𝓢𝓮́𝓲𝓼

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Capítulo 6
Primeros recuerdos

YoonGi llegó junto a JungKook y JungKook no vino solo. SeokJin lo acompaña haciéndome sentir más cómoda con esta situación, a veces JungKook bromea con sentirse algo celoso, pero sabe que mi relación con Jin es como la de una hermana menor con su hermano mayor, después de lo ocurrido con Dahlia nuestra amistad se ha hecho más fuerte de alguna manera. Afuera estaba lloviendo, el sonido de la lluvia era un poco relajante para mí, más ahora.

—Bien, lo único que debes hacer es cerrar tus ojos y colocar la mente en blanco...

— ¿Nada más?

—Para poder entrar en tu cabeza—completa. Algo avergonzada sonrío un poco.

—Lo siento.

— ¿Es cómo lo que hiciste conmigo meses atrás? —se acerca JungKook. Estoy sentada en el sillón con Hye de pie detrás de mí.

—Esto requiere más enfoque, hacer una limpieza mental es más complicado que una física.

— ¿Dolerá? —pregunto con cierto temor.

—Te sentirás muy somnolienta apenas inicie.

—La última vez que hiciste esto acabaste muy débil—advierte YoonGi. Su cabello platinado brilla con las luces de la casa— ¿Debo asustarme también?

—En el idioma de YoonGi eso significa que se preocupa por ti—el nombrado mira a Jin no muy contento. Sonrío un poco negando con la cabeza, JungKook se agacha frente a mí mirándome con esos ojos negros.

— ¿Estarás bien?, ¿Te sientes bien?

—No, pero fingiré que sí.

Apoya sus manos en mis rodillas.

—Podemos atrasar esto si eso quieres...

—No, quiero que Hye haga esto, estaré bien, no te preocupes.

Suspira depositando un beso en mi frente. Tomo una bocanada de aire sintiéndome lista, recuesto mi cabeza hacia atrás, cierro mis ojos en cuanto Hye coloca sus manos a ambos lados de mi cabeza presionando un poco sus pulgares en mi frente, el silencio me hace sentir cansada repentinamente, la voz de Hye susurrando palabras en otro idioma va dejando el eco como si estuviera en un túnel, me siento liviana y con un suspiro termino cayendo ante el sueño.

...

— ¡Joon SeonMi! —escucho a mamá llamarme entre risas. Mis carcajadas se escuchan por la casa mientras intento escaparme de ella, tiene el delantal de la cocina puesto, de repente ya no la escucho seguirme, curiosa giro sobre mis pies descalzos pasando por un espejo del pasillo, puedo verme entonces.

Tengo cuatro años, mi cabello castaño cae suelto por mi espalda, no tengo zapatos en mis pies pequeños, tengo una camisa azul con algunas estrellas doradas. Doy un respingo cuando mamá me atrapa cargándome.

—Aquí estás, traviesa—me llena de besos que me hacen reír ante las cosquillas que provoca. Su cabello es castaño, justo como el mío, pero el suyo tiene más ondas, sus ojos marrones demuestran dulzura, tiene labios ligeramente carnosos, mis pequeñas manos tocan sus mejillas y ella hace muecas graciosas—Es hora de cenar, es muy raro que tu padre no haya llegado aún. ¿Tienes hambre?

Asiento abrazándola y deposita un último beso en mi mejilla llevándome al comedor.

El recuerdo se vuelve borroso cambiando a uno diferente. Sigo siendo una niña, estoy en mi habitación, ésta se encuentra a oscuras, despierto porque ha comenzado a llover, las tormentas son como una pesadilla para mí, el sonido de los truenos me aturde y asusta, bajo de mi cama sintiendo el suelo frío bajo mis pies descalzos. El pasillo está a oscuras, pero una luz ilumina desde las escaleras, al acercarme bajo los escalones con cuidado, puedo escuchar a mamá y papá.

—Omma—llamo queriendo que me cargue en sus brazos. Es la mejor medicina a todo—Omma—asomo mi cabeza en la sala encontrándolos a ambos. Mamá tiene una expresión de horror, luce asustada y papá está sentado en el sofá con su camisa manchada de rojo, apenas doy un paso y ella viene de prisa hacia a mí cargándome—Appa.

—Papá no se siente bien ahora, ¿Sí?, ¿Qué haces despierta?

—Tengo miedo.

—Cierto, está lloviendo—parece caer en cuenta—En un momento subiré, ¿De acuerdo? —me lleva a las escaleras—Sube al cuarto, ahora voy.

Ella regresa a la sala y siento curiosidad. Me acerco con cuidado mirando de reojo como papá se levanta del sillón, puedo ver su rostro esta vez y es imposible olvidar lo que veo, su boca está llena de sangre, su barbilla igual, tiene los ojos rojos, muy llamativos pero aterradores. Su cabello está mojado por la lluvia, mamá lo detiene tomando su brazo.

—Me quedaré contigo—dice ella. Papá no la mira, sólo observa el suelo—Buscaremos la forma de mantener tu control cuando SeonMi esté cerca.

—No puedo—niega con la cabeza—No puedo siquiera soportar su olor ahora.

—JiHoon—toma su rostro entre sus manos. No sé cómo mamá no parece tenerle miedo alguno, es muy valiente—Te daré mi sangre si es necesario, al menos hasta que puedas controlar tu sed.

— ¿Y qué le diremos a SeonMi cuando no pueda cargarla ni jugar con ella? —en su voz hay dolor—Soy un monstruo, SeYeon. Estoy poniéndolas a ambas en peligro, intenté controlarme, pero no lo resistí, probar la sangre después de tanto tiempo fue...—mis ojos se abren como platos al notar algo filoso asomarse en sus labios. Toma los brazos de mamá con fuerza—Si llego a lastimarlas no me lo perdonaría.

—No pasará, sé lo mucho que amas a tu hija, jamás la lastimarías—lo abraza y noto como papá parece olfatear su cuello—Puedes beber de mí cuanto necesites, lo que pasó esta noche no fue tu culpa.

—Tengo mucha sed ahora.

—Hazlo—susurra—Lo soportaré.

Lo último que veo antes de salir corriendo al cuarto es a papá mordiendo su cuello. La imagen de sus colmillos introduciéndose en su piel se repite en mi mente.

 La imagen de sus colmillos introduciéndose en su piel se repite en mi mente

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Black Roses 🖤 (JJK) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora