No se tomó importancia al tema, sacrificaron para dejar de lidiar con aquello que era su obstáculo.
Izuku un omega egoísta. Katsuki un alfa con lagunas mentales.
Ellos nunca dejaron de encontrar sentido a su relación, pero no había ninguna relación...
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¿Por qué no habían dicho nada? ¿Por qué todos sabían, menos él? ¿Por qué le ocultan su verdad? ¿Por qué lo han llenado de inseguridades?
—Katsuki —llama su padre desde el balcón—. Detente.
Masaru para Katsuki es una gran imagen de autoridad, una muy grande, que incluso con la edad es incapaz de superar, a pesar de ser alguien con un papel superior ante todo el mundo. Toma su antebrazo para controlarlo, pues los movimientos parecen regresar, posible estrés. Y él es el único en comprenderlo y en aceptarlo. Cómo es posible que su padre le diga que se detenga ante su opinión al tema que definitivamente lo incumbe.
Se traga la bilis, comenzando a sentir la jaqueca. Su madre intenta hablar, pero él continua con su camino fuera del vecindario, quiere estar lejos, un poco tan siquiera. Sin embargo, no puede, porque cientos de recuerdos llegan como ráfagas de viento que nublan su vista mareándolo.
El nombre de Midoriya Izuku comienza a cobrar conciencia en su mente y con ello una parálisis por todo el cuerpo.
(...)
En otro lugar. Izuku y Shoto están en una conversación plena, fuera de la casa de Todoroki, ya que Izuku llego de improvisto.
—¿Me estas mintiendo?
—Por supuesto que no. ¿Cuántas veces debo repetirlo, Midoriya? Bakugo y yo no tenemos una relación.
—¿Y por qué no quieres estar con él?
—Midoriya ¿estás bien?
Izuku frunce el ceño con frustración al pensar en cómo podría pedirle al heterocromático que se una a Katsuki en una relación amorosa.
En el pasado ellos habían intentado estar en una, sin embargo, gracias a él, no pudieron consumirla. En el presente Izuku piensa que, si lo intentan, todo será diferente, podría ser gracias a él que puede despertar el alfa de Bakugo. Si eso sucede, podrá pedirle el divorcio y entregar la custodia total.
—¡No! Tienes que salir con él, lo necesita.
—Te necesita a ti —menciona Shoto—. Midoriya, Katsuki necesita escuchar la verdad. Tú eres su esposo, eres la persona correcta para tratar con él. Le estas dando demasiadas vueltas a tu pensamiento egoísta.
—¿Tú que sabrías acerca de ser un padre omega soltero? Hasta lo que tengo entendido, no has experimentado ninguna experiencia desde lo de Katsuki.
Shoto suspira algo cansado.
—¿Por qué no entras?
Izuku ni si quiera tiene pensado decir que sí, pero el otro toca el timbre. Por arte de magia, escucha una segunda voz aniñada que le hace unas cuantas preguntas para después hacer sonar una alarma para abrir el portón. A lo lejos puede escuchar que la pequeña voz se acerca.
