Corrección de Pasión (Sebastián Rulli y Tú)

Capítulo 6

Mientras nos dirigíamos al teatro, muchas chicas volteaban a verme. Tratamos de ir de primeras para poder sentarme en la fila principal y que el director me viera más rápido.

- Por ahí, rápido- Helena se apresuró a tomar tres puestos en primera fila.- Bien, ahora debemos esperar a que las luces se apaguen y entren los maestros al escenario para la ridícula charla de bienvenida.

- T/n, cuando entren, asegúrate de ponerte en una posición seductora- al ver que hice una mueca, Allie me dio ideas- Puedes cruzar las piernas y bajar un poco la cabeza para verlo como si estuvieras muy abajo, él sabrá interpretarlo.- Helena soltó una risa baja y Allie me guiñó el ojo.

- Ah, ya entiendo- dije incómoda.

Las luces se apagaron y comenzaron a entrar los maestros mientras todos en el público aplaudíamos. El Señor Rulli entró de último y debo admitir que se veía bastante atractivo ahí arriba. Mientras saludaba y esperaba a que el público se calmara, dirigió la mirada hacia donde estaba yo e inmediatamente hice lo que Allie me dijo. El director se quedó atento a cada movimiento que hice para seducirlo desde mi asiento. Disimuladamente, sonrío y se relamió los labios, levantando la vista de nuevo para comenzar a hablar. Allie y Helena lo vieron todo y me sacudieron de la emoción.

- ¡Lo ves chica, el hombre no se puede resistir a tus encantos!- Allie susurró emocionada.

- Esto va por un buen camino- Helena levantó las manos para chocar los cinco con Allie y conmigo.

La charla duró una hora y media y fueron repetidas las veces que el Sr. Rulli volteaba a verme disimuladamente, yo hacía alguna pose sensual y el sonreía igual que la primera vez y Allie y Helena se emocionaban en silencio. Cuando salimos del teatro ya era hora del almuerzo para luego tener la última clase del día, la cual era literatura dada por el Profesor Sebastián Rulli también conocido por ser el Director de la institución y la parte principal del plan de Helena y Allie. Luego de esa escena en el teatro no sé cómo podría verle la cara. El lado bueno es que Allie y Helena si compartían esta clase conmigo, así que no estaría sola del todo. Entramos en el salón y un par de chicas se acercaron a decirme que les gustaba mi maquillaje, pero se pararon en frente de mi pupitre haciendo una pared.

- Buenos días, jóvenes- el Señor Rulli entró y dejó sus libros en el escritorio.- Disculpen señoritas, saben que no pueden estar levantadas de sus asientos cuando inicia la clase.

Las chicas se movieron rompiendo la barrera que me hacían y el Señor Rulli parecía sorprendido de tenerme en su clase. Se acercó al escritorio y comenzó a pasar lista. No es por presumir ni nada por el estilo, pero solo levantó la vista para verme cuando mencionó mi nombre.

La literatura es una de mis materias favoritas, por lo que tengo mucho conocimiento acerca de la mayoría de los temas. Por lo que intervine mucho en la clase positivamente, dejando asombrado al Sr. Rulli, y además creo que, también, una buena forma de cautivarlo es demostrándole mi inteligencia. Finalmente, sonó el último timbre del día.

- T/n quédate un momento- El Señor Rulli no levantó la vista esta vez.

Cuando todas las chicas salieron si me miró a los ojos.

- Pude notar que te interesas mucho por la literatura.

- Si, señor, es mi materia favorita.

- Me alegra saber que por lo menos una de mis alumnas disfruta mi clase.

Yo estoy segura de que todas disfrutan su clase, pero no por la materia exactamente.

- Bueno profesor, si gusta podemos hablar de literatura algún día que tenga libre.- retomé mi rol de seductora.- me encantaría tener a alguien con quien hablar de distintos temas, pues yo tampoco conozco a nadie que la disfrute como yo.

- Tenlo por seguro, yo personalmente te avisaré cuando podemos reunirnos- el profesor dijo esa frase en un tono de voz que me dejó algo hipnotizada.

- De acuerdo, hasta mañana, Señor Rulli.

- Puedes llamarme Sebastián.

Oh, si, claro que lo haría.