Sweet Night

Capitulo VIII

Llego a su apartamento satisfecho con el placer del deber cumplído. Había perdido varias horas y noches para este caso y al fin habían logrado terminar con un informe convincente. Todo el equipo estaba satisfecho con el resultado y eso era más que bueno.

Eunwoo fue a su dormitorio donde todo estaba pulcramente ordenado, ¡maldición como extrañaba todo eso!. Su cama, el olor de su hogar, esa tranquilidad y silencio que sólo encontraba allí.
Se quitó la camisa y la lanzó al sesto de la ropa sucia haciéndola una pelota y tratando de embocar un doble que le fue imposible.

Encendió la ducha y cuando terminó de quitarse la ropa se metió sintiendo el líquido tibio golpear su espalda mientras tenía ambos brazos apoyados contra la pared, dejó caer la cabeza y que simplemente el agua lo relajara. Estos días habían sido de locos y cuando no estaba en el trabajo, lo pensaba todo el día a cada hora, tratando de recordar que faltaba, que detalles se estaba salteando, que información era fundamental agregar.
Se giró y con la cabeza hacia atrás dejó que el agua le golpeara el pecho. Dió un largo suspiro de alivio.

- Bien, es hora de sorprender a Kook - dijo para si mismo mientras enroscaba la toalla en la cintura.

Fue directo a su teléfono y le escribió a Hoseok para pedirle que no regresará temprano.

- "Mmmm ¿qué tienes planeado galán?"

Para Hobi, Eunwoo tenía todo el perfil de un galán de telenovelas, aunque él mismo era un rompecorazones, Nunu tenía algo más en su forma de ser, dulce, tierno, amable, simpático y todo eso sumado a su atractivo físico, que hacía suspirar a cualquier chica y dudar de su sexualidad a cualquier varón.

- Sólo una cena romántica Hobs - dijo mientras revolvía en la heladera en busca de la misma -¿puedes volver un poco más tarde?

- "Cuenta conmigo amigo, me busco la vida 🤗💜"

- ¡Gracias!

Sacó varias cosas de la heladera con muchas ideas para cocinar. Pero antes corrió a su dormitorio a ponerse algo de ropa. Todo menos cocinar desnudo.

Puso algo de música, y eligió uno de los vinos blancos que tenía guardado para una ocasión especial, ya que pocas veces bebía alcohol, y era consciente de que con la segunda copa ya estaría arrastrando la lengua.

Se sirvió una copa y se dedicó a preparar la comida. Mientras iba de un lado a otro, tomaba distintos utensilios para que fueran su micrófono y se meneaba de manera torpe al ritmo de la música.

"Quizás debería tomar unas clases de baile y sorprender a Kookie en la pista"

Esas eran algunas de las ideas tontas y aleatorias que se le ocurrían cuando no pensaba en el trabajo.

Subió al tema que le gustaba y cantó a gritos mientras intentaba imitar los paso de baile del grupo que lo interpretaba.

Bebió un trago más y siguió lavando y picando cosas al ritmo de la música.

El timbre sonó varias veces antes que distinguiera que era ese sonido.
Se limpió las manos, bajó el volumen considerablemente y corrió a atender la puerta. Era Gum, el portero.

- ¿Señor Eunwoo? - anunció el portero - acaban de dejar éste paquete para ustedes.

- ¡¡Ohhh!!! ¿Quién lo dejó? - preguntó con real curiosidad.

Tenía un envoltorio dorado y parecía bastante delicado.

- Me temo que era una empresa de cadeteria de las que vemos a diario - lo estiró para que lo tomará como si fuera una bomba.
Y de la misma manera lo recibió Eunwoo girando la cabeza al rededor del paquete (no al revés) y lo dejó con cuidado sobre la mesa del living.