CAPÍTULO 11:

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Katsuki, se encuentra tranquilo en su oficina, revisando papeleo de otro caso completo

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Katsuki, se encuentra tranquilo en su oficina, revisando papeleo de otro caso completo. Ya era tiempo de pasarlo al expediente y entregar más papeleo en copia a la estación de policía para otro registro. Al terminar, revisa su reloj de mano; sobra una hora para entrar a patrullaje. Por ende, prosigue a observar la carpeta debajo de su escritorio.

Hace dos semanas, inició una investigación sobre el albergue donde se encuentran los niños que conoció aquella tarde. Ha obtenido datos, más y más pruebas para hacer que el lugar sea cerrado. Y mientras eso pasaba, logró encontrar datos sobre los pequeños y su(s) padre(s):

El padre alfa, era un chico de 18años, fin. En cuanto a "la madre";

Mantuvo una corta relación de meses con el alfa, antes y después de despertar su celo. Tenía un buen perfil académico e incluso era becado, pero a raíz del embarazo fue vetado de casa e institución (terminando en el refugio que lo acogió (el cual también fue cerrado por tratos inhumanos)). Trabajó en un bar como trabajador sexual, desde que Yoko cumplió un año un mes. Su paga era buena, pero no la suficiente para lo que exigían los directores. Por fuera de esa vida, el chico era un buen padre omega, se responsabilizó del pequeño y aportaba en el refugio. No consumía tabaco, alcohol o alguna sustancia nociva. En su último año de vida quedó premiado de un alfa misterioso, quien también le contagió la sífilis.

E ahí, entendió el por qué la pequeña portaba cicatrices de ámpulas sobre sus brazos y nariz.

Tal parece que gracias a los exámenes que hacían en el bar, el joven descubrió tanto la ETS como el embarazo, actuó y decidió tener al cachorro. Hizo varios préstamos y siguió un tratamiento. Pero en el nacimiento, descubrieron que la cachorra poseía sífilis congénita temprana. En constante ocasiones pudo morir, pero el caso fue sorprendentemente milagroso, pues gracias a los tres alfas con aroma simple, suplementaron la capacidad de las feromonas de quien se supone era el padre alfa (quien fue el encargado de crear un desbalance hormonal en el omega) y pudieron rehabilitarla.

Fue una supervivencia milagrosa.

Y como si eso no fuese poco, el hombre ahora recesivo, corriendo peligro de que algo pudiera sucederle a la cachorra se dio a la fuga con sus dos pequeños. Era mentira eso de haber sido echados del refugió, el hombre escapó porque tenían planeado vender a sus cachorros. Poco después por el desbalance hormonal, termino consumiendo cocaína para intentar suprimir y sustituir feromonas. Sin embargo, no fue suficiente, porque después de mantenerse escondido en un edificio abandonado, trabajando de su misma perdición, un día con constantes taquicardias llegó frente a una agencia de héroes con sus dos cachorros, cayó desfallecido y al cabo de unos minutos falleció por un paro cardiaco y el cuerpo fue echado a la fosa común después de que nadie reclamara su cuerpo. Ese fue el fin del joven Ruchi Shakai.

Su vida no fue justa. Y.... aun así, el joven padre hasta en sus últimos minutos vivió por sus hijos. Porque no fue una casualidad el morir ahí, con una última carta escondida entre la ropa de los pequeños, escribió casi todo lo anterior relatado; contando su trágica experiencia y pidiendo el auxilio que no podría darle más a sus pequeños. Su situación no se lo permitía, era consciente que él ya no podría. Y fue directo al lugar donde pensó que salvarían a sus pequeños.

Oxitocina / ᴷᵃᵗˢᵘᵈᵉᵏᵘ /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora