Una chica de cabellos oscuros y trenzado en par, se encontraba sentada bajo la sombra de uno de los numerosos árboles de la zona, a solas y con una libreta en manos a la hora del descanso.
-¡Okuda-San!- un llamado proveniente de una voz femenina tomó por sorpresa a la mencionada, haciéndola dar un respingo, desacomodandosele los lentes involuntariamente.
-¡Kayano-San! Que sorpresa. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?- Respondió la pelinegra, reincorporandose rápidamente.
-Ah.. Me preguntaba si podría comer contigo. Disculpa si te interrumpí. ¿Estás ocupada?- preguntó la peliverde parándose cerca de su compañera.
-Algo así.- Respondió tímidamente. -Pero no es como si me viniera mal algo de compañía.- expresó alegre.
Kayano sonrió y aceptó la invitación de su amiga sentándose a su lado para comer. De ese modo le podría compartir de su almuerzo fácilmente y tener mejor vista hacia la libreta de Okuda para espiar... solo un poquito.
La pequeña peliverde observaba a la chica escribir cosas que no comprendía tan bien como ella, mientras simplemente comía silenciosamente a su lado, hasta que algo llamó su atención.
La palabra "Amor" estaba escrita en uno de los tantos diagramas conectados por flechas y símbolos que la chica garabateaba. No tardó en preguntar.
-Okuda‐San, perdona que me entrometa. Pero ¿Qué significa eso?- dijo pausando para señalar la palabra con su dedo índice. -¿Piensas hacer alguna poción de amor o algo así?- Expresó la chica emocionada.
-Sería genial poder hacer "pócimas" pero lamentablemente no soy una bruja- respondió la pelinegra nerviosamente. -Esto de aquí, no es más que un simple estudio previo antes de patentar algún compuesto químico novedoso que sea pertinente para nuestras necesidades en el asesinato.- explicó alegremente.
-¡Oh! ¡Ya veo!- Kaede Hizo una pausa -.... No entiendo de qué se trata. ¿Podrías explicarme más?- expresó apenada.
-Por supuesto. - Okuda rió suavemente.
-Intento estudiar un sujeto A, para comprender cómo se desarrolla con su entorno, y en base a la información que recolecte, crear un compuesto que sea capaz de estimular las hormonas y los procesos químicos del cerebro para que pueda "Enamorarse" del Sujeto B -
-¡Entonces sí que es una poción de amor después de todo!-
La de lentes solo rió nerviosamente resignada -Si tu lo dices Kayano-San-
-Supongo que sería útil lograr enamorar forzadamente a nuestro objetivo adrede... aunque no estoy segura si eso es así como funciona.-
-Exactamente. Es por eso la razón de mi estudio antes del experimento. - se acomodó los lentes la chica.
-Me gustaría ayudarte. - Kayano se removió ilusionada. -Suena divertido-
-¡Claro! Me haría muy feliz. - Aplaudió animada Okuda. -Empezaremos la investigación ¡Mañana mismo!-
Ambas chicas celebraron animadas su pequeña "asociación".
☆
El tiempo había transcurrido volando y ya estaban en el primer día de su investigación. Ambas se encontraban escondidas como pequeñas ardillas tras los matorrales, con un pequeño agujero natural que hacían las ramas que les servía de mirilla.
-Okuda, ¿Que estamos haciendo aquí?- Preguntó Kayano en voz baja.
-Estamos esperando al Sujeto de pruebas A.- dijo sin despegar la mirada de un árbol, a unos cuantos metros de donde estaban escondidas.
Al poco tiempo, un chico con una destacable cabellera roja bajó de un salto de la copa del árbol que observaban.
-No me digas que el "Sujeto A" es ¡Karma!- Se exaltó Kayano tapándose la boca con una mano.
-Shh, Shhh. Kayano-San. Karma se dará cuenta de nuestra prescencia y huirá si hacemos mucho ruido- Murmuró casi inaudible la de cabello trenzado. -Y sí. Él es el "Sujeto A"-
-Pero... ¿Por qué, entre todos nuestros compañeros, elegiste a Karma-Kun? - Kaede la miró confundida.
-Bueno... simplemente porque necesitaba conseguir a un sujeto que fuera un "reto" metafóricamente hablando. Y-ya sabes. Alguien con un procesamiento lo suficientemente "complejo" para así tener más probabilidades de éxito con nuestro profesor.- Okuda sonrió, escribiendo cosas en su libreta.
Por otro lado, Kaede pensó que lo que su amiga le planteaba tenía sentido. Bastante en realidad. No lo había pensado de esa manera, Okuda era muy profesional.
Observaron a Karma por aproximadamente 10 minutos. El chico se notaba ligeramente ansioso, como si estuviese esperando a alguien, podían deducirlo por la forma en la que mordía la uña de su dedo pulgar inconcientemente, a la vez que usaba una pequeña consola para distraerse.
-Okuda, ¡Mira ahí! Parece que alguien viene. - señaló Kayano, llamando la atención de su compañera.
Ambas se quedaron extremadamente quietas en sus lugares, y de repente vieron salir de la espesa arboleda una conocida cabellera celeste. Afortunadamente para las dos, este último no se percató de sus presencias y caminó directamente hacia el chico pelirrojo. Las dos chicas suspiraron aliviadas.
-¿Puedes describirme qué están haciendo? En lo que yo anoto. - susurró la pelinegra.
-¡Sí claro!. Umm... Bueno, Nagisa-Kun acaba de asustar a Karma-Kun. ¡Qué gracioso! Aunque parece que no lo hizo a propósito.- respondió Kaede en voz baja con una risita prácticamente inaudible.
-Interesante. - Okuda anotó en su cuaderno.
-Nagisa-Kun trae consigo un par de bolsas de la tienda de conveniencia, parece que fué rápidamente para comprar algo para merendar.- Pausó la peliverde, esta vez cerrando su ojo izquierdo para enfocar mejor su visión para ver las acciones de sus amigos. -Ahora está hablando con Karma y le pasó una de las bolsas.- señaló.
-Y ¿Qué más?- preguntó Okuda, sin despegar la mirada de su preciada libreta.
-Umm... ¿Nada? Simplemente se sentaron juntos a merendar al pie del árbol de donde Karma estaba trepado hace unos minutos. - arqueó la ceja confundida.
-Déjame ver- Esta vez fue Okuda quien se asomó para ver a ambos chicos.
Efectivamente, estaban como Kayano los describía. Sentados juntos "hombro a hombro" usando el tronco del árbol como respaldar mientras comían sus respectivas meriendas. De vez en cuando Karma tomaba inesperadamente bocados de la comida de Nagisa, y este último intentaba hacer lo mismo sin mucho éxito. Okuda observó y distinguió lo mejor que pudo las comidas correspondientes a cada chico.
-"Karma: Leche de fresas y un sandwich. Nagisa: Jugo de frutas silvestres y una orden de sushi."- anotó finalmente la jóven química, enumerando lo último en voz alta. -¡Listo! Es suficiente por hoy.- exclamó feliz.
Kaede miró a la contraria aún mas confundida.. ¿De que le serviría saber algo tan trivial como lo que estaban haciendo?.
☆☆☆☆
¡Hola otra vez! Me animé a escribir algo más al final <3. Tenía pensado que fuera un one-shot, pero se me alargó bastante asi que tomé la desición de dividirlo en capítulos pequeños para que fuera mas fácil de digerir.
Advierto desde ahora que no es una historia con mucho drama o un lore complejo, todo lo contrario. En teoría supone ser una história cómica y bastante cursi Lol. Espero que los entetenga, aunque sea un poquito :')
(Como lo tengo bastante avanzado, las actualizaciones serán relativamente rápidas (espero KDNKF))
¡Gracias por leer!
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Química [KarmaGisa]
Fiksi PenggemarManami Okuda, una científica entusiasta de secundaria, estaba dispuesta a comprobar su tesis sobre "El amor" por medio de la experimentación de dos sujetos de prueba. Dos buenos amigos que se "llevaban bien".