Pasé todo el día amargada, pelear me quitaba energía y me desmotivaba de todo. A eso de las ocho y media de la noche tocaron mi puerta. Esperaba que fuera Allie, Helena o ambas, pero me llevé una buena sorpresa al ver quien era.
-¿Sebastián?, ¿Qué haces aquí?.
-Quiero disculparme, tenías razón, te he estado tratando bastante mal y no es culpa tuya, tienes derecho a divertirte con otros hombres, tú y yo no tenemos nada serio y fue algo inmaduro viniendo de mí.
-Acepto las disculpas, y agradezco que hayas venido hasta acá a ofrecerlas.- le brindé una sonrisa.
-Espero que estemos bien ahora, no quisiera que el viaje sea incómodo para ninguno de los dos.- se veía más tranquilo.
-Estamos bien- no quise que se fuera, pero tampoco quería decirle nada. Él estaba en silencio, viéndome.
-Bien, tengo que irme, hay mucho trabajo esperándome, puesto que no voy a estar, tengo que dejar varias cosas adelantadas. Nos vemos luego.
Lo vi irse y yo volví a mi soledad, pero sintiéndome mejor. Pensé en buscar a Allie y a Helena para salir, pero debían estar estudiando para el examen final. Yo no lo iba a presentar, ya que me iría al concurso, y además estaba eximida. Por lo que tenía mucho tiempo libre. Hice las maletas para el viaje y completé la lista que me había dado Sebastián, luego ordené mi habitación y la comencé a vaciar, luego del concurso venía la graduación y esta ya no sería más mi habitación. Luego me puse a escuchar música un rato, pero el tiempo pasaba demasiado lento, estaba aburrida y no tenía sueño. Pensé en ir a visitar a Sebastián, pero me apenaba molestarlo mientras trabajaba. Aun así fui a espiarlo un poco. Estaba concentrado, así que esperé a que saliera de su burbuja para tocar la puerta y hablar con él. En eso, levantó la mirada hacia la ventana y yo me tiré al suelo lo más rápido que pude. No creo que me haya escuchado, así que me levanté para seguir viéndolo, pero me encontré frente a frente con él mientras sonreía porque me había atrapado.
-Pero mira lo que trajo la marea, ¿Qué estabas haciendo aquí?.
-Yo... estaba verificando que esta planta estuviera regada.- tomé una maceta que estaba en la ventana de su oficina.- Ya sabes, sería muy triste si una inocente planta muriera, por descuido, nunca veo que la rieguen y debe estar seca...
-Es de plástico- Sebastián interrumpió mi ridícula justificación. Y al ver mi cara soltó una fuerte carcajada, nunca lo había visto reírse así, en realidad creo que nunca lo había visto reírse, era lindo.
-Bien, me descubriste, pero no te burles de mí así.- dejé la planta en su lugar, mientras él intentaba calmarse. Se colocó las manos sobre el estómago y respiró hondo.
-Que risa- dijo tomando aire- ¿Quieres pasar?, me vendría bien que me distraigas un poco con tus explicaciones locas y eso.
Asentí y ambos entramos, tenía su escritorio ordenado, lo que me hizo pensar que había terminado o estaba en eso.
-Y ¿terminaste todas las cosas que tenías que hacer?.
-Terminé una parte, mañana terminaré la otra y ya estaría listo todo para el fin de año. ¿Estás contenta por la graduación?- se sentó en su silla y me miró interesado.
-Pues si, quien no estaría emocionado por acabar las clases, aunque el tiempo que pasé aquí no estuvo nada mal, conocí nuevas personas, aprendí cosas que nunca pensé que aprendería y puedo decir que he adquirido bastante experiencia.- Sebastián se veía feliz de mi respuesta.
-¿Y ya has pensado que quieres hacer con tu vida cuando salgas de aquí?.
-Pues al parecer tengo dotes para estudiar y especializarme en distintas cosas, pero no he pensado mucho en eso. Me gustaría estudiar filosofía pero no estoy muy segura...
Estuvimos hablando el resto de la noche, y me gustó bastante pasar el rato con él sin que hubiera esa tensión sexual (de la cual no me quejaba, pero de vez en cuando no está mal dejarla de lado). Cuando terminamos de charlar, me despedí con un beso en el cachete, me fui a mi habitación porque, a pesar de estar eximida, aún tenía que asistir a clases. Pero me fui a dormir feliz sabiendo que oficialmente las cosas entre Sebastián y yo estaban arregladas, y esperaba que se quedaran así.
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Corrección de Pasión (Sebastián Rulli y Tú)
FanfictionVives en un barrio pobre de Latinoamérica, donde tu mamá drogadicta, lo único que hace es regañarte por tu mala conducta. Un día, ella te despierta y te manda a hacer las maletas, porque te irás a una correccional en Grecia conocida por su gran nive...