Black Roses 🖤 (JJK) COMPLETA

𝓥𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓭𝓸́𝓼

Capítulo 22
Una promesa es para siempre

La luna en el cielo oscuro se encuentra por la mitad, hay un río corriendo creando un agradable sonido y un pequeño puente para pasar sobre él. El bosque se encuentra muy tranquilo esta noche, de la oscuridad aparece una figura que vengo viendo desde hace un mes, sonríe un poco al verme y yo hago lo mismo. Sigo sorprendida por el parecido físico hacia JungKook, sigo acostumbrándome a las historias de vampiros contada por uno de ellos, si mamá supiera que estoy viéndome con un vampiro durante la noche enloquecería y si el pueblo se entera podrían considerarme una bruja.

Avanzo acercándome al puente, Byul aparta la capucha de su capa de su cabeza, su cabello negro como la noche queda expuesto y sus ojos rojos como la sangre ya no me dan miedo. Ha tenido muchas oportunidades para asesinarme, aun así, no lo hace, todo el temor que pude sentir por él no está.

—Pensé que había llegado muy temprano.

—Estaba esperando por ti—coloca un mechón rojo de mi cabello detrás de mi oreja. Acaricia mi mejilla provocando un ligero calor en ellas, su tacto no es cálido, tampoco muy frío, siempre se mantiene neutro.

—Lamento haber tardado, mi madre tardó en dormirse.

—Hay algo que quiero preguntarte—desliza su mano por mi cuello, mi hombro, llega a mi brazo y toma mi mano acariciándola— ¿Quieres irte conmigo de aquí?

— ¿Hablas de dejar el pueblo?

—Supe que algo malo pasará, quiero llevarte a un lugar seguro.

— ¿Quién te dijo eso?

—No soy el único vampiro en la zona— señala—Sienna, déjame sacarte de aquí.

—Pero mi madre...

—Tu madre ha estado encontrándose con esta persona en la tienda, ella está bajo su poder, casi todos en el pueblo lo están, no quiero que ella también te controle—es primera vez que noto preocupación en él. No sé de qué está hablando, pero sé que no miente—Si luego quieres volver te dejaré hacerlo.

— ¿Prometes no asesinarme todavía?

Una sonrisita burlona se dibuja en sus delgados labios.

—Hace mucho que dejé de considerar esa opción. Aunque no te mentiré, tu sangre es muy llamativa y dulce—jala suavemente de mí permitiendo que nuestros cuerpos choquen. Mantengo la vista en sus ojos rojos y en pequeños segundos la desvío a sus labios—Prometo protegerte en todo momento.

— ¿Y si no cumples tu promesa?

—Siempre cumplo cuando prometo algo.

Abro los ojos sintiéndome vigilada, conozco esa sensación. Enciendo la luz de la mesa de noche sintiendo algo deslizarse por mi nariz, estoy sangrando una vez más. Me levanto de la cama y voy a la puerta, todo está muy callado, con la manga de mi camisa limpio mi nariz, camino por el pasillo hacia la habitación de JungKook, está vacía. Voy a las escaleras bajando por ellas confirmando lo que pienso, estoy sola en casa.

— ¿Dónde está? —antes de irme a la cama él había regresado luego de intentar inútilmente hablar con Jin. Unos pasos se escuchan en el piso de arriba, mi corazón late rápido y mi cerebro me dice que me esconda.

Voy a la cocina escondiéndome detrás del mesón. Mi teléfono está arriba y no puedo llamar a JungKook, salir de la casa sería estar a merced de los vampiros. Los pasos bajan por las escaleras, como puedo alcanzo a mirar la persona, es una mujer, no la conozco para nada, está olfateando el aire. De nuevo se escucha que alguien más está arriba.

— ¿No hay nadie? —pregunta otra mujer desde arriba.

—Espera un momento—dice la otra. Me escondo de nuevo forzándome a controlar mi respiración, espero que la mujer se mueva llegando a la puerta principal, giro el pomo quitando el seguro y es suficiente para terminar con ella tomándome del cuello—Sabía que había alguien aquí—sonríe mostrando sus colmillos— ¿Hay alguien más en la casa?

Sus ojos son rojos, dejan notar lo ansiosa que está por asesinarme. Niego con la cabeza y entrecierra sus ojos, golpeo su mano sin poder respirar.

— ¡Genial!, la cena está servida—su amiga se une con una sonrisa—Será mejor apresurarnos, hace unos días vi a otro vampiro en esta casa.

"Debieron haber visto a JungKook"

—Tiene una cicatriz en el cuello—mis pulmones exigen oxígeno—No te preocupes, seremos rápidas—sonríe lista para morderme. Lo siguiente ocurre muy rápido, caigo al suelo cuando la chica me suelta, debido a la falta de aire estoy algo aturdida y veo borroso. Mientras toso tocando mi garganta soy testigo del cuerpo frente a mí con un corte en el cuello, la otra se ha ido.

— ¿Estás bien? —conozco esa voz. Mi vista se aclara poco a poco, me ayuda a levantarme y digo lo primero que viene a mi cabeza— ¿Te mordieron?

— ¿Estás bien, SeonMi? —acaricia el lugar del golpe en mi pierna— ¿Esos niños te golpearon con la pelota?

—Appa—lo abrazo y él me levanta en brazos.

—Papá—mi cabeza duele. Mi nariz sangra de nuevo, mis piernas fallan y debe cargarme.

—SeonMi.

Esta vez sí me reconoce.