No se tomó importancia al tema, sacrificaron para dejar de lidiar con aquello que era su obstáculo.
Izuku un omega egoísta. Katsuki un alfa con lagunas mentales.
Ellos nunca dejaron de encontrar sentido a su relación, pero no había ninguna relación...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mitsuki hace ocho meses recibió una noticia
«Serás abuela, vieja bruja.»
Una no tan... agradable noticia. Acompañada de una peor esa misma tarde.
«El joven Katsuki está siendo trasladado al hospital...»
E incluso una peor que esa.
«Bakugo Katsuki, entró en coma»
Un mantra que la mujer creó una vez su hijo manifestó el deseo de convertirse en héroe fue, el suplicio de que Katsuki fuera inmortal, y así vivir cientos de vidas normales.
Aunque esto no comenzó en ese entonces.
Todo se remonta años atrás donde Mitsuki Bakugo, consideró que su labor de madre no sería normal, no cuando su hijo estuvo a punto de tener un hijo, tampoco cuando la llamaron en constantes ocasiones en secundaria porque Katsuki soltaba feromonas que amenazaban a los propios docentes. No, fue aquella vez en la que el menor de los Bakugo a la edad de 9años aseguró que, el hecho de ser un alfa le resultaba un tanto repugnante.
«Vivir constantes controversias por portar un instinto animal, no es algo que desee. Te veo madre, veo como tomas drogas para no dejar salir tu instinto. Si yo pudiera elegir, elegiría ser beta, sin complicaciones ni obstáculos»
Relató el pequeño.
La mujer ahí lo supo, su hijo podría heredar su casta dominante, por consiguiente, aseguró el deber de ejercer el cautriple de labor como buena madre de casta. Ejerciendo diálogo sobre el instinto y demás... sin embargo, el tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos... no, ¡fue adulterado!
Su pequeño, adelantó el avivamiento de su instinto a la edad de 13años, una edad en la cual, por estadísticas, es poco probable mantener dicha situación. Y bueno, lo qué pasó después fue la mayor labor de Mitsuki, el cuidado y reconstrucción del instinto de Katsuki para que dicho asunto no fuera un problema para él, tal y como lo había deseado hace varios años.
Parte de ese mismo plan fue intercambiar a Katsuki de grupo y hacer que ciertas rocas con ojos saltones no se volvieran a interponer en su camino.
Pasaron algunos años.
Y Katsuki salió de secundaria para introducirse a UA, donde el mantra y suplicio aumentaron en rezos y plegarias.
Como cuando el chico fue secuestrado, apuñalado y perforado.
Por mínimo, lo que le alegraba el pensamiento infinitamente era que, su hijo viviera su sueño sin ningún problema, obstáculo ni rocas ojonas.
Lástima que su hijo a compañía de su propia vida cerrada con candado, siempre actuaron a sus espaldas.
Katsuki una vez despertó su instinto, cambió su personalidad, siendo; serio, modesto, tranquilo, alguien para nada temerario y sin interés con la integración social. Para Mitsuki era clave para poder retirar un gramo de preocupación y dormir en paz. Pero notó que las desveladas, las constantes pláticas, dinero invertido en sesiones y hostigamientos no fueron necesarios para mantenerlo lejos de aquella "repulsión hacia los segundos géneros".
