudo. Agachó un poco más la cabeza, sin embargo, las palabras de Yongbok resonaron en sus pensamientos, sonrió sin darse cuenta mientras matenía la mirada en el suelo. Lo dicho por Yongbok era cierto, él apreciaba demasiado a Jeongin

𝗧𝗲 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝘂́ 𝗮 𝗺𝗶́ 𝗻𝗼.... ¿𝗖𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora