El timbre de cambio de hora sonó y todas las chicas comenzaron a salir de sus salones. Mi siguiente clase era álgebra con el Señor Holland. No había nada en este mundo que odiara más que las matemáticas y todo lo que se relacione significativamente con ellas. Y para completar esta clase no la compartía con Helena y Allie, ellas veían clases de música con la Señorita Sheryl.
- Creo que después de esta hora tenemos una reunión todas las estudiantes en el teatro- Helena revisó su hoja de reuniones- Sí, y adivina quien nos va a dar la charla.
- Nuestro querido director, el Señor Rulli- Allie fingió un suspiro de enamorada.
- T/n no sé cómo, pero tenemos que lograr que quedes en la primera fila del teatro para que te vea. Y te recomendaría que te estilices un poco el uniforme, Allie te ayudará.- Helena y Allie tomaron sus cosas y se despidieron de mí para irse a su clase.
Caminé con fastidio al salón del Señor Holland y en el camino me topé a Aida y su grupo de víboras.
- Quítate escoria- las oí reírse mientras yo me caía y tiraba todos mis libros.
- Sabes, un "permiso" no estaría mal- reconocí la voz masculina ronca y suave.
- Lo siento mucho Sebas, quiero decir Señor Rulli— Aida puso un tono suave y sutil que no engañaba a nadie. Y mientras tanto, yo me levantaba del suelo e intentaba escabullirme de la incómoda escena.
- Espero que no se vuelva a repetir, ahora váyanse a su salón, no quieren una nota en su expediente por llegar tarde.
Dicho eso, todas ellas se marcharon dando pasitos cortos y saltando como unas estúpidas.
- T/n espera- Me volteé hacia el director que tenía las manos en los bolsillos y me estaba mirando fijamente.
- ¿Si Señor?- mi voz se cortó de la vergüenza.
- ¿Estás bien?- puso una cara de lástima que me dio aún más vergüenza.
- Estoy perfectamente bien, no se preocupe, ahora disculpe, tengo que ir a clase.- Comencé a caminar hacia mi salón dándole la espalda, pero recordé lo que Allie y Helena me dijeron y como se pondría Aida si supiera que su "preciado Sebas" y yo tenemos algo en secreto. Y luego de recordar lo que había pasado hace un minuto con esa perra, me comenzó a gustar el plan de Allie y Helena.
Llegué al salón del Señor Holland y comencé a anotar algunas ideas que me llegaron acerca del plan, en eso se me fue toda la hora, sé que mi yo del futuro en el examen me odiará por no haber prestado atención a la clase. Al salir me reencontré con Allie y Helena, y les conté algunas cosas que había pensado. Luego Helena nos llevó a su habitación.
- Bien, antes de las charlas siempre nos dan veinte minutos de descanso, así que vamos a aprovecharlos para arreglarte un poco.
- Okay T/n, a partir de hoy vas a usar todo lo que te dé, ropa, maquillaje y consejos ¿Está bien?.
- Entiendo.
- Muy bien- Allie se paró en frente de mí analizándome- Te voy a regalar algunas de mis camisas de mi primer año y vas a dejar de utilizar esas que tienes.
- ¿Por qué?, ¿Hay algo malo con mis camisas?.
- Sí, sucede que te quedan grandes, y si queremos llamar la atención de Daddy Sebas, tienes que cautivarlo de forma inmediata y eso solo lo lograremos con tus senos. Luego pasas a cautivarlo con tu increíble y atractiva personalidad. Pero para entrar en ese punto debemos resaltar tus fortalezas físicas.
Miré dudosa a Allie de lo que quería decir.
- T/n no nos malentiendas, eres jodidamente hermosa, pero debes relucir esa belleza. Si te maquillas un poco, te sueltas el cabello y usas un uniforme más ajustado, podrías ayudar a que nuestro objetivo sea más fácil de realizar. Así que debes comprometerte con el plan, o podemos dejarlo hasta aquí. No quería abandonar la misión. Aida me tenía harta y era obvio que iba a seguir fastidiándome la vida.
- Quiero comprometerme, hagámoslo.
Me quité mi uniforme y me puse el viejo de Allie, la verdad lucia sexy, mis curvas se marcaban bastante bien pero sin verme vulgar. Allie me maquilló un poco, pero lo suficiente para verme atractiva y me soltaron el cabello. No fueron muchos cambios, pero me veía bastante diferente. Bonita.
- Ahora si estás lista.- Allie dijo viéndome orgullosa de su creación.
- A darle a esa perra lo que se merece.
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Corrección de Pasión (Sebastián Rulli y Tú)
FanficVives en un barrio pobre de Latinoamérica, donde tu mamá drogadicta, lo único que hace es regañarte por tu mala conducta. Un día, ella te despierta y te manda a hacer las maletas, porque te irás a una correccional en Grecia conocida por su gran nive...