Vanilla Flavor Lips | Aidan Gallagher『+18』

Siete

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Al llegar a la  habitación abrió la puerta y me dejó pasar primero.

Le di un vistazo al lugar, se miraba bien todo. El departamento era blanco con decoraciones cafés, haciendo que se sintiera un ambiente tranquilo.

Di unos pasos al frente y me senté en el sillón en espera de Aidan, el cual segundos después llegó y me tomó de la mano para alzarme y guiarme a otra parte.

Al parecer llegamos a su habitación. Me dejó pasar de igual manera y detrás de él cerró la puerta. Inspeccione atentamente el lugar, en una esquina habían bastantes guitarras y sobre una parte de la pared habían posters pegados.

De repente, unos brazos me rodearon la cintura por detrás, haciendo que diera un pequeño brinco. Gire la cabeza y me encontré con el bello rostro de Aidan, quien soltó una risita.

Me tomó de la cintura y me giró para quedar cara a cara, y sin dejarme decir algo pegó sus labios a los míos. En ese momento miles de sensaciones recorrieron todo mi cuerpo, haciendo que instantáneamente le siguiera aquel dulce y apasionado beso. Sus labios tenían un sabor a vainilla fascinante, así como las otras veces que lo he besado.

Me tiró sobre la cama y se subió sobre mí, sin dejar caer todo su cuerpo. Una sonrisa adorno sus labios y volvió a pegar su boca a la mía. Luego de un rato se separó para tomar aire. Me tomó del mentón e hizo que lo viera a los ojos.

Me sentía feliz, siempre había deseado ser aquella chica la cual tenía entre sus brazos y la veía directamente a los ojos.

Y por tercera vez estaba estando a su total disposición...

Después de eso hizo una propuesta que jamás creí escuchar, y es que Aidan quería que grabará junto a él videos con contenido adulto.

- Yo... No lo sé. - Desvíe la mirada aún debajo de él.

- Solo piénsalo bien, al final de todo no te quiero obligar a nada. - Murmuro sobre mis labios. - Hacer esto también tiene muchas consecuencias, buenas como malas, así que piensa bien tu respuesta. -

- ¿Solo será conmigo? - Pregunté con cierta emoción dentro de mí.

- Solo contigo. - Respondió, besando con suavidad mi cuello, provocandome suspiros pesados.

- Bien, acepto. - Dije, sin pensarlo muy bien.

- ¿Segura? - Cuestionó alzando un poco el rostro para verme a los ojos. - No quiero que el resto de tu vida te arrepientas. - Susurro, deslizando con delicadeza la yema de sus dedos por debajo de la blusa de tirantes que traía puesta.

- Segura. - Jadee al sentir sus dedos pasarse por mi espalda para desabrochar con facilidad el sosten que tenía.

- Pero quiero aclarar que esto solo será sexo, nada de amor, ¿De acuerdo? -

Nada de amor...

Solo sexo y nada más...

- De acuerdo. - Susurre y me dejé llevar por sus caricias.

Se separó lentamente de mí y me miró a los ojos.

- ¿Podemos comenzar hoy? - Preguntó.

Yo solo asenti y él se dirigió a la cámara que se encontraba sobre su buró, la tomó entre sus manos y la acomodó a manera de enfocar a ambos. Apretó un pequeño botón, dando entender que inició la grabación.

Se acercó nuevamente a mí y quitó mi blusa para empezar a succionar y pellizcar mis senos. Gemi por lo bajo al sentir como pasaba su lengua y daba pequeñas mordidas.

Sin tratar de quedarme atrás quise desabotonar su camisa, pero este no me dejó. Tomó mis manos y las puso por arriba de mi cabeza.

Bajó su rostro, dejando una línea imaginaria de besos desde mis labios hasta mi estómago. Tomó el botón y lo quitó para luego bajar el cierre de los jeans y así bajarmelos junto a las bragas negras.

Al dejarme totalmente desnuda ante él regresó a mi rostro para comenzar a besarme. Sus labios se movían con deseo sobre los míos, haciéndome sentir jodidamente bien.

Aidan sin pensarlo más se comenzó a quitar las prendas de ropa hasta quedar desnudo frente a mí. Lo miré atentamente, su cabello se encontraba desordenado, su abdomen levemente marcado se miraba mejor en persona que a través de una simple pantalla y su visita verdosa, estaba totalmente puesta en mí.

Se subió de nuevo sobre mí y comenzó a rozar su miembro en mi entrada, haciéndome soltar un jadeo por la fricción.

- Aidan... - Gemi, alzando la cadera para más contacto con su miembro.

Sonrió ligeramente y se colocó un condón sobre su miembro para luego con ambas manos tomarme las piernas y ponerlas alrededor de su cadera. Tomó su miembro erecto entre su mano y lo adentró con un poco de fuerza en mi interior, llevándose un gemido de mi parte.

Al ya estar completamente en mí comenzó a moverse con suavidad. Luego de acostumbrarme al tamaño de su miembro empezó a moverse con rapidez, provocando que aruñara su espalda por el gran placer que comenzaba a brindarme.

- Desde ahora eres mía, ¿Entiendes? - Gruñó sobre mi oído. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al oírlo decir esas palabras. Yo solo asenti con la cabeza y cerré los ojos, cosa que hizo que Aidan diera una fuerte estocada, la cual me sacó un gran gemido. - No escuché. - Me miró a los ojos con dureza. Pasó su mano derecha hasta mis mejillas para ahucarlas. - ¿Entiendes? - Volvió a preguntar, dejando de moverse.

- Sí, entiendo. Desde ahora soy tuya. - Dije con poca voz y enseguida dió una fuerte embestida, seguida de otra y otra.

El placer que sentía en aquel momento no era comparado con nada, quien diría que después de cada noche de darme auto-placer ahora alguien más me lo daba y no solo sería una o dos veces, serían demasiadas...

Los gemidos de ambos re sonaban por todo su habitación mientras aquella cámara era testigo de lo que empezariamos a hacer, del cariño que comenzaría a sentir por él.

De un momento a otro me tomó de las manos y entrelazo nuestros dedos por los costados de mi cabeza. Me miró a los ojos con seriedad y comenzó a entrar y salir nuevamente en mí. Cada vez sus movimientos me hacían querer más y más.

Bajó un poco su rostro y comenzó a besar parte de mi cuello hasta llegar a mi senos, los cuales lamia a su antojo.

Sus movimientos seguían y yo solo podía sentir mi orgasmo cada vez más cerca. Eché las cabeza para atrás mientras gemia sin parar. Jamás en mi vida había sentido tanto placer en un solo momento, y realmente era sensacional.

- Quiero que me mires a lo ojos mientras te follo - Susurro sobre mis labios, haciendo que lo viera a la cara.

Su rostro se encontraba con una ligera capa de sudor al mismo tiempo que su cabello estaba desordenado, cosa que lo hacía ver sumamente atractivo. Sus delgados labios estaba entre abiertos mientras me miraba atentamente.

Varias embestidas más pasaron y por fin llegué a mi deseado orgasmo, al igual que Aidan, quien se levantó y tiró al tacho de basura el condón, apagó la cámara y después se recosto a un lado mío.

Con sus manos me tomó de la cintura y me pegó a él, cerré los ojos y concilie el sueño.

Ojalá nunca hubieras llegado a mi vida...

Escribir esto mientras espero a que abran la puerta del instituto y todos están a mi alrededor es raro 😔