𝗧𝗲 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝘂́ 𝗮 𝗺𝗶́ 𝗻𝗼.... ¿𝗖𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼?

Tᥱᥒsιóᥒ.

—Ahg... Yo- Lo sé todo, Hyunjin.

—¿Eh?

—Sé lo que paso con esa chica que se te acerco el otro día y te confesó que está enamorada de ti —el más alto abrió en grande sus finos ojos—. Y no soy el único, Felix también lo sabe.

—¿Qué?...

—No fue a propósito, ¿de acuerdo?, fue por accidente que llegamos a escuchar su conversación.

—Eh- bueno... —trago saliva sintiéndose desorientado. Y es que, maldita sea, por qué se tuvieron que esterarse de esa forma.

—¿Chicos?... —los dos voltearon, y se toparon con el lindo chico de pecas viéndolos algo sorprendido y ruborizado por presenciar aquella situación algo comprometedora. Inmediatamente ambos retomaron la compostura —Yo- Yo solo venía a ver si todo estaba bien, nos trajeron la comida hace rato.

—¡Oh! Eh... sí, todo bien, Lix —dijo Jeongin actuando de la mejor forma posible.

—Ah, bueno, entonces ya me voy.

Luego de que el rubio se esfumara veloz, los otros dos simplemente se veían de reojo sin atreverse a decir algo más.

—Sera mejor que vayamos.

—Aún no hemos terminado de hablar —le advirtió Hyunjin tomando del brazo al joven zorro cuando trato de salir.

—Yo creo que talvez sí —se safo con brusquedad de aquel agarre.

⚝ ⚝ ⚝

Cuando el chico de cabellos dorados regresaba a su lugar, sentía como el nudo en su garganta se hacía aún más molesto, mientras que sus ojos comenzaban a picar, no comprendía el porqué de esto, pues era como si su corazón se sintiera pesado, mientras que su mente le repetía: "ya lo sabias", a modo de intentar calmarlo.

A los pocos minutos sus dos amigos llegaron por fin hasta donde estaba, el aún no había probado nada, el apetito se le había ido.

La cena transcurrió casi como si nada, o bueno eso trataron de aparentar, ya que era evidente lo denso que se sentía el ambiente a su alrededor, incluso Minho, quien fue testigo de todo, pudo darse cuenta.

—Hasta luego, vuelvan pronto. —decía el chico gato acompañándolos hasta la salida del establecimiento.

—Gracias por todo —agrego Felix siendo el último en salir, sin embargo, Minho le detuvo unos segundos ya estando afuera.

—Oye, te recomiendo que seas directo, eso te evitara demasiados problemas a futuro. —le giño un ojo para luego volver dentro.

No entendió muy bien que fue eso, pero sabia a lo que se quería referir, pero... ¿sería capaz de hacerlo?

⚝ ⚝ ⚝

El camino a casa de Jeongin fue rápido, luego de despedirse de él se quedo a solas con Hyunjin, quien se ofreció a acompañarlo hasta su casa ya que era algo tarde, pero, entendía que en el fondo no solo era por eso, sino que al más alto no le agradaba tanto la idea de volver aún a su solitario hogar, por lo que simplemente no se negó, además, ambos tuvieron el mismo pensamiento de que sería el momento indicado para hablar.

—Me divertí mucho hoy con ustedes —inicio la conversación, por fin, luego de haber guardado silencio la mayor parte del recorrido, y mientras aún caminaba observando el lindo cielo estrellado.

—Mhm...

—Aunque... —se detuvo casi estando frente a su casa, y Hyunjin que caminaba detrás suyo también lo hizo — Sé que tú y Jeongin tienen problemas —declaro una vez se dio vuelta quedando de frente al chico.

—Yongbok, nosotros...

—Esta bien, entiendo. Desconozco que es lo que ocurre como tal, pero me queda claro que en estos momentos no se llevan del todo bien, y eso... me preocupa —desvió su mirar a sus pies con tal de que las lágrimas que comenzaban a querer brotar no fueran vistas, ¿por qué de nuevo estas ganas de querer llorar? —, porque ustedes se supone que son mejores amigos, y- y-

—¡Felix! —que lo llamara por ese nombre causo asombro en el más joven, haciéndolo levantar nuevamente la vista, para unos segundos después sentir como el cuerpo del pelinegro lo cubría. —Oye, está bien. Siento mucho haberte causado algún tipo de angustia y que hayas tenido que ver todo ese royo de nosotros—lo abrazo con mayor fuerza cuando sintió que el pequeño le correspondía el gesto. Unos segundos después se separó para tomarlo de las manos y hablarle con la voz más tenue y tranquila con la que pudo —Prometo que todo con Jeongin esta bien, así que quédate tranquilo, es solo una discusión tonta, pero como dijiste, somos mejores amigos, así que lo solucionaremos. —el menor asintió ante sus palabras.

—Perdón por ser un entrometido y angustiarme sin necesidad...

—No eres ningún entrometido, y entiendo tus razones, si yo estuviera en tu lugar también me desconcertaría.

"Si yo estuviera en tu lugar", vaya peso tuvieron esas palabras por alguna rara razón.

—Oye, Bokkie... —rasco su nuca algo nervioso —Mañana quisiera que me acompañaras al taller de arte, estoy trabajando en nuevas obras, entonces...

—Sí, está bien.

—Oh, ¿la que esta ahí es tu abuela?

El pecoso volteo y era verdad, ahí se encontraba la dulce ancianita, ambos saludaron a lo lejos y ella correspondía el saludo.

—Será mejor que ya entres, se está haciendo más noche.

—De acuerdo, entonces, hasta mañana.

—Hasta mañana.

—Ah, y... espero las cosas con Jeongin se resuelvan —dijo para por fin soltarse de las manos y adentrarse a su casa.

El pelinegro soltó un suspiro profundo y cansado, él también esperaba que todo con su amigo se resolviera.

⚝ ⚝ ⚝

Al día siguiente, tal y como habían acordado ambos se reunieron el salón de artes, y Hyunjin pronto se dispuso a acomodar todo para poder comenzar.

—¿Hm? Esto es... —comento Yongbok cuando vio una de las pinturas en la libreta de bocetos de su amigo.

—¿Acuarela? Sí.

—Vaya, yo solo las llegue a utilizar para prescolar, aunque claro esto se ve más profesional.

—Sí, bueno, la acuarela es lo que más suelo usar para mis bocetos y dibujos libres.

—¿Puedo ver el resto?

—Claro, solo que- —no le dio chance de quitar las hojas con los diversos retratos del pequeño hada, si los descubría sería demasiado incomodo, pero... una parte de él quería que así fuera, y es que, la extraña necesidad de hacerle saber a Yongbok que tenia su atención por completo, se hacía presente.

—Vaya... ¿Crees que pueda intentarlo?

—¿Oh? Sí, por qué no.

Fue por un poco de agua, y pronto el rubio estuvo sosteniendo el pincel para dar su mejor esfuerzo en esto nuevo para él.

—Bien, sostén así el pincel —indicaba el pelinegro detrás suyo mientras lo guiaba con su mano puesta sobre la suya. Estar en de esa forma hacía al chico menor que un calor interno llegara hasta su rostro y lo colorara. —Bien... así... —el mayor quito su mano y observó desde arriba como Felix pintaba por sí mismo tal y como le había dicho. No lo iba a negar, la vista era realmente hermosa, así que discretamente bajo hasta quedar a la altura del hombro contrario con tal de poder ver mejor sus pestañas, sus pecas salpicadas en esas rosadas mejillas, sus pequeñas orejas, cada cabello y cada parte del joven que era digna de admirar y apreciar.

—¿Qué tal? —consulto a Hyunjin sobre su pintura, y volteando a ver su reacción. Quedo petrificado cuando vio lo cerca que quedaban sus caras, era la segunda vez que algo así ocurría, sin embargo, esta vez era todavía más cerca. Podía sentir el ligero y cálido aliento de Hyunjin, quien también opto por no moverse. Los segundo se volvieron eternidades, el ritmo cardiaco de ambos aumento, y entonces, de no ser por Chaeyoung que ingreso a sitio, otro cuento sería.