Primer hechizo

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"Me caliento, ya no puedo enfriarme,
me tienes girando, vueltas y vueltas"


Hongjoong se veía al espejo asintiendole con gusto a su reflejo, totalmente satisfecho con su apariencia para esa noche, sus vaqueros resaltaban sus formadas piernas y su camisa con mangas largas de cuello alto le daban un toque realmente impresionante, observó sus zapatos de cuero bien lustrados y de nuevo se miró con satisfacción a sí mismo.
Lucia muy atractivo. Lucía muy atractivo para él.
Una llamada detuvo sus halagos narcisistas y fue casi corriendo a contestarla, cogiendo el teléfono con apuro.

-Más vale que estés listo, llego en diez minutos- habló en tono neutral la voz en la línea.

-Buenas noches, Jongho, también es un gusto saludarte- rodó los ojos y negó cómico- Porqué estás tan enojado? La cita no es tuya de todos modos- recargó su peso en una pierna mientras aguardaba por una respuesta, sabiendo ya de antemano el motivo de fastidio del más chico.

-Estoy enojado porque prometiste que iríamos a un club a tomarnos unos tragos...no que iríamos a un club gay a tomarnos unos tragos- resopló con fuerza al terminar y el mayor de nuevo río, ignorando del todo lo que significaba aquella frase por lo ridícula que se escuchaba a sus oídos.

-Bueno, tienes un amigo gay que va a un club gay. Que tiene eso de raro?- interrogó de lo más tranquilo, aún con la sonrisa en los labios por la respuesta que ya casi sabía de memoria.

-Sabes que no es por ti, Hongjoong hyung- le respondió bajito, casi con culpa, a lo que el mencionado solo rió levemente sin ser oído por el contrario.

-Es que...?- invitó a terminar su queja y cuando llegó se pagó a sí mismo la apuesta mental que había hecho por la respuesta que le daría el menor, que fue exactamente la misma que siempre solía decir.

-No me gustan los hombres. Soy heterosexual- respondió ahora con firmeza, casi haciendo atragantar al mayor cuando empezó a carcajearse sin vergüenza alguna- Por eso no me gusta contestar esta pregunta, siempre te burlas de mí- quejó fastidiado.

-L-Lo siento, Jongho- respiró profundo hasta que sus risas se hicieron cortas y le dejaron hablar- Me es imposible tomarte en serio si me lo dices tan-

-Quieres que vaya a tu casa o no? Tu Romeo no va a esperar toda la vida por ti- interrumpió con su tono ofuscado, el mayor pudo jurar incluso que tenía las mejillas sonrojadas por el enojo.
Tan adorable.

-Está bien, ven entonces...mocoso insolente- susurró apunto de colgar, escuchando antes la respuesta del menor.

-Deja de meterte conmigo y mejor ve a metérsela a tu novio- atacó sin compasión, Hongjoong apenas inmutandose, sin ofenderse para nada y contestando de nuevo con su característica paciencia, sacando aquella carta que a Jongho tanto le molestaba.

-Celoso?- escuchó un gruñido y continúo hablando- No te preocupes, Ho, ya llegará el momento en el que puedas gritarle a los cuatro vientos que también te gustan los hombres, pequeño closetero.

-Hijo de- colgó la llamada sin escuchar la maldición completa, llendo a su habitación nuevamente para comprobar sus ropas por quinceava vez en esos diez minutos, permitiendose reír un poco por la conversación abandonada en el teléfono. Tomó su billetera y la guardó en su bolsillo trasero, acomodando su cabello y dejando todo en orden hasta que el tiempo se puso a su favor y en un parpadeo ya tenía el auto del menor estacionado frente a su casa.

-Hola, Jongho- saludó cuando ingresó, ejecutando un pequeño choque de puños en un saludo particular y sonriéndole al terminar a la mala cara de su castaño amigo- Porqué traes esa cara ahora? Te multaron antes de venir o qué?- el intento de broma no surtió efecto en el conductor, quien hizo una pequeña mueca antes de hablar.

𝑨𝒃𝒓𝒂𝒄𝒂𝒅𝒂𝒃𝒓𝒂 | 𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝒋𝒐𝒐𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora