¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El ambiente se hallaba pesado aquel día, todos sentían que algo iba a pasar más no sabían que exactamente y aquella incertidumbre les carcomian pero a alguien en especial, quien sentía los nervios a flor de piel mientras conducía su moto. Sorprendentemente se hallaba solo esa tarde algo raro pero aprovechó aquello para salir, estaba dispuesto a arreglar lo que había roto o eso pensaba hacer.
Mientras el joven iba de camino a la casa de cierto pelirrojo, este sorprendentemente se encontraba fuera de su habitación sentado en el sofá de la casa aquel día su madre le había hablado de que tenía una sorpresa para él más esta había salido temprano y no había regresado. Estaba mirando las notificaciones por fin luego de tres semanas donde respondió mensajes que creía importante y otros los ignoro,unos en particular llamaron su atención logrando que sacará una casi invisible sonrisa. La puerta de la vivienda comenzaba a ser abierta así que centro su vista en esta, donde pudieron verse cuatro cabelleras rojizas.
— ¡¿Donde esta mi pequeño rollo de frambuesa?! — aquella característica voz animada y con notable aventó extranjero traspaso la puerta y entró al lugar, los ojos grises del menor se iluminaron y sin esperar más se tiró a aquellos brazos que había extrañado en aquel momento.
— ¡¡Junnie!! — otra animada voz se hizo presente y se unió al abrazo seguida de otra pelirroja pero una poco más baja que la anterior, las tres chicas abrazaban al menor quien casi estaba siendo asfixiado por aquellas féminas.
