Capítulo 19

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El recuerdo de esa mujer hablando con Sebastián en la fiesta comenzaba a perturbar mi paz mental. Aún tenía muchas lagunas mentales, pero poco a poco me llegaban destellos de recuerdos de Sebastián con esa mujer. No podía evitar ponerme algo celosa, aunque nunca los vi haciendo nada más que conversar. Sea quien sea, no debe ser nadie importante, si no Sebastián me hubiese hablado de ella, confío en él. El resto del día estuve haciendo cosas tranquilas mientras se me pasaba el dolor de cabeza. En la noche ya me sentía mejor, así que me puse a leer un poco y luego me dormí.

A la mañana siguiente me desperté con una notificación de un número desconocido en mi celular:

Número Desconocido: ¿Es este el número de la señorita T/n T/a?

T/n: Si, ¿Con quién hablo?

Número Desconocido: Es de mi agrado hacerle saber que es ganadora del sorteo de dos helados de mantecado y una cita con el chico más apuesto de Grecia

Dudé un momento. Bien, no creo que Sebastián tenga mi número, y si lo tuviera, no creo que esa sea su forma de escribir por mensaje, además recuerdo que él estaba bastante molesto de verme con Mariano... Por supuesto.

T/n: El más apuesto y más tarado seguro

Número Desconocido: Ey, soy muy listo, y me he percatado que eres más agradable con alcohol encima

T/n: Mariano quien te dio mi número?

Mariano: Tu amiga Allie, muy guapa por cierto

T/n: Si es tan guapa por qué no me dejas tranquila y te vas con ella?

Mariano: Aleja tus malas vibras de mí, acabo de llegar de hacer yoga y me siento muy bien conmigo mismo. Además, es divertido molestarte ;)

Lo dejé en visto y me fui a bañar. Cuando salí a buscar algo para desayunar la Señorita Roberts me hizo señas de que la acompañara. Nos dirigimos a la oficina de Sebastián y no pude evitar ponerme algo nerviosa, ¿Para qué quería verme?.

-T/n como sabes nos vamos al concurso en tres días.- La Señorita Roberts dijo entusiasmada.

Ah para eso.

-Lo sabes ¿Verdad?- Sebastián me hablaba en un tono frío y seco, no me gustaba. Pero le iba a devolver el disgusto.

-Por supuesto- respondí seria y mirándolo fijamente. Lo noté algo sorprendido de mi actitud.

-Bien...- en eso la Señorita Roberts interrumpió.

-Discúlpenme, tengo clase, pero luego me actualizas.- le dijo a Sebastián, me dedicó una sonrisa y se fue.

-Como te decía, te voy a entregar una lista de las cosas que debes llevarte, no te lleves ni más ni menos, ¿escuchaste?.- No entiendo por qué me trata como si tuviera diez años, pero ya me estaba cansando.

-Si- me paré de mi asiento y le extendí la mano para que me entregara la lista y poder irme.

-¿Tienes prisa por irte?.

-De hecho, si tengo.

-¿Puedo saber por qué?.

-Bueno, no me agrada que me traten mal cuando no he hecho nada que lo merezca, así que si, ya quiero irme de aquí.

Sebastián se quedó callado, pero me observaba fijamente, estudiaba hasta el más mínimo de mis movimientos y mis expresiones faciales, me entregó la hoja con la lista, me di media vuelta y me fui sin despedirme. No me gustaba pelear con la gente, y menos con la que me importaba tanto, pero no merecía que me tratara así y tampoco me voy a dejar pisotear por nadie. Ni siquiera por él.

Corrección de Pasión (Sebastián Rulli y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora