Catorce

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___.

Miraba con atención los ojos verdes de Aidan, quién me tenía acorralada a la pared de su habitación. Su mandíbula estaba tensa mientras me sujetaba con algo de fuerza de la cintura.

Minutos atrás me encontraba cerca de donde él vivía. Hablaba con un chico, el cual me había pedido mi número de teléfono. Sin saber qué hacer se lo di, tal vez no estuvo bien hacerlo, pero de igual forma ya lo había hecho.

Luego de ahí fui al apartamento de Aidan, quién enseguida me acorraló a la pared, y sin decir palabra alguna me besó con ferocidad, haciéndome  jadear al instante de sentir sus delgados dedos pasarse por debajo de la falda que traía puesta, hasta llegar a mi intimidad.

Dos de sus dedos se movían con rapidez sobre mi punto medio mientras sus labios lamian y succionaban parte de mi cuello, cosa que me hacía jadear ligeramente. Dejó de moverlos y con agilidad se quitó el cinto, después los pantalones de mezclilla, seguido del bóxer negro que traía puesto, dejando a simple vista su miembro semi-erecto.

Me agarró de cintura e hizo que diera un pequeño brinco, quedando mis piernas enrolladas en su cintura. Me pegó a la pared y junto nuestros labios una vez más. Sus labios se movían con rapidez, necesidad y ansias sobre los míos, como si en años no hubiéramos tenido contacto alguno.

- ¡Ah! - Gemi con fuerza al sentirlo entrar de una sola estocada en todo mi interior.

Pasé mis manos a su espalda y la aruñé con algo de fuerza. Sentirlo moverse duramente dentro de mí, provocaba que mis gemidos aumentarán cada vez más.

La mano derecha de Aidan se pasó de mi cintura hasta mi boca, la cual cubrió con fuerza, evitando que mis gemidos se escucharan más allá de la habitación, pues probablemente se escuchaban fuera de esta.

Se acercó a mi oído y sus suspiros pesados sobre el, me hicieron sentir una sensación electrizante dentro de mi estómago.

- ¿Quiéres más? - Me preguntó con su voz ronca, haciendo que se me erizara la piel al escucharlo decir aquellas palabras que me ponían aún más caliente.

Yo solo me límite a asentir repetidas veces.

- Mm... - Gemi debajo de su mano.

Cerré los ojos con suavidad y me dejé llevar por sus caricias, sus penetraciones, sus besos, por él...

De un de repente paró y me dio la vuelta, quedando de frente a la pared. Pegó mi rostro a esta y me tomó del trasero.

- No hagas ruido. - Susurro sobre mi boca.

Agarró su miembro entre sus manos y lo alineó en mi entrada, haciéndome desear porque ya entre.

- Por favor. - Pedi en voz baja. - Ah... Sí. - Jadee al momento que entró directamente en mí.

Aidan me pegó completamente a la pared y comenzó a subir a bajar, dando duras embestidas, de las cuales eran inevitables no querer gemir del inmenso placer que me estaba haciendo sentir en ese momento.

Entraba y salía sin parar. El ambiente se sentía un tanto tenso, pero eso no impedía que todo fuera perfecto. Estar con él era perfecto...

- Oh... Carajo. - Gruñó Aidan sobre mi oído.

De repente agarró mi cabello en una coleta mal hecha y jaló un poco de ella, mientras que sus movimientos aumentaban y mis gemidos igual. El sentir sus testículos chocar contra mi trasero simplemente era sensacional.

Una, dos, tres embestidas más y pude llegar al orgasmo, al igual que él, quién segundos después salió de mi interior.

Al terminar de acomodarnos la ropa se acercó a mí y juntó nuestras frentes un par de segundos. Me miró a los ojos y esperando a que me bese en los labios lo miré, pero solo beso mi mejilla izquierda, provocando que frunciera las cejas.

- ¿Pasa algo? - Pregunte, tomándolo del rostro.

- No, no pasa nada. - Dijo y se fue a sentar en el sofá.

Me quedé ahí parada, sin saber que hacer. Me sentía extraña ante su comportamiento.

- ¿Hice algo mal? - Pregunté en un murmuro. - Dime, ¿Qué tienes? -

Se giró a verme y se levantó del sofá para ponerse frente a mí. Me tomó de las mejillas y me miró a los ojos fijamente.

- Le diste tú número a ese desconocido. -

- ¿Y? - Inquiri sin entender.

- Qué no puedes hacer eso. Quedamos en algo. - Me dijo un tanto molesto.

- Buen, ya. Si quiero le hablo, si quiero lo busco. Después de todo es solo sexo, ¿No? Por si no lo recuerdas eso también lo dijiste. - Solté de la nada, sintiendo un nudo en la garganta, pues era verdad lo que había dicho.

Me soltó ligeramente las mejillas. Se lamio el labio interior y tomó aire pesadamente.

- Si, yo lo siento. - Se disculpó. - Es solo sexo, pero mientras sea eso tampoco debes estar con alguien más. Se supone que en eso quedamos. - Terminó de hablar  y se acercó a darme un corto beso en los labios, para luego arrastrarme hacia el sofá.


























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Vanilla Flavor Lips | Aidan Gallagher『+18』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora