Capitulo VII

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Tae siempre era uno de los primeros en llegar a la empresa. Caminaba por los pasillos silenciosos y a media luz.
Saludó a la señora que pasaba la aspiradora y siguió con su paso tranquilo hasta su oficina. A decir verdad, estaba muy desanimado luego de lo ocurrido el día anterior, pero tomó la determinación de dejarlo. Había sido una aventura hermosa que apenas recordaba, pero no era más que eso. Pero seguía sin poder sacarlo de la cabeza, ni del pecho. Quizás, si se daba un tiempo lograría olvidarlo por completo. Además tenía demasiadas cosas por las que preocúparse en la empresa. Y con eso intentaba autoconvencerse que sería tan fácil como pensarlo.

Su oficina era la última que quedaba en ese pasillo.
Allí se dirigía con paso cansino, cuando notó una luz en la oficina de Jimin que quedaba unos pasos antes. Se aproximó a la puerta, tocó suavemente un par de veces y como no obtuvo respuesta, abrió la puerta tratando de no hacer ningún tipo de ruido.
Sobre el escritorio, rodeado de papeles, montañas de libros y la computadora ensendida estaba Jimin completamente dormido apoyado sobre uno de sus brazos y sobre sus apuntes el bolígrafo caído. Tenía la boca abierta y no se le ocurrió mejor idea que tomar una pluma que tenía en el lapicero y metersela dentro. De inmediato comenzó a arrugar los ojos mientras movía los labios aún sin saber que estaba sucediendo. Cuando la risa de Tae estalló fue cuando cayó en la cuenta de lo que pasaba.

- ¿Qué se supone que estás haciendo aquí? - preguntó Tae mientras miraba los papeles llenos de tachones y apuntes.

- Tratando de solucionar los problemas que ustedes esquivan - dijo mientras se desperezaba haciendo crugir sus huesos - me dormí.

El rubio se puso de pie estirando la espalda y restregándose los ojos para mirar la hora en su reloj.

- "Reunirse 20 minutos antes con los fotógrafos y su equipo para...." ¿èsto es en serio? - cuestionó Tae mientras revolvía en los apuntes sobre el escritorio - "... de no cumplir con lo estipulado prescindiremos de su empresa..." ¡Nooo, de ninguna manera! - alzó la hoja para enseñársela como si el otro jamás la hubiera visto.

- La charla con Halsey ayer fue bastante dura y lo único que se me ocurrió fue ponerle determinados puntos - bostezando se dirigió a la cafetera para encenderla - pero insistió que se hicieran por escrito, con una prueba de tres meses, si no nos gusta se va.

- Pero ¡no podemos perder su agencia! ¡Es importante para nosotros!

- Hice todo lo que pude, pero estaba muy a la defensiva, no se me ocurrió nada mejor.

Tae se sentó en la silla en la que estaba su amigo y siguió observando los papeles tomándose la cabeza con ambas manos.

- ¿Pero no hubo otra forma antes de llegar a algo tan dramático?

- Quizás si lo hubieses hecho tú ya estaríamos despidiendo a nuestros fotógrafos y que ella traiga a los suyos - se sirvió un poco de café expresso sin azúcar - y si lo hiciera tu socio...

- Claramente están hablando de mí - dijo Yoongi que solo necesitó empujar la puerta para entrar - y que hace Jimin tan temprano en la oficina, ¿te caíste de la cama?

- Está tramando un plan mantener a raya a Hal - extendió algunos de los papeles que estaba leyendo.
Yoongi los ojeó en silencio pasando de una hoja a la otra apretando los labios y algunas veces arrugado el ceño por lo incomprensible de la letra.

Sweet NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora