Dieciséis

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Aidan Gallagher.

Miraba con atención a las chicas que se encontraban bailando eróticamente frente a mí y más hombres.

Estar en lugares como esos no era lo mío, pero luego de la noche pasada donde ___ se encontraba llorando me hizo dar cuenta de que me estaba enamorando de ella, y es que odiaba el hecho de verla llorar, de verla triste, ella merecía mucho, ella no merecía sufrir por nada...

Le di un trago al vaso con ron y observé de reojo como una de las tantas bailarinas se acercó con pasos sensuales a donde yo me encontraba sentado. Se colocó frente a mí y me tomó de la mano con la intención de llevarme a otro lugar más solitario. Sin negarme a nada me dejé llevar por ella, hasta que llegamos a una habitación que solo tenía luces azules.

Sin pronunciar alguna palabra la tiré sobre el colchón y me subí sobre ella, sin dejar caer todo mi peso.

La miré a los ojos y antes de siquiera besarla se me cruzaron a la mente los lindos ojos de ___... No podía seguir, no podía estar con otra si mi amor lo tenía alguien más.

Me separe rápidamente de la chica rubia y me acomode la ropa para salir de ahí con prisa. No quería estar ni un minuto más en aquel lugar. Me sentí mal ante la traición que le había hecho a ___, tal vez no teníamos algo formal, pero se suponía que habíamos quedado en algo.

Al estar entre las calles me acerqué a un callejón y patee con fuerza el bote de basura. Desesperado por no saber que hacer.

Luego de unos minutos en los que me calme lo pensé bien. Debía tratar de evitar lo mayor posible a ___. Ella no merecía estar con una persona como yo, ella merecía algo mejor. La amaba y por esa misma razón no debía saber mis sentimientos hacia ella.

...

Veía con detenimiento las cinco llamadas pérdidas que tenía de ___. Quería contestarle, escuchar su voz y decirle que me encontraba bien, que no se preocupara por mí, pues la había evitado durante casi una semana y ella me mandaba mensajes preguntando si me encontraba bien, si necesitaba de su ayuda, entre otras cosas y eso me hacía sentir una presión en el pecho.

Ella se preocupaba por mí...

Apague el celular y regresé mi vista a la televisión, pero unos toques en la puerta llamaron ni atención. Me levanté del sofá y fui a la puerta, en donde me encontré con el lindo rostro de ___.

- Dios, he estado muy preocupada por ti. ¿Estás bien? - Me preguntó al instante.

Yo solo asentí y la dejé pasar. No podía decirle que se fuera, a pesar de todo la había extraño durante los cinco días que no la ví.

Se acercó a mí y se paró de puntitas para darme un corto beso en los labios, acción que me hizo sonreir ligeramente, y es donde entendí que no podía alejarme de ella, porque a pesar de las circunstancias habíamos creado un gran vínculo entre nosotros y lo único que haría es dañarla al dejarle de hablar, pues de cierta forma sabía que me quería, aunque solo fuese como un amigo... Uno con el que tenía; solo sexo.























Por alguna extraña razón hoy tuve inspiración y paciencia para medio hacer dos capítulos. Ojalá y les gusten. Probablemente mañana suba otro, no sé 🚶🏻‍♀️

Vanilla Flavor Lips | Aidan Gallagher『+18』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora