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El tiempo pasaba rápido y no perdonaba a nadie, el joven de cabellos rojos día a día recuperaba aquella luz pérdida con ayuda de sus amigos a quienes había empezado a mirar con ojos diferentes. Aquellos pequeños detalles que tenían ellos por su persona, como empezar a llevarse mejor o hacer planes juntos habían logrado que su agrietado corazón comenzara a sanar, aunque todo iba de maravilla para él era ignorante que cada tarde mientras el dormía un joven rubia iba a su casa para poder hablar con él o en las noches más era sacado a patadas por las féminas que ahora vivían con el pelirrojo.
Aquella tarde era precioso y perfecto para una salida entre amigos, las chicas habían hablado para salir más cierto azabache había propuesto conocer a su pandilla cosa a la que se negaron rápidamente los hermanos y albino más el pelirrojo dudo, extrañaba las amistades que había echo con aquellos muchachos pero eso significaba que él estaría allí y no se sentía preparado para verle mas él azabache negó diciendo que el rubro no estaría ya que lo había planeado a sus espaldas así que sin más el pelirrojo asintió.
Los miembros de Tenjiku pelearon exigiendo que le dejaran ir pero el trío inseparable había negado ya que era de pandilla y ellos eran sus "enemigos" una risa había interrumpido la pelea, la suave risa del pelirrojo llamo su atención haciéndolos quedar levemente embobados. El ojigris había propuesto al día siguiente ir con la pandilla de los contraria y así aquella pelea había quedado allí, el ambiente tranquilo bañaba la tarde sin a sumar la tormentosa noche que estaba por venir.
