Black Roses 🖤 (JJK) COMPLETA

𝓤𝓷𝓸

Capítulo 1
Sed de sangre

—Debido a las constantes muertes de cada noche en distintos puntos de la ciudad de Seúl se ha declarado toque de queda, la policía está trabajando duro para detener esta red de homicidios, hasta donde se sabe, una gran pandilla parece estar jugando con el tema del vampirismo vaciando la sangre del cuerpo de sus víctimas—informa la periodista en la televisión—Estos ataques iniciaron hace año y medio, fueron aumentando con cada noche hasta convertirse en el terror de todos los ciudadanos. El toque de queda iniciará a las nueve de la noche finalizando a las cinco de la mañana.

Escucho un golpe en seco que me hace dar un respingo, cuando me acerco a la puerta puedo ver a JungKook en el suelo quejándose de dolor. Me apresuro a cerrar una vez noto que la luz del sol está por tocarlo.

— ¿Estás bien? —me agacho a su lado.

—El maldito sol me alcanzó—gruñe entre dientes.

— ¿Dónde tienes la quemadura?

—En mi espalda.

Sin dudarlo levanto su camisa notando la gran quemadura en su piel blanca, cuando el sol toca a los vampiros crea quemaduras como si de un humano se tratara, pero si pasa mucho tiempo bajo los rayos de éste comienza a convertirse en cenizas. La piel de JungKook está roja con algunas ampollas, apenas lo rozo y puedo notar como tiembla soportando el ardor.

—Sanarás en unos minutos.

—No pude alimentarme—dice todavía boca abajo en el suelo—Cada vez...hay menos personas en la calle por la noche.

— ¿Y las bolsas de sangre? —éste no responde al instante. En sus ojos negros puedo notar que algo me oculta, lo conozco perfectamente— ¿JungKook?, ¿No tenías una bolsa extra?

—La bebí hace una semana.

— ¡¿Qué?!—no me gusta que pase tantos días sin beber sangre, sé que su autocontrol conmigo ha mejorado mucho luego de lo sucedido, pero no puede tentarse a tanto, un vampiro siempre sentirá sed de sangre se controle o no— ¿Por qué no le dijiste a HanNa...?

—Últimamente se le ha complicado conseguirlas—intenta levantarse consiguiendo algunas maldiciones. Lo llevo al sofá sintiendo dolor de sólo ver su espalda así, lo ayudo a quitarse la camisa para evitar que la tela roce la herida.

Tomo asiento a su lado extendiéndole mi brazo.

—Bebe.

—Estoy...

—No me digas que estás bien, esa quemadura no sanará a menos que te alimentes, además no es la primera vez que hacemos esto—señalo mi muñeca—Hazlo—me mira dispuesto a negarse y con sólo una mirada le advierto que no lo haga. La última vez que le di a beber de mí fue cuando el problema con Dahlia estaba comenzando, cuando pude verla por primera vez— ¿Puedes dejar el orgullo a un lado? —reprocho.

Los piercings en su ceja derecha y en su labio inferior le dan un aspecto de chico malo, algo que en mi opinión no es, sé que intenta ser fuerte por mí, puede ser bueno, pero para JungKook demostrar debilidad no está permitido. Toma mi brazo con cuidado acercando mi muñeca a su boca, abre sus labios permitiendo que sus colmillos entren en contacto con mi piel. Siento un ligero dolor que me hace cerrar los ojos con una mueca, una escena viene a mi mente, al contrario de lo que esperaba, es muy diferente.

—Omma—retrocedo asustada de ver aquel hombre con la boca llena de sangre. Hay un cuerpo femenino en la cama, no se mueve, diría que tampoco respira.

Aquel monstruo me mira con ojos rojos, están totalmente fijos en mí, mi corazón late muy rápido. No puedo moverme por el shock, él baja de la cama acercándose despacio.

—SeonMi.

—Omma.

—Lo siento—se arrodilla de repente. Su cabello es oscuro además de corto, muy corto. La forma de sus ojos es parecida a los míos, se nota que es fuerte, con esa sangre encima sólo me asusta—Lo siento mucho, SeonMi.

—Omma.

—Tu madre...—no puedo contener las lágrimas. Sollozo sin saber que hacer o pensar—No, no, no llores—estira su brazo alcanzándome. Jala suavemente de mi brazo haciendo que lo mire—Escúchame, ¿Sí?, sólo mírame—sus ojos rojos se vuelven hipnotizantes, su pupila parece dilatarse y el miedo de hace segundos desaparece.

JungKook deja de beber mirándome con labios manchados, pasa la lengua por ellos y todavía se nota sus colmillos. Me siento mareada, recuesto mi cabeza del respaldar del sofá, aunque intento resistir mis ojos se cierran despacio, la espalda del pelinegro ya no tiene ninguna quemadura.

...

— ¿MinJi? —susurra una voz dulce—MinJi—comienzo a abrir los ojos identificando a JungKook. Sonríe un poco hablando en voz baja— ¿Puedes escucharme?

—Sí—levanto con cuidado mi brazo derecho viendo la venda allí. Suspiro echando un vistazo alrededor, sigo en la sala, intento levantarme consiguiendo un terrible dolor de cabeza.

—Quédate allí—dice al ver mis intenciones de colocarme de pie— ¿Viste eso?

— ¿Qué cosa?

—En mi mente apareciste tú de niña y un hombre...

Mis ojos se abren como platos.

— ¿Lo viste también?

—Se supone que el efecto es lo contrario, NamJoon dijo que las personas destinadas tienen ese efecto al alimentarse—sigue mirándome con atención— ¿Tu padre era un vampiro?

—No lo sé, yo...—no sé qué decir honestamente. Llevo mis manos a mi cabeza sintiendo dolor—Anoche soñé que buscaba a mi madre en la casa y...la encontraba en una cama con ese hombre alimentándose...de ella.

— ¿Recordabas algo de eso?

—No, nunca estuvo en mi mente—la confusión sobra en este momento.

JungKook me ofrece un caramelo para recomponerme. Mientras siento el sabor de fresa en mi boca, el chico ladea su cabeza.

—Dijiste que esa mujer te ocultaba de alguien, ¿Crees que te ocultaba de tu padre?

—No lo sé.

—Si fuera así...significaría que...

Se perfectamente lo que va a decir.

—Que él podría seguir vivo.